Vivimos en Venezuela, un país donde se requiere con urgencia de transparencia y de definiciones concretas por parte de su intelectualidad, en este caso me refiero a los periodistas, que tendrían la capacidad de aportar elementos de juicio para asumir los retos que fuesen necesarios dentro de nuestra revolución. Por lo tanto, no se pueden permitir ambigüedades, temores o conveniencias que tiendan a frenar ese objetivo.
Es decir, se hace necesario desde ya, que se defina con certeza cual es la posición que debe tener el individuo ante la revolución, si está con ella o si está en contra de ella, la ambigüedad es perversa. No podemos ser saltarines que bailemos al son de la conveniencia personal, asumiendo un día una determinada posición ante cualquier eventualidad y al otro día la descartamos por no convenirnos más. Es decir, no hay ningún tipo de transparencia y más aún, esta posición se justificaría con la mentira permanente. Lamentablemente es éste el pan de cada día.
Es muy común hoy en día, encontrar en nuestro camino ese tipo de energúmeno ávido a opinar, señalar, perjudicar y publicar con toda la mayor impunidad posible, la noticia tergiversada. Este ingrediente es sumamente dañino para nuestro pueblo, utilizado por los medios de comunicación adversos al gobierno, sin ningún tipo de penalización por parte del Estado (Aunque sea en MONEY). Tal situación, da a entender que esa gente posee una patente de Corso que les permite delinquir impunemente y atentar contra la integridad y la soberanía de la Nación.
Es increíble observar la forma como estos señores periodistas apatridas, son capaces de utilizar el chantaje y manejar la infamia para sus fines perversos. Pero, son también grandes especialistas en adular y buscar prebendas arrastrándose como serpientes ante el poder imperial como lo que son: Apatridas.
Han perdido la vergüenza, ya ni se esconden, aparecen más bien en las pantallas televisivas de oposición con argumentos que distorsionan la verdad para confundir al pueblo. En conclusión podemos afirmar que estos tipejos no son venezolanos aunque desgraciadamente algunos hayan nacido en este país. Están infiltrados y son enemigos del progreso, del bienestar de nuestro pueblo y de nuestra Fuerza Armada por estar constituida por verdaderos venezolanos.
¿Qué pasa con el gremio de periodistas?. Entendemos que deben de existir periodistas capaces de volcar la actual directiva del Colegio y del Sindicato. Pero, ¿cuando se realizan allí elecciones, se trabaja duro para ello?, tengo entendido que desde hace bastante tiempo esa directiva permanece allí, incólume e insustituible. ¿Será vitalicia?
Hoy vemos con asombro como Globo Terror, se permite acusar y llevar a nuestra República a un juicio ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) en Costa Rica, con el argumento de que aquí se viola la libertad de expresión y por ende los derechos humanos. QUE CINISMO!!!. Hay muchos periodistas en nuestro propio país, que apoyan un acto tan vergonzoso y más aún, cuando es público y notorio el comportamiento de esta llamada Comisión ante las aberrantes violaciones de derechos humanos en México, Colombia, Haití o el Perú como ejemplos.
El mundo al revés mis queridos compatriotas.
alexriver870@hotmail.com
