La verdad que al escribir el presente artículo, pensé mucho sobre el como comenzar y decidí en razón de una sentencia “La Política Comunicacional es tan seria para dejarla solo en manos de periodistas”, de entrada estoy seguro que hablar de esto y bajo la anterior afirmación, producirá como siempre reacciones de rechazo, en principio no estoy en contra de los periodistas, sólo que hay algunos con tan alta sensibilidad al ser profesional que se molestan cuando nos referimos al tema, la cuestión no es atacar al gremio como tal, sería tremendamente falaz dicha intención, solo que como todo gremio la solidaridad automática y la autocrítica muchas veces funcionan como variables difíciles de anteponer sobre su uso y costumbre.
Para alguien que no es periodista hablar del tema produce descalificaciones a priori, eso no me importa, lo interesante es que haya la suficiente sindéresis para aproximarnos a lo que queremos tratar, enemigos gratuitos me ha producido conducir programas de radio y entrevistar a la gente, es el síndrome del celo profesional, por cierto uno de los pocos países del mundo donde esto está vedado, la comunicación por excelencia es de todos y todas.
El caso más patético de la inconformidad por llamarlo de alguna manera de muchos periodistas que “militan” en el proceso, es el de Mario Silva, y lo digo con propiedad, que si no tuviera el respaldo del presidente Chávez, estuviera fuera del aire, entre otras cosas, pregunto, porque creen ustedes que utilizó lo del Bachiller Mario Silva.
Volviendo al título, muchas veces pareciera que la defensa del gremio está por encima del considerarse o ser revolucionario, esto es patético, si yo tengo un programa y este representa algo fresco, ideológico y contribuye a la creación de conciencia revolucionaria, hago entrevistas a gente del proceso, dirigentes, comunidades, funcionarios, estudiantes, empresarios como los de Empreven o Fedeindustria pero no soy periodista, se produce una especie de celo profesional que es más importante que el mensaje o la creación de hombres y mujeres nuevos, particularmente debo decirlo esto me ocurrió en RNV, aunque aparentemente esa memoria histórica se borró,
eso ya no importa, la cuestión está en que es lo más importante en un momento dado.
Porqué a la sazón digo todo esto y como lo conecto con el contenido titular, pues, que la política en comunicaciones a la masa debe considerarse de manera multifacética y multidisciplinaria, es decir una exitosa política comunicacional que aspire contrarrestar la propaganda de la derecha, debe concebirse con elementos y personeros de la historia, de la economía, de la sociología e inclusive de las matemáticas, de la publicidad, actualmente eso no existe, se asume una posición reactiva de ataque si se quiere pasiva que no permite transmitir elementos forjadores de conciencia verdadera, mayor ejemplo que lo ocurrido con el referendum no puede haber.
Ese equipo debe recoger de la gente, lo que esta está diciendo o reclamando, producir información valiosa no solo para elaborar la política, sino que sirva para que el presidente y su equipo tomen decisiones, para las autoridades políticas de la revolución para que a partir de ella, trace estrategias en esa dirección, un periodista por si solo por muy preparado que esté no puede asumir semejante responsabilidad, desmientanme si en el Minci existe un equipo con estas características y de propiedad en la materia.
Todo ello, por supuesto, supone una nueva y constructiva Política Comunicacional que parta de decisiones tomadas por un equipo de esta naturaleza, debió hacerse desde hace mucho tiempo. Es bueno señalar por demás que los entrevistadores por excelencia no producen ideología, su habilidad está, si es la intención, y además deben ser .consecuentes revolucionarios que sepan por donde sacarle al entrevistado todo lo que vaya en esta dirección.
Por último, quiero decir francamente que este tipo de comentario asistido por elementos de juicio y experiencia vivida, no son al azar, me caerán encima porque ha sido la conducta, poco me importa, por encima de ello, está la conciencia revolucionaria, me gustaría preguntar cuantos periodistas estarían dispuestos a trabajar en los medios del Estado renunciando a sueldo o prebendas materiales, seguro estoy que muchos, a esos hay que apoyarlos y de alguna manera redimirlos.
