Derrotado el golpe militar en Honduras

La periodista y escritora Argentina Stella Calloni, quien realizó una de las más completas investigaciones sobre la Operación Cóndor, mediante la cual las dictaduras del Cono Sur realizaron centenares de desapariciones, torturas y asesinatos, confirma en la entrevista realizada este domingo 05 de julio del presente año por la emisora radial venezolana YVKE mundial, nuestra investigación de las reuniones de John Negroponte con Roberto Micheletti, la cúpula militar, eclesiástica y los empresarios más poderosos de honduras.

Decía en mi articulo “Golpe militar de John Negroponte en Honduras”, que dicho ciudadano “fue el obediente candidato para cercenar los derechos humanos de los hondureños y meterse subrepticiamente en los procedimientos electorales y la política soberana de los países de centro y sur América y del caribe”, a comienzo de los años ochenta. Fue quien garantizó “que el Congreso y el pueblo de los Estados Unidos no se informaran sobre los acontecimientos más atroces cometidos a los hombres y mujeres de Centroamérica”. Conspiró contra los gobiernos progresistas y de izquierda de Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador. Participó en la elaboración conjuntamente con una cúpula militar (alumnos de la Escuela de las Américas) y la oligarquía venezolana, en el golpe de estado al Presidente constitucionalmente electo por el pueblo Hugo Chávez Frías en abril del año 2002. Asimismo participó en los planes de derrocamiento del Presidente boliviano Evo Morales y en la desestabilización de la constituyente propuesta por el Presidente de Ecuador Rafael Correa.

Es claro que el golpe militar – empresarial de Honduras tiene sus raíces y apoyo del pentágono, del embajador Hugo Llorens, proveedores de armas de Estados Unidos e Israel, la Organización católica humanitaria Caritas, el grupo procastristas centroamericano, la Unión Cívica Democrática, la burguesía de Centroamérica, un grupo de obispos de la iglesia católica de América Latina y la red de medios de comunicación a nivel internacional. El fin es construir una base de operaciones sistemáticas de subversión en todos los ámbitos, para conspirar y derrocar los gobiernos de corte socialista y revolucionarios del continente americano, cuyo ideólogo y coordinador es John Negroponte.

Las fases de este plan van desde las operaciones psicológicas a través de los medios de comunicación para aterrorizar a la población. Fabricación de mártires asesinando a líderes comunitarios y haciendo aparecer a los gobiernos progresistas y de izquierda como responsables. Importando sicarios para que asesinen sin distinción a cualquier ciudadano de algún barrio o población de América Latina para crear matrices de opinión entorno a la ingobernabilidad. Realizando manifestaciones y huelgas de hambres para ir elaborando un expediente de los supuestos atropellos de los gobiernos progresistas contra los grupos de oposición. Acaparando los productos de la cesta alimenticia. Transmitiendo cuñas televisadas de la eliminación de la propiedad privada, de la potestad de los hijos y de la mala calidad de cualquier obra social realizada por cualquier Estado de América Latina. Haciendo ver a las instituciones gubernamentales como ineficientes en el tráfico humano, lavado de dólares, narcotráfico y leyes referidos a los Derechos Humanos. Esta fase se puso en práctica antes del golpe militar – empresarial tanto en Venezuela en abril de 2002 como en Honduras de 2009, y no se detiene hasta ir cumpliendo con los objetivos: DERROCAR A LOS GOBIERNOS DE LA ALIANZA BOLIVARIANA PARA LAS AMERICAS – ALBA, posiblemente el próximo paso sea derrocar u asesinar al Comandante Presidente de Nicaragua Daniel Ortega. ¿Porqué?: porque el pentágono, la misma oligarquía empresarial y eclesiástica de Honduras reina en los países que conforman el Sistema de la Integración de Centroamérica – SICA.

Los empresarios más adinerados de Honduras como son: Miguel Facussé Barjum, Schucry Kafie, José Lamas (de origen cubano), Rafael Ferrari, Fredy Nasser, Carlos Flores Facussé (Expresidente del país), Jorge Canahuati Larach, Jaime Rosenthal (de origen judío), Ricardo Rodolfo Maduro Joest, son los mayores accionistas de las empresas de telecomunicaciones, energía eléctrica, agroindustrial, energía térmica, banca y finanzas, el turismo, la industria minera, cementera, de combustibles y el comercio, no solo de Honduras sino también de Guatemala, El Salvador y Nicaragua. También tienen inversiones en la adquisición de armas en los Estados Unidos e Israel, para vender y distribuir por Centroamérica. Algunos de estos empresarios son señalados de participar en el crimen organizado, especialmente en el narcotráfico.

En los primeros años de gobierno del Presidente José Manuel Zelaya, estos empresarios instigaron al Presidente con insinuaciones a que ellos fuesen reconocidos como consultores en las decisiones políticas para el nombramiento de cargos de ministros y otras responsabilidades gubernamentales. El gobierno de Zelaya quien se adhirió a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América – ALBA este año, fue distanciándose de estos grupos oligárquicos y de las castas de militares, para poner en marcha programas sociales de salud, educación y bienestar humano para favorecer a más del 70 por ciento de la población pobre de Honduras, para ello implementó los programas de alfabetización, salud, aumento del salario mínimo y propuso una consulta al pueblo no “vinculante” de una cuarta urna para las próximas elecciones en noviembre de 2009 para llamar a una constituyente y modificar o elaborar una nueva Constitución Nacional más incluyente para todos los Hondureños, lo que desató el secuestro y expulsión del Presidente José Manuel Zelaya de Honduras hacia Costa Rica. Hecho planificado por la oligarquía y la Casta Militar de Honduras con visto bueno del pentágono.

El guión de los Medios de Comunicación del golpe fue elaborado en por CNN desde Atlanta con apoyo de otros medios: El Tiempo de Bogotá, Globovisión de Venezuela, ABC y El País de España, Televisa de México, El clarín de Argentina, empresarios de Brasil y algunas organizaciones no gubernamentales que operan en Estados Unidos, Canadá, Israel y en Venezuela como SUMATE. Por parte de la Iglesia Católica lo lideró Oscar Andrés Rodríguez arzobispo de Honduras, Bernardo Hombach Obispo de Nicaragua, Baltasar Porras obispo de Venezuela, Monseñor Restrepo de Colombia, a ellos se les suma el Gobernador Mario Das Neves de la Provincia de Chubut – Argentina y el empresario nicaragüense José Adán Aguerri.

Sin embargo el GOLPE MILITAR – EMPRESARIAL en Honduras no ha dado los resultados que ellos esperaban. La comunidad internacional se les ha volteado y han quedados aislados y solos. La segunda fase del plan de John Negroponte y su red internacional de empresarios, militares y ONG’s, de causar el “EFECTO DOMINÓ” o caída de los gobiernos progresistas en América Latina está congelado “por ahora”.

Ya están estos grupos de poder empresarial, eclesiásticos y militares buscando la manera de negociar entre la OEA, la ONU, el Departamento de Estado de Estados Unidos y el mismo gobierno “de facto”, para enmendar el error del golpe y así seguir gozando de las ayudas económicas, negocios y privilegios que les genera el capitalismo mundial.

El efecto ALBA de los pueblos ha cobrado mucha fuerza a nivel internacional, lo que pronostica la vuelta de la gobernabilidad, la constitucionalidad y la restitución en la presidencia de Honduras de José Manuel Zelaya.

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Javier Alexander Roa


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