* Todos reconocen la importancia de los MAC en la guerra mediática planteada… pero muchos pretenden que se mantengan en la trastienda.
* Ponderan el papel relevante de los MAC …pero ese es un reconocimiento que se queda en lo retórico.
* No terminan por asimilar el carácter revolucionario del proyecto bolivariano liderado por Hugo Chávez.
Miguel Ugas
Carácter revolucionario del proyecto bolivariano
Ya casi es un lugar común, el insistir en el carácter revolucionario del proyecto bolivariano que lidera el comandante Chávez pues, cada vez se hace más claro que de lo que se trata es, no sólo de un cambio de hombres y mujeres, un relevo del liderazgo en la conducción del país, ni siquiera de la emergencia en el escenario político de sectores sociales preteridos durante décadas de la historia republicana venezolana. No, en nuestro país se esta generando un cambio estructural en la vida social de los venezolanos, independientemente de que haya algunos sectores que persisten en no querer percatarse de ello. Lo real es que tanto en su base material, en su estructura productiva, como en las relaciones sociales que de ella derivan se ha producido un salto transformador que envuelve al Estado y a la sociedad venezolana en su conjunto. Estamos en una etapa de transición revolucionaria en la que los viejos valores propios del sistema capitalista, si bien, aun imperantes, comienzan a dar paso a nuevos valores fundamentados en una concepción socialista de la vida humana.
Lo comunicacional no ha quedado incólume
Este cambió se expresa en los ámbitos económicos, políticos, sociales, culturales, militares, institucionales, etc. Naturalmente también se manifiesta en lo comunicacional. El quehacer comunicacional no podía permanecer incólume y más cuando es tan evidente que es en lo comunicacional donde se desarrolla buena parte de la confrontación, de la lucha de clases planteada en la coyuntura actual. Quienes adversan a la revolución bolivariana, tanto en lo externo como en lo interno, hacen acopio de todo su potencial mediático para desestabilizarla y golpearla.
En el marco de la guerra de cuarta generación que es la nueva estrategia que el imperialismo estadounidense ha instrumentalizado para confrontar y someter a los pueblos que se oponen a su dominación neoliberal, el factor comunicacional ha pasado a jugar un rol de primerísima importancia. Ante ello el gobierno y el pueblo bolivariano, no faltaba más, también han apelado a sus limitados recursos comunicacionales para contener la ofensiva mediática del imperialismo y sus lacayos, sin descuidar, claro esta, los dispositivos económicos, militares, políticos, diplomáticos, religiosos, etc., que implica una guerra de esta naturaleza.
El Estado – gobierno bolivariano ha optado por potenciar y fortalecer los medios que le son propios; decisión más que legitima cuando lo que esta en juego es la soberanía y la existencia misma de la Patria.
Y, así mísmo, los Medios Alternativos y Comunitarios (MAC) como expresión tangible de la inserción del pueblo en el quehacer comunicacional, también han tenido un crecimiento significativo dada la comprensión del importante papel que han tenido y, que sin duda, tendrán en los avatares de las luchas por venir.
Comunicación Alternativa y Comunitaria: fenómeno social revolucionario
En Venezuela en estos últimos años, como en ningún otro país del mundo, la comunicación alternativa y comunitaria ha tenido un auge extraordinario que se corresponde, indudablemente, con la condición y naturaleza revolucionaria del proyecto bolivariano. Si algo captó el pueblo venezolano, desde un primer momento en que se inicia esta nueva gesta bolivariana, es el rol protagónico que le correspondía en ella, internalizó ese papel protagónico y asumió la necesidad de defenderla y preservarla aun a costa de su propia vida. Ante la ostensible debilidad comunicacional iniciática, el pueblo entendió la necesidad de acoplarse con la actividad comunicacional como una reacción defensiva ante las arremetidas mediáticas de los enemigos del proceso de cambio.
Es así como se desarrolla una comunicación popular a lo largo y ancho del país, que integra a miles de venezolanos(as) en cualquiera de las vertientes comunicacionales (impresa, radial, televisiva y digital). Estamos ante un fenómeno social que no tiene parangón en el mundo, hoy por hoy, son mucho más de mil los MAC que activan en ese quehacer comunicacional informal, no académico, no convencional pero comprometido hasta los tuétanos con la defensa y construcción de la nueva Patria e impulsando la integración de los pueblos Nuestroamericanos.
La masificación popular de la labor comunicacional le imprime por sí misma una caracterización revolucionaria a la comunicación alternativa y comunitaria, si entendemos que la tendencia privatizadora neoliberal que se venía implantando en el país conllevaba a una cada vez más concentración y privatización de la comunicación en Venezuela. La proliferación de medios alternativos y comunitarios significó, ni más ni menos, abrir la espita de la democratización de la comunicación y, junto con ello, sentar las bases de un nuevo modelo comunicacional en el país. La comunicación alternativa y comunicacional rompe con los paradigmas establecidos en la práctica comunicacional burguesa.
