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Creo que fue a mi abuelo Valerio a quien por primera vez, siendo yo un carajito por allá en Barquisimeto, le escuché decir que fulano de tal hablaba muy bonito pero que se le veían las medias. Lo irresoluto de la metáfora siempre me quedó flotando en la cabeza como las mariposas en la testa de Mauricio Babilonia, claro está, más por la incongruencia que por su lógica intrínseca. No fue hasta que en un intento por desnudar la frase, interrogué al viejo y éste me explicó que a una personas se le veían las medias cuando se le notaban las mentiras que decía. A decir verdad, la supuesta lógica de mi abuelo nunca me convenció, pero al fin y al cabo como él era un poeta popular acostumbrado a inventarse su propio mundo, no me quedó otra que hacerme cómplice de su lenguaje. Hurgando en la memoria para colocarle el título a esta columna, que comienzo a escribir hoy , gracias a la invitación del diario La Calle, la anécdota de mi abuelo me vino como anillo al dedo, porque con lógica o sin ella de verdad que a los medios se le ven las medias.
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Abrimos Notitarde y la primera noticia que encontramos titulada en un solo renglón dice: Atentado contra Raúl Isaías Baduel. Avanzamos, y en seguida el despliegue bastante exagerado del hecho, decimos exagerado sobre todo si tomamos en consideración los criterios y las valoraciones que se hacen el los periódicos más o menos serios para jerarquizar las informaciones. Claro está, éste no es el caso de Notitarde.
Señala un amigo periodista que ahora nadie lee de manera inocente un periódico, esta sentencia no solamente se convierte en una máxima en estos días, sino que se hace imperativa cuando se trata de leer Notitarde, un periódico donde se manipula la información con un cinismo y una desfachatez directamente proporcional a la intensidad con la que sus dueños vociferan a diario que en Venezuela no hay libertad de expresión.
No cabe la más mínima duda de que el supuesto atentado contra Baduel en la Universidad de Carabobo, el segundo en su exitosa carrera teatral, forma parte de las operaciones montadas por la oposición, y legitimadas a través de medios de comunicación como Notitarde, para tratar de impedir el triunfo de Chávez en el referéndum por la aprobación o no de la enmienda constitucional.
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Ustedes se imaginan lo pavoso que significa salir feliz, contento de la casa, ver radiante el nuevo día, montarse en el carro, encender la radio y por esa nefastas casualidades del destino escuchar la voz de lata, chillona y oxidada de Martha Colomina , la periodista que todos los días, a través de Unión Radio y en nombre de Master Car, McDonald’s, Banco de Venezuela , Mercedes Benz, Laboratorios Bayer, Movistar y el gobierno comunista y dictatorial de Hugo Chávez, intenta, en un delicado ejercicio antisiquiátrico, hundir en la locura a todos sus seguidores disociados, y jodernos la vida a nosotros que lo único que queremos es que deje de mentir y se vaya a jugar canasta con las viejitas del Country Club.
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Resulta extraño que casi todos los medios de comunicación, cuando condenan públicamente el asesinato de Orel Zambrano, asesinato que todo por supuesto condenamos enérgicamente, se refieran al él anteponiendo a su nombre, y destacando, el titulo de periodista al de profesor o abogado, cuando, que nosotros sepamos, Orel trabajó como columnista de opinión en Notitarde y como director de radio América , pero no tenía el título académico de periodista.
Y no es que nos importe que alguien tenga el título o no para ejercer esta profesión, es más, conocemos personas que sin ser periodistas graduados ejercen con mayor compromiso ético y responsabilidad esta función tan importante para la sociedad.
El comentario viene a colación porque pensamos que el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) así como responsablemente condenó el asesinato de Orel, también debería denunciar la burda manera como algunos medios de comunicación, especialmente Notitarde, están manipulando el asesinato de Orel Zambrano, para sacar provecho político de algo tan delicado, tan lamentable y doloroso.
Hasta la próxima, nos vemos por ahí