Qué puede ocultar el famoso SNCPAC del MinCI
Por Carlos Machado Villanueva
Finalmente el Ministerio recomunicación e Información (MinCI), ha presentado públicamente lo que ha dado en llamar el “Sistema Nacional de Comunicación Popular, Alternativa y Comunitaria”, y es obligatorio para quienes militamos en este sector comunicacional del país dar a conocer algunas apreciaciones sobre su contenido, en el que a todas luces parecen haber prevalecido visiones orwelianas en su elaboración final, por decir lo menos, luego de una atropellada consulta nacional.
Aunque no se menciona expresamente, todo indica que de ahora en adelante “el Gran hermano” estará no sólo de manera omnipresente, sino además omnisciente: vigilando que no se alborote el corral, pues. Todo un meta mensaje envuelto en una visión reduccionista y aparentemente inofensiva de los proponentes: la Dirección general de Medios Alternativos y Comunitarios, adscrita al MinCI.
Sobre todo, cuando se habla de un “sistema” que simplemente pretende que los medios alternativos y comunitarios (MAC) den respuestas coherentes y oportunas a las campañas de los medios privados, que sí operarían, se argumenta, como “sistema” cuando de atacar y frenar los cambios democráticos y revolucionarios que vive la sociedad venezolana desde hace 9 años a favor de las grandes mayorías nacionales se trata.
Tal vez una de las más graves falencias de este documento, es el de haber olvidado la historia, la reciente y la no tan reciente. Así, no sólo se desconoce la trayectoria de un movimiento social que, como el de la comunicación alternativa, tiene anclajes profundos en el imaginario colectivo nacional, aunque haya quienes se nieguen a reconocerlo; sino además la propia historia sociopolítica de los últimos 50 años. No obstante que el propio ministro Andrés Izarra recuerda cada vez que puede, cómo la comunicación alternativa enfrentó, no sin costos, la dictadura oligárquica bipartidista, desde su entronización palaciega de cuatro décadas.
Precisamente, hoy los grandes movimientos de comunicación alternativa existentes, por lo menos en América latina, ha llegado a serlo al actuar desde la resistencia, desde la mística, y desde la autonomía y la creatividad, incluso sin contar con en el apoyo de estados y gobiernos en manos de oligarquías capitalistas: Perú, Bolivia, México
En Venezuela ha insurgido, quién se atreve a dudarlo, un movimiento social de la comunicación alternativa de alcance nacional, y ciertamente para su fortalecimiento el apalancamiento por parte del Estado bolivariano ha sido fundamental en estos 9 años, siempre y cuando éste se entienda como pago de deuda social. Pero se hace necesario alertar contra interpretaciones maniqueas de lo que ha venido siendo una acertada política pública, que casi siempre se ha quedado tan sólo en la expresión de deseos e insistencias de su esclarecido liderazgo.
Por ello, no puede dejar de verse con preocupación enfoques que sugieren algún tipo de supracontrol, de supra discrecionalidad, de supra fiscalización, y también de supra legitimación, por parte de un “ente” también “supraungido”, tareas estas que se le encomiendan a la tan sospechosamente manoseada “comunidad”, como muestra el referido documento.
En todo caso, una cosa bien distinta a ese “sistema orweliano”, es la pertinencia para una verdadera democratización de las sociedades, de un sistema público de medios de comunicación, del cual formarían también parte los MAC, en especial las radios y televisora comunitarias; sistema este que se retroalimenta del debate público y desde el empuje de una opinión pública protagónica a la hora de ventilar temas de interés y significación social con conciencia crítica y emancipadora.
Es precisamente el debate democrático de ideas el correlato de ese estado de cosas deseables en el ámbito de lo público; y la diversidad y unidad, y por qué no, también las contradicciones, el correlato dialéctico del sector comunicacional popular y alternativo; entendiendo siempre que el objetivo no es otro que el de consensuarnos mayoritaria y democráticamente sobre los caminos menos traumáticos y menos costosos desde todo punto de vista, a recorrer como nación soberana; y teniendo, claro está, como bitácora de viaje nuestra Constitución Bolivariana, y más allá el Proyecto Simón Bolívar, que es e definitiva el del socialismo del Siglo XXI.
Todo parece indicar que a las fuerzas sociales sanas, y mayoritarias que se han puesto en movimiento en la Venezuela bolivariana: trabajadores, campesinos, intelectuales, comunicadores populares, mujeres, jóvenes, y que están cada vez más claras sobre la necesidad de informar verazmente a la opinión pública sobre el por qué de sus acciones estratégicas en defensa de sus intereses históricos; le han salido al paso otras fuerzas, mediatizadoras éstas, las cuales ven en el Estado la posibilidad de mantener su condición de élite. Incluso, por qué no decirlo, de elite plutocrática: “Yo y mis amigos, mis amigos y yo”.
Por lo general, estas capas sociales, más bien costras, tienden a ver las iniciativas de poder popular verdadero, y el del ejercicio de la comunicación alternativa es tal vez la más significativo en estos momentos, como torpes y erráticos infantes a los cuáles éstas élites se consideran en el deber “revolucionario” de conducir de la mano, pues carecen a su entender de capacidad crítica y voluntad política propia para actuar coherentemente en lo organizativo y en lo político
La autonomía de los movimientos sociales no está en discusión, bueno es resaltarlo; y el movimiento social de la comunicación alternativa seguirá dando la pelea histórica contra cualquier intento de subordinación acrítica de su accionar sociopolítico, como es toda subordinación a algún poder de élite; y para que nunca mas se le impongan a la sociedad venezolana poderes fácticos de ningún tipo, mucho menos en el campo comunicacional.
En este sentido, cabe destacar que el Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC) tiene perfecta conciencia de su responsabilidad histórica, y ha venido elaborando y presentando propuestas concretas en ese sentido, como la Misión Comunicación, y las contenidas en la Declaración Final de su Asamblea Nacional Constituyente recientemente realizada.
elpeatonalter@gmail.com
Esta nota ha sido leída aproximadamente 2834 veces.