El cuervo consular Héctor Abad Faciolince y su perpetua carcajada

Cómo ríen, con qué agudeza inventan y cómo se regodean en sus miserias. El tipo se llama Héctor Abad Faciolince, y he aquí lo que es y lo que ha hecho: Nació en Medellín en 1958. Inició estudios de medicina, filosofía y periodismo en su ciudad natal, pero por su innata genialidad, ninguno concluido. Sabe de lenguas y de dedos. Catador, digo. Se desempeñó como columnista de la revista “Semana” y ahora como toda una refinada Ingrid, trabaja en el diario “El Espectador” como columnista y asesor editorial. El tipo también sabe posar. Véanse las fotografías que sobre él se echan por la red, mejor que las estudiadas miradas (de pasarela) de don Mario Vargas Llosa, el connotado coleccionista de hipopótamos rosados. Héctor Abad Faciolince colecciona priapos de etrusco, zulúes, asnos y reyes. Qué de monadas. Don Héctor Abad Faciolince también es gran coleccionista de premios y becas: Premio Nacional de Cuento (1981), Beca Nacional de Novela (1994), Premio Simón Bolívar de Periodismo de Opinión (1998), Premio Casa de América de Narrativa Innovadora en el año 2000, y en China el premio a la mejor novela extranjera del año por Angosta. Un tipazo. Hoy en la granja de “El País”, este cerdo escribe: “Chávez que ladra no muerde”. Es decir, Abad Faciolince quisiera que Chávez mordiera. Y coloca al negro Obama con el ángel de la guardia de Álvaro Uribe Velez. Que son cuentos, este par de ángeles son tan buenos que jamás pensarían en una guerra; son sólo capaces de vender drogas, de traficar con armas y destripar colombianos, afganos, coreanos, iraquíes etc. Sólo eso. Al tipazo de Facio el Lince le encanta Obama. Cómo podría ser de otra manera si nació en la tierra de los eruditos besaculos, de los que van en cuatro manos y en cuatro manos se persignan, escriben y muerden (lo de la “mordida” sin ladrar). Tienen, claro la agudeza de los serviles, de los que venden caro sus agallas. Y cantalea el Faciolince en su estilo (el mismo de aquel Florentino González que pedía a grito que los gringos le violaran) que las amenazas de Chávez, Obama las ha vuelto mucho menos verosímil.

El Lince del Facio carcajea porque Chávez "congela" y el caso es que lo congelado se descongela rápido en estos trópicos y al cabo de unos meses regresan todos, como si tal cosa, a tratar de reanudar el hilo de las relaciones entre dos países llamados "hermanos". A Lince del Facio Abad, le encantaría que quedarán eternamente congeladas. Pero nada dice el Lince del Facio Abad que el tentetieso de Uribe en República Dominicana fue el que corrió a besuquearle las manos y los pies a los presidentes Correa y Chávez, y claro a descogerlas. Pero así son todos estos colombianitos desde que Teddy Rooselvelt los llamó “pequeñas criaturas despreciables”. Han aprendido a comportarse y a ser lo que siempre han sido: el asco de la América del Sur. Y por eso, mientras mejor lo hacen peor para ellos. Este Lince del Facio Abad cree que los vecinos están obligados a cargas con las vísceras colgantes que por todos lados desparrama la sangre de sus hermanos sicarios, guerrilleros y paramilitares. Y por eso critica a Correa esta otra putica (socio de la Ingrid) de los medios de comunicación social, muy bien pagada de sus poses y de su pluma. El Lince del Facio Abad merece otros premios cuando dice que el Ejército ecuatoriano se hace el de la vista gorda ante esta tolerada "violación de su territorio" por parte de las FARC. Añade: “Téngase en cuenta que las fronteras aquí son lejanas, selváticas y porosas, por lo que nada es muy definido y todo puede ser o parecer verdad, como en las fábulas bien construidas.” Qué estilo. El Lince del Facio Abad siempre escribe echando la duda por delante, al tiempo que trata de joder al que quiere. Así se hace el Lince con todos los premios. Como todo buen pitiyanqui neogranadino, disfruta con locura del dedo calloso del bestial paquidermo del Norte. Eres tú, Lince del Facio, como diría el gran Vargas Vila, el lebrel que lame las orgías de sangre de tu patria. Y qué bien mueves la cola. Y por eso tienes esa mirada vidriosa de los perros apaleados. En fin, colombianito. Y sabemos, Lince del Facio, que tú además eres de los virtuosos que sí saben callar. Te repregunto: ¿Por qué ustedes los colombianitos, desde los tiempos de Sámano y más aún de Teddy Roosevelt, sí saben callar y menear muy bien la cola?

Con gran maestría y encarnizado con lo de las fábulas Lince del Facio nos habla del pastorcito mentiroso, de la hostilidad verbal de Chávez que no deja de ser preocupante, y el jilipollas Lince del Facio para que le publiquen en “El País”, suelta esta joya: “uno quisiera un rey que de vez en cuando volviera a preguntarle por qué no se calla. Pero esto es imposible; el coronel Chávez tiene la verborragia de un pastor evangélico.” ¿Lo premiamos de nuevo? Lo premiamos.


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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