Anoche, miércoles 10 de septiembre, Mario Silva en su programa “LA HOJILLA” anunció que el mismo saldría del aire hasta después del proceso electoral, que se realizará el 23 de noviembre. Como bien se sabe, él aspira la gobernación del Estado Carabobo. Es entonces correcta la actitud asumida de suspenderlo, para no sacar ventaja electoral con él sobre los otros candidatos.
Luego vino la conmoción, lo que alteró la tranquilidad de quienes siguen con sospecha, el rumbo político de la nación. Dio a oír una grabación donde un grupo pequeño de militares en retiro planificaban la deposición del Presidente, valorando incluso la posibilidad de “volarlo” cuando estuviera en su avión. Existen sin duda cabezas calientes que quieren salir de Chávez por el medio que sea. Pero estos personajes tienen una peculiaridad: cuando se les descubre en la conspiración asesina, niegan toda relación con ella.
Los medios, por supuesto, no difundieron nada de la grabación. No existieron las palabras que especulan sobre la salida violenta del presidente, incluso con el magnicidio que no solo mataría a Chávez, sino también a muchos de quienes le rodean donde quiera que esté. No revistió tampoco ese hecho tan grave, una imprescindible descalificación de aquellos que pretenden representar a la oposición democrática.
La descomposición a la que han llegado los medios ofende a la patria. Ni hablar de la conducta ofídica de algunos periodistas reptantes, que con aviesa inmoralidad fabrican cualquier bulo con tal de afectar al gobierno. No les importa perjudicar al país con tal de deteriorar la imagen presidencial. En estos momentos están trabajando por series o capítulos, el montaje que están realizando en EEUU sobre el maletín que confiscaron en la aduana aérea de Buenos Aires. Uno no se explica qué tiene que ver ese país en un asunto que tuvo como escenario otra nación.
Ver GLOBOVISIÓN exige mucha fortaleza, tal lo que sus programas excretan. No tienen un mínimo de decoro en sus espacios de opinión, donde la manipulación es ramplona. Sólo los imbéciles no saben qué es el poder judicial estadounidense. Se les puede atribuir respetabilidad solo para utilizarlos en bastardos fines, tal como hace este canal de televisión.
Tienen en EEUU hace ya 10 años, en las peores condiciones de reclusión, a cinco patriotas cubanos por reconocidas actividades antiterroristas. Recolectaron evidencias en ese país, que probaban la autoría de muchos atentados contra Cuba de esa mafia que actúa con total impunidad en Miami. El gobierno cubano se las entregó a las autoridades policiales estadounidenses que llegaron a Cuba, que se sorprendieron tal la gravedad de las mismas. Se las llevaron a EEUU. Pocos días después detuvieron a los 5 patriotas. Los terroristas imputados con esas pruebas, nunca fueron molestados.
Procuraron quebrarles la voluntad sometiéndolos a un régimen en extremo severo, para que declararan contra Cuba. No lo lograron. Sus familiares residentes en Cuba no han obtenido las visas para visitarles. Es un juicio tan amañado que en una de las sentencias se establece que el indiciado al recobrar su libertad, no podrá acercarse y merodear por las zonas donde desarrollan su actividad los terroristas. Este es el término que se usa en el expediente. Le establece, tal como ahí dice, no acercarse a los terroristas ¿y no es que tienen una guerra contra el terrorismo? Los medios jamás mencionan este juicio. Para ellos no existe.
Pero por favor, deténgase un poco aquí, no nos crea todo lo que escribimos, piense que aunque pueda parecer difícil, podemos ser aún más embusteros y redomados que los medios que estamos criticando. Ponga en duda lo que estamos afirmando y pídale a su buscador informes sobre gary webb. Sabe usted que debe de escribirlo tal cual lo hemos hecho nosotros, con minúsculas. Sigamos revisando otros nombres, recurramos ahora al de jane akre. Ahora vayamos por un premio mayor, pidamos james grigson.
