Estimados camaradas socialistas, no se preocupen, ni he brincado la talanquera, ni soy un infiltrado en las filas del proceso, el titulo obedece a un sueño casi utópico, que me viene rondando, noche a noche, después de ver La Hojilla.
Primeramente quiero dejar muy clara mi posición, y felicitar al camarada Mario Silva, por el gran programa que dirige, que labor tan ardua, compleja, desgastante, pero harto necesaria, en la defensa, no solo de nuestro camarada presidente, sino de todo nuestro proceso revolucionario.
A estas alturas me imagino que se preguntarán, porque ese titulo, pues como les dije, este es producto de un sueño casi utópico, que tengo noche tras noche y que en estos momentos, quiero compartir con todos uds.
Cada noche al acostarme, después de ver La Hojilla, comienzo a imaginarme como sería Venezuela si Globovision no existiera, si el famoso “Imparcial” de Venevision, realmente fuera imparcial, y si el Sr. Croes, realmente se dedicase a informar de manera veraz en Televen.
Me imagino si todos los periódicos de Venezuela, se dedicaran a INFORMAR las noticias que ocurren en nuestro país, tanto las malas, las caóticas, los errores del gobierno, pero también y a la vez, publicaran las buenas, los grandes acontecimientos, y todos y cada uno, de los logros de nuestro gobierno.
Pienso que las radios dan verdaderos programas de opinión participativos, donde todos los venezolanos tenemos derecho de dar nuestro punto de vista, y no tener que escuchar cientos de programas, sesgados, mediatizados, preparados, con la única finalidad de atacar al gobierno.
Me imagino que los partidos políticos de oposición, incluyendo tanto AD, como COPEI, y todas las nuevas toldas que se han creado, se dedicaran realmente a hacer oposición, es decir, llevar adelante una fiera critica y de manera constante, a los errores y omisiones del gobierno, estando al lado de su pueblo, metidos en los barrios, entendiendo que la circunscripción de Caracas, se extiende de Caricuao a Petare, y no de La Lagunita a el Cafetal y Chacao.
Pienso en un candidato del cambio, uno que sea capaz de marchar en paz, de exigir dentro del marco legal, todos los derechos que la constitución le consagra, y que cuando halla que defender la soberanía de nuestro país, sean verdaderos patriotas, y no advenedizos vendidos a la sazon del mejor postor.
Me imagino candidatos, que al sacar un 35% de votos en una elección, reconozcan de manera hidalga la victoria de su contrincante, y que inmediatamente, se pongan a trabajar en su propia autocrítica, para que entiendan, que la única forma de transformar ese 35%, en mas del 50%, es estando al lado del pueblo, hablando su mismo idioma, y no como en la actualidad, donde la oposición se empecina en ver a nuestro pueblo, con la visión que se obtiene, desde el balcón de un décimo piso.
Me imagino una sociedad, que cuando el gobierno apruebe una ley, la LEA antes de opinar, y que no al ataque solo por atacarla, como hicieron con la constitución, y ahora la enarbolan cada 5 minutos, que sean capaces de sentarse a debatir los puntos que consideren que no son producentes, pero con ideas, con razonamiento, porque somos seres pensantes, y no burros a los que hay que golpear para que caminen.
Sueño con una señora, que publique en el correo del pueblo, una petición de ayuda para una persona en estado de abandono, para que todos podamos ayudar a nuestro compatriota, y no que por el contrario, pida ayuda para un perrito, que este INDIGENTE, es decir BASURA, golpea criminalmente.
Sueño con un país, donde realmente entremos todos, donde un canal de televisión tenga a su pueblo dentro de sus trabajadores, y no una serie de catiritos y catiritas lindas y bellas, para cumplir aquello que pidió el poeta, “por favor píntenme angelitos (periodistas) negros”, o es que nuestra sociedad es Sueca.
Amigos, sueño con una sociedad donde impere la razón y no la pasión, el conocimiento y no la palabrería, la solidaridad y no el egoísmo, donde todos como buenos cristianos, musulmanes, judíos, budistas, hinduistas, en fin, de cualquier religión, apliquemos la principal norma, que es común a todas las religiones del mundo, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Ahora camaradas entienden el titulo, si esta casi utopía de sociedad se erigiera como una realidad, un programa como el de La Hojilla, ya no seria necesario, ya no deberíamos defender al gobierno de ataques falsos y arteros, todos lucharíamos de manera HUMANA, JUSTA y RAZONADA.
Pero amigos la realidad es otra, esto en este momento es solo un sueño, una casi utopía, que si se fijan un poco, este sueño es el mismo de nuestro comandante presidente, solo que el decidió llamarlo “Socialismo del Siglo XXI”, y camaradas esta es la meta y en nosotros esta lograrla, el llevarla adelante, debemos con todas nuestras fuerzas lograrlo, y aunque parece muy difícil, complicado, y tomaría un largo periodo de tiempo, debemos aun así, luchar hasta el fin de nuestras vidas por lograrlo.
Camaradas, piensen un poquito, que pasaría si se cumplieran a cabalidad todas las leyes, que este gobierno revolucionario ha creado, la constitución, la ley de tierras, la ley de medios, la ley de policía nacional, la ley de educación, pues es muy fácil, si todas estas leyes fuesen aplicadas al pie de la letra, por los encargados de llevarlas adelante, hace rato que Globovision estaría fuera del aire, la oposición entraría dentro de los parámetros debidos de protesta, tendríamos muy controlada la criminalidad, y la salud estaría en mucho mejor estado, y a la vez, habrían un numero importante de funcionarios corruptos e incompetentes, fuera del gobierno.
Cumpliendo con solo lo anterior, por fin comenzaríamos a crear de una vez por todas el Socialismo del Siglo XXI, así que camaradas, manos a la obra, los que tengan que aplicar la ley, que la apliquen, y el resto de la comunidad, a exigir a nuestros funcionarios que cumplan con su deber, solo con eso, el cambio en nuestra sociedad seria realmente profundo.
Ya para terminar este articulo, debo dejar en claro una cosa, LARGA VIDA A “LA HOJILLA” Y A SU GRAN CONDUCTOR, MARIO SILVA, y si al fin lográsemos ese mundo casi utópico en el que queremos vivir, nuestro camarada Mario Silva, aunque no tendría La Hojilla, estoy mas que seguro, que seria un gran ministro de información.
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