La aplastante derrota en Anzoátegui

Consideramos pertinente hablar de responsabilidades, tanto cuando se logran éxitos como cuando se tienen derrotas. En algunos medios donde los camaradas podemos publicar, vemos una tendencia a la defensa a ultranza del Gobernador de Anzoátegui, ante la inesperada, por no decir absurda, aplastante victoria que obtuvo la oposición en las recién pasadas elecciones parlamentarias. Esa defensa al Gobernador llama poderosamente la atención.

Errores hubo y hay que asumirlos. Según leemos, por ejemplo, la selección de candidatos en este estado no fue la mejor. Falló el método de selección, donde al parecer no fue la base la que realmente escogió, sino otros. Pero también fallaron los candidatos que finalmente optaban por los escaño a la AN, o mejor dicho, de casi todos, con muy salvadas opciones. Camaradas denunciaban, desde hacía tiempo, que incluso dentro de los candidatos habían algunos con antecedentes penales. Que en el PSUV no había transparencia, entre otras tantas denuncias.

Pero volvamos hacia la motivación de este artículo y veamos una de las tantas debilidades. Un mes antes de las elecciones tuvimos que transitar por algunas de las vías del estado Anzoátegui. Casi todas, sin excepción, son un desastre.  En una de las tantas autopistas sin culminar que existe, para completar se cobra uno de los peajes más caros del país. Al pasar por dicho peaje, quien les escribe, se identificó como revolucionario y reclamó al cobrador del peaje, que daba vergüenza pagar por una vía que estuviera en tan paupérrimas condiciones. Con toda la tranquilidad del mundo y sin el mínimo signo de arrepentimiento, el cobrador respondió que ese no era su problema, pero que además no le importaba que fuéramos revolucionarios, pues él no era chavista, nos dijo. Ironías: vestía una franela roja-rojita que decía UH! AH! CHÁVEZ   NO SE VA!!.

Además, la indignación, como revolucionario, llegaba al máximo, cuando veíamos en casi todas la vías de Anzoátegui, enormes, para no decir, monstruosas vallas, con la cara del Gobernador y con la reseña, de que ahora en Anzoátegui, con la revolución socialista, si se tenían buenas carreteras. Mentiras, ciudadano gobernador. Lo lamentable de estas mentirosas y costosas vallas, era que el Gobernador aparecía siempre acompañado de la imagen del Presidente Chávez. Seguro estamos, que cada vez que un conductor caía en uno de los enormes huecos de las vías y veía estas vallas, no sentía, precisamente, ganas de apoyar al proceso revolucionario. Algunos sectores de la carretera que conecta Anzoátegui con Miranda, por la vía costera, tiene ya varios meses, por no decir años, en reparación. Quitaron la parte superior de la carpeta asfáltica y aún no la han repuesto, quedando expuesta una superficie irregular, que con mucha frecuencia ocasiona accidentes,  a veces mortales.

Pero ahora, con desparpajo vemos una propaganda nacional en TV donde sale el Gobernador de Anzoátegui hablándonos de sus logