El director de Últimas Noticias –Eleazar Díaz Rangel- sacó en días pasados debajo de la manga a refrescar sin querer, la puntual frase del presidente Betancourt; “disparen primero y averigüen después” y, eso fue exactamente lo que este eximio periodista “revolucionario” hizo sin la menor sutileza de estar bien informado tal como lo demanda la ética periodística de quien por muchos años ejerció la docencia en la Escuela de Periodismo de la UCV, formando como guía camadas de generaciones de éstos profesionales que lo más seguro perdió la cuenta de la cantidad exacta de graduandos que pasaron por su cátedra como futuros críticos o mamparas dentro de la comunicación social.
Y en medio de tanta efervescencia de hábitos y tutelajes de principios en la disciplina de conjeturar ideas y, consagrar información veraz que llegue descontaminada al lector en cualquiera de sus formas para complementarlo o más bien brindarle el recreo consciente de un hecho transformado en realidad en línea recta, se nos implica de la noche a la mañana como flamante director de UN que no ha dejado de ser golpista que, generalmente era leído por el pueblo llano de la IV-R de baja independencia intelectual y casi nulos recursos culturales que Capriles supo explotar para su bien como tabloide más dado al chismorreo y al amarillismo mediático con sus páginas soliviantadas de un salvajismo descomunal que después los atrapaba en sus variadas páginas de clasificados, bien explotadas como el soporte económico para entonces y. que hoy navega con buen viento gracias al apoyo incondicional que le ha brindado el presidente Chávez, alabando a su director y paisano como un trovador insigne, cual fiel representante de la verdad sincera de la prensa dentro de la Cadena Capriles.
A la vista de todo el mundo quedó la afirmación que dio Díaz Rangel el 13 de agosto para siquitrillar y trasquilar de una buena vez sin compasión alguna a los noveles trabajadores de Ávila tv al señalarlos ante la opinión pública como unos degenerados y, después con flagrancia y alevosía encerrarlos en círculos rojos como delincuentes comunes sin ser juzgado por las leyes –vaya forma de hacer periodismo-, convirtiéndose en su verdugo inclemente, llevándose por delante en apoyo a su ejército de malandrines y provocadores dentro y fuera del medio, destrozando la moral y los principios básicos del ser humano, desencadenando toda la trama que muy bien ha manejado UN dentro de la Cadena engañosa que le hace el juego a Globoterror como un pastel de chucho que tanto le gusta comer a Díaz Rangel en Margarita sin conocer el chucho.
El mal está hecho y, en consecuencia -gracias a la rigurosidad del director de UN- hay una persona detenida al presentarse a denunciar maltrato físico en su contra por los trabajadores de la Cadena Carriles mal poniendo LOE de desatinos en propaganda vil y, los que fomentaron el desorden en toda su dimensión están exculpados a priori por UN y Díaz Rangel gozando un bolón esperando buenas oportunidades que en el futuro vendrán por joder de frente a un grupo de chavistas que, de una vez deben dejar de leer UN como medio que trata de perjudicar la revolución y sus logros y de un tajo quitarles la publicidad cómplice que le da el Gobierno en contraposición al desacato de su línea editorial y por el respeto que se merece y tiene derecho el pueblo chavista.
Pronto saldrá a la luz pública un nuevo periódico a las órdenes del País como “Correo del Orinoco” para ladrar con fuerza de razón en apoyo del pueblo y sus necesidades, sin excluir ni caer en cuchicheos grupales, cuyo fin debe ser informar la verdad y llene la necesidad que tenemos los lectores del mundo a tener un excelente medio escrito que deje por fuera las patrañas de la desinformación mediática.
Se dice en mi País que el que se pica es porque ají come y, entonces es mejor vomitar a tiempo y no guardar ni dejar en el olvido lo que nos maltrata sin consideración de amor y bien planificada por la oligarquía embrutecedora.
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