Cambiemos nuestra búsqueda y en lugar de pedir como hemos hecho, sobre individuos con nombres y apellidos, hagámoslo, por ejemplo así: nunca robes un pavo y luego de leer el porqué del aviso, veamos que nos presenta si lo hacemos ahora de esta forma: la justicia de los halcones. Esto no es ninguna broma. No se puede bromear cuando la vida de personas queda expuesta a la arbitrariedad del sistema de injusticia que impera en ese país.
Tratados internacionales que obligan a esta nación forajida, tales como el avisar cuando es detenido un extranjero al consulado que lo representa, no lo cumplen. Personas con retraso mental son condenados y ejecutados; han sentenciado a cadena perpetua a menores, y han ejecutado personas que cometieron su delito en aquella condición lo que les exoneraría de la muerte y de la cadena perpetua.
Tribunales internacionales han conminado al gobierno de EEUU a suspender alrededor de 50 penas de muerte a mexicanos, por no haber sido informado su embajada de la detención de ellos. En este caso, de acatar ese país esa normativa, tendrían que reiniciar el juicio desde cero. Por supuesto que es como si les dijeran que prosiguieran el proceso tal como lo hacen. No se atienen a lo que se comprometen.
Mariana Callejas es una chilena casada con un estadounidense llamado Michael Townley. Ella detonó la bomba que su esposo puso en Buenos Aires, en el carro del general chileno Carlos Prats que murió en ese atentado, junto con su esposa Sofía Cuthbert.
Townley perteneció a la criminal DINA y estuvo a la orden del general Contreras que le indicaba a quien matar. Naturalmente que Townley pertenecía a la CIA. Participó este sujeto también, junto con terroristas cubanos en el crimen que se perpetró en EEUU de Orlando Letelier quien fuera canciller de Allende. Este matrimonio criminal goza en EEUU de libertad y protección, al igual que otros muchos criminales, de esa justicia que los medios pretenden poner como ejemplo.
En un avión contratado por la empresa estatal argentina ENARSA, viajaron desde Venezuela hasta Buenos Aires, funcionarios de esa empresa y de la estatal venezolana PDVSA. Logró montarse como invitado a ese avión, un venezolano estadounidense de nombre Antonini Wilson quien llevaba un maletín que contenía casi 900 mil dólares. Le fue requisado. El personaje que no fue detenido, a las horas huyó hacia Uruguay y de ahí voló hacia EEUU cuya nacionalidad posee.
A partir de ese hecho, se montó la olla sobre el dinero que sería una donación de Chávez para la campaña de Cristina de Kirchner. Si este señor Wilson fuera un enviado de Chávez, por qué razón escapa hacia EEUU en lugar de llegar a Venezuela. Es como si Osama Ben Laden, fugándose de Afganistán buscara refugio en EEUU. Pero, no para ahí el absurdo. Si el gobierno venezolano quiere movilizar dinero sucio hacia otro país ¿por qué no hacerlo a través de la Valija Diplomática? Hace no más de dos años, la aduana venezolana recibió dos contenedores como VD de un diplomático estadounidense. Traía ahí el personaje desde los muebles para su casa, hasta unas aves que no podía ingresar al país sin los permisos fitosanitarios pertinentes. También traía este señor, unos detonadores de los que no supo explicar el para que de su ingreso.
Tal vez se haya olvidado que las
armas que fueron usadas para asesinar al comandante en jefe del Ejército chileno,
General René Schneider, fueron llevadas desde EEUU hasta el país transandino, en Valija Diplomática. Siendo la ya bendita VD
tan segura y expedita, porqué razón habría que haber corrido el riesgo que se
corrió innecesariamente. Como se ve, se trata de una estupidez lo que están
sosteniendo.
Hoy Chávez emplazó a que en 72 horas deje el país el embajador del imperio. Asimismo, le ordenó al embajador venezolano en ese país, su rápido regreso.
Muchas voces se escuchan acusando al propietario de un periódico de circulación nacional, y de uno de los propietarios del canal de noticias de estar involucrados en la conjura recién descubierta. Lo que nadie se puede explicar hoy es cómo todavía ese canal no ha sido clausurado. ¿Qué está esperando el gobierno para hacerlo? ¿Qué la sangre empape el país? Por la salud mental de la población, el gobierno debe bajarle el telón de una buena vez.
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