La psiquis humana es prácticamente insondable hasta cierto punto. Tenemos niveles de conciencia, con diversas denominaciones y, la gran parte de esta última (la conciencia), se encuentra adormecida en muchos elementos psicológicos que a diario expresamos por los sentidos del cuerpo físico, por las emociones, los movimientos, los instintos, la mente y el sexo.
Es mucha falta de modestia pretender conocer por completo el comportamiento del ser humano mas sin embargo es posible penetrar a zonas profundas del entendimiento y la conciencia. La Conciencia es luz, lo contrario es oscuridad. No pretendo hacer una disquisición ontológica o supra normal del asunto, solamente expresaré lo que me consta en muchos años de estudio y experiencias.
En verdad el estado ideal para una sociedad cualquiera es el socialismo. Lamentablemente la estrategia comunicacional del gobierno bolivariano no ha sabido orientar al soberano sobre esto, no lo ha aclarado sustancialmente porque sencillamente no hay conciencia para hacerlo en profundidad y lo voy a demostrar. Cuando escucho al profesor Martín Guédez por la Radio Nacional, por ejemplo, siento a un hombre sincero que siente al socialismo en lo profundo del corazón. Lo mismo ocurre con nuestro presidente, el “gran alcalde” de Venezuela, el que debe estar enterado de todo para que la cuarta parte funcione bien. Este señor sí sabe lo que es socialismo auténtico, SIN COPIAS extranjeras. Hay muchos compatriotas que están claros en el asunto y gracias a ellos podemos tener fe en una buena suma de felicidad para este maltratado pueblo que ha vivido en dictaduras desde 1950 hasta 1998. No vamos a citar nombres pues se nos llenarían unas cuantas cuartillas. Mis respetos para tod@s.
Yo he comprendido que en todo lo malo hay algo de bueno y que en todo lo bueno hay algo de malo, así evitamos caer en fanatismos estúpidos y podemos aprender de tod@s. Condenar una doctrina o a un país X por pregonar una filosofía socialista o comunista, es caer en extremos no inteligentes. Hay que desmenuzar el contexto para sacar el provecho respectivo, sin prejuicios tontos. Pero el tema central es un poco diferente.
¿Por qué el monstruo capitalista es prácticamente invencible? No quiero decir con esto que no vamos a luchar contra él, obviamente que no, pero debemos tener muy claros los flancos del enemigo y, sobre todo, los flancos nuestros. El camino al socialismo nos está llevando a obtener una mejor calidad de vida y eso lo podemos evidenciar en el área de la salud, la educación y en el sector alimentario. Hemos avanzado un trecho pero el camino es largo, como decía nuestro Alí Primera.
En Venezuela el capitalismo, y sus miles de tentáculos, se encuentran diseminados por toda la psiquis y extraer ese veneno no es tarea fácil. No es imposible pero muy difícil. El resorte secreto que mueve a las sociedades desde tiempos inmemoriales es la ENVIDIA. Y los artífices de la filosofía capitalista trabajan en base a ello. Se inventa el prurito de la necesidad para justificar el deseo de tener mucho dinero para comprar todo lo que se me antoje. Inmediatamente aparece la codicia para hermanarse con la envidia y así se desatan los torbellinos capitalistas depredeadores de toda virtud.“Tengo que comprarme un carro nuevo 4x4 pues la familia estará más cómoda y el tren delantero no sufre tanto por los millones de huecos que hay en las calles del país”. “Debo tener un apartamento (o casa) súper equipado para que mi familia se sienta bien”. Y así vamos encontrando millares de justificaciones motivados por ese íntimo resorte de la envidia por tener lo que otros poseen. Es así como las mentes tenebrosas del capitalismo planetario recrean millones de objetos para estimular ese deseo enfermizo e insaciable de comprar, comprar y comprar. Es como la droga del adicto que lo lleva a cometer crímenes impensables para obtener la sustancia maldita. Mucha de la violencia tiene su raíz en ese afán de obtener cosas.
¿Hemos visto un propósito de enmienda en el estilo de vida suntuoso de la gran mayoría (yo diría que tod@s) de nuestros alcaldes, gobernadores, diputados, ministros y funcionarios de mediano y alto rango? Claro que no. ¿Han manifestado, en los hechos, la firme voluntad de rebajarse los groseros sueldos y viáticos que devengan? Claro que no. ¿Después de electos continúan en contacto directo con el pueblo que los eligió? Claro que no. Sufren lo que algunos llaman “El síndrome de altura” y no saben que andan volando bajo. Son igualmente víctimas de la hipnosis capitalista, como lo somos casi todos los venezolanos, que estamos siendo bombardeados segundo a segundo con propaganda y publicidad para consumir hasta la muerte y morir sin saber por qué vivimos y para qué vivimos. Vemos, horrorizados, como matan a un joven por negarse a entregar sus zapatos de marca, su celular de lujo o blackberry o su laptop o lo que sea. Los medios de comunicación son los entes hipnotizadores que mueven ese complicado enjambre psíquico que enciende la envidia, la gula, la lujuria, la vanidad, el orgullo, etc., elementos psicológicos que mantienen embotellada a la CONCIENCIA y de esa manera perdemos el contacto inteligente con la realidad. Y ahora con la internet la cosa se torna más complicada y las esperanzas de acabar con el asqueroso modo de vida capitalista se nos aleja.
Para ayudarnos debemos comenzar con un currículo educativo verdaderamente revolucionario tomando el toro por los cachos. El gobierno ha sido muy permisivo a ese respecto y ha dilatado el tema por negligencia y complacencia de altos funcionarios involucrados en el comercio de la educación y por estar embutidos en su mundo de poder que los mantiene en una burbuja vanidosa que explotará siempre más temprano que tarde. El gobierno le teme a los mercaderes de la educación privada porque la mayoría de sus hijos estudian en institutos privados. Mientras no fortalezcamos la educación pública seguiremos con una mesa de tres patas.