El MoMAC, paso fundamental
A lo largo de este proceso comunicacional alternativo y comunitario, diversos intentos se han dado en función de la organicidad de este importante sector de las fuerzas populares del país. En nuestro caso, una porción significativa de comunicadores populares, agrupados en más de 200 MAC nos hemos articulados en el Movimiento Social de los Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC), paso fundamental en el gran esfuerzo planteado por construir el Poder Popular Comunicacional, objetivo estratégico necesario para el desarrollo de la lucha de nuestro pueblo en contra del propósito hegemonizante imperialista concebido a través de sus agencias transnacionales de la comunicación, de sus industrias culturales y de los grandes medios privados locales. En este sentido, el MoMAC ha propuesto la bandera de la Misión Comunicación cuya finalidad es, efectivamente, propiciar el involucramiento de todo el pueblo en el quehacer comunicacional. Que se multipliquen por miles, por docenas de miles, los MAC en toda la geografía nacional desde los más sofisticados pasando por los más artesanales, en fin, la comunicación se concreta cuando las personas se comunican, se acercan y para ello cualquier medio es viable, posible. Basta con mirar hacia los pueblos que se han enfrentado y vencido al imperialismo, no han contado con satélites ni con grandes medios, pero si han tenido su mejor disposición, organización y creatividad.
Los críticos de la Comunicación Alternativa y Comunitaria
Si bien la comunicación alternativa y comunitaria ha alcanzado cierto crecimiento y expansión, no tenemos la menor duda al sostener que ese desarrollo, a estas alturas del proceso, estaría potenciado, mucho más avanzado si la disposición de muchos de los funcionarios a quienes le compete tomar decisiones en esta esfera respondiesen a intereses más definidos a favor del pueblo y de la revolución. Tenemos claro que esta indisposición e inconsecuencia en detrimento de los MAC es expresión, en el fondo, de la lucha de clases, en este caso de carácter ideológico, que esta presente en el actual Estado venezolano y en el proceso revolucionario; Estado dirigido por el gobierno bolivariano al cual asumimos, sin ningún tapujo, como nuestro aliado estratégico, pero teniendo presente que este es un Estado, heredado de la IV República, minado de quintacolumnas y, en consecuencia, preñado de contradicciones; a lo que hay que sumarle, lamentablemente, a aquellos compatriotas procedentes de las filas revolucionarias pero con posiciones ideológicas de poca consistencia o impregnados de influencias contrarevolucionarias.
Estos críticos son de diferentes manifestaciones, caraduras o pelajes cuya caracterización rigurosa ameritaría de mayor espacio y tiempo, que a decir verdad no disponemos. En términos generales, los agrupamos en las siguientes categorías:
Los(as) academicistas: Son los que aplican un rasero académico a la hora de evaluar el trabajo o la actividad de un MAC. Les incomoda, en el fondo, que personas que no han tenido una formación académica, profesional, ejerzan la actividad comunicacional. A estos críticos(as) les cuesta comprender el carácter participativo del pueblo en el proceso bolivariano, tal vez lo acepten en lo formal pero, realmente, lo rechazan, no entienden que si bien el comunicador popular no esta divorciado del propósito de la capacitación y de la necesidad de la formación, lo cual hay que asumirlo como parte de un esfuerzo y un estímulo permanente, lo más importante, en último caso, es la disposición a insertarse en el hecho comunicacional pasando por encima de las fallas o debilidades que en un momento dado se pueda tener.
Calidad y excelencia: Muy en consonancia con los anteriores se encuentran los que exigen calidad y excelencia, aplicando el rasero de la cobertura o alcance de la distribución (tiraje en caso de los impresos). En base a este parámetro sólo podrían convenir algún acuerdo con los grandes medios de la burguesía, hay que decirles, igualmente, que los MAC asumen la noción de la calidad y cantidad enmarcados dentro de un propósito expansivo pero remarcando la efectividad del mensaje.
Circunscrito a la comunitario: Según estos críticos la comunicación alternativa y comunitaria debe circunscribirse al ámbito comunitario. Incluso señalan que la sostenibilidad del medio debe girar en torno a los aportes de la misma comunidad. Les disgusta que el Estado financie a los MAC pero aceptan e incluso propician que se paute ampliamente con los medios de los lacayos imperiales.
Los que se empeñan en invisibilizar los esfuerzos organizativos: Según estos funcionarios los esfuerzos organizativos de los MAC deben ser aupados por el Estado. El Estado el gran proveedor, el gran organizador, el gran hermano. Esta postura lleva implícita el desconocimiento del principio de la autonomía del movimiento popular.
Los retóricos: Estos son los que no pierden oportunidad para resaltar, en público, las virtudes e importancia de los MAC, pero en la práctica, en lo concreto no hacen ningún esfuerzo real por contribuir con su desarrollo. La ponderación hacia los MAC es pura retórica, pretendiendo siempre que se queden en la trastienda pues tienen el prurito que sólo ellos, “los especialistas”, pueden y deben abordar la temática comunicacional. Si acaso estos son los más nefastos.
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