La posición del ciudadano Manuel Laya, el articulista quien expresa en este mismo portal que Aporrea ya no aporrea, para mí es verdad, pero no porque este medio no lance y pegue, sino porque el Gobierno bolivariano, los ministerios y otras dependencias revolucionarios o no lo leen o se hacen los que no lo leen, y en consecuencia los golpes no surten el efecto esperado en los contrarios, en los enemigos del proceso revolucionario.
Laya expresa que el presidente Hugo Chávez ve Aporrea, pues, con todo el respeto que merece, pareciera no ser así, porque este portal es un termómetro de la situación del país, donde se debaten aciertos y desaciertos, problemas y soluciones, críticas y autocríticas, propuestas, denuncias, todo se plantea por esta vía, sin embargo, a veces no sucede nada, aun cuando se trata de aspectos apremiantes para la revolución.
Son unos cuantos los problemas que, incluso, en ocasiones observamos que el comandante Chávez, en un Aló, Presidente, los dice con asombro y desde hace mucho se ventilan en este medio. Y ha pasado suficiente tiempo para que el Gobierno nacional sepa de la importancia de este periódico digital en el proyecto socialista.
Por eso, particularmente pienso, que Aporrea a veces no aporrea, pero eso no quiere decir que no está a la vanguardia del proceso, por el contrario, a mi juicio quienes no parecieran ganados al Socialismo del Siglo XXI, son algunas de esas dependencias, personeros, ministerios, que rodean a Chávez e imagino que no quieren leer este portal para no enfrentarse a las duras realidades que, lamentablemente, afectan a ese revolucionario a quien se le exige tanto y todavía recibe tan poco en función de lo que se le pide.
Laya se queja de que no se publican notas que aluden a ciertas dependencias, posiblemente no le sacaron alguna, por lo que supongo pertinente recordar lo que es una campaña periodística, la cual Aporrea hace de manera magistral, aunque haya articulistas que de momento resultemos afectados.
Me explico: Cuando se produce un acontecimiento nacional e internacional, donde se requiere el concurso de los revolucionarios en pleno, he visto como los articulistas de Aporrea reaccionan y se enfilan a defender el proceso, a dar la cara por Chávez y este portal les brinda todo la colaboración posible, para abrir así paso a una campaña agresiva y espontánea en favor de la causa socialista.
En esos casos, perfectamente válidos y que se deben apoyar, pienso que puede haber artículos de otros temas relegados a un segundo plano, aunque esta es una suposición de mi parte, además desconozco también si este es el problema que provocó la reacción de Manuel Laya, pero de cualquier manera, este tipo de acciones suceden en los medios de comunicación. Partiendo de tal situación, a mí me ocurre y cuando baja el tenor de la campaña, reenvío la nota. No se trata de pasar de necio o de rogar, sino de vicisitudes del periodismo. Por lo menos ese es lo que yo pienso.
Aprecio que, por ejemplo, desentone que haya una campaña respondiendo al Papá Noé de los colombianos que sobrevoló territorio venezolano, con su traje rojo y el pecho blanco de la cocaína, y de pronto se intercale un artículo sobre el tamaño que deben tener las latas de sardinas revolucionarias.
Mi consejo ahora es que valoremos más bien la moraleja que nos dejan estas circunstancias: los revolucionarios no podemos vivir sin Aporrea y Aporrea tampoco puede vivir sin nosotros, por lo demás opino que más allá del incidente que pudo haber vivido Laya, si hay un medio crítico del proceso es precisamente este portal.
Por lo menos esa es la experiencia de este humilde periodista de barrio que les redacta estas líneas, no porque cubro la fuente de comunidad por parte de algún medio de comunicación social, porque ni siquiera trabajo tengo (en las instituciones revolucionarias no nos quieren o están saturadas y las que se encuentran bajo el mando de la oposición nos cobran el precio de ser chavistas), sino porque nací y resido en uno de estos populosos sectores de Maracaibo, estado Zulia y a mucho orgullo…
(*) Periodista
albemor60@hotmail.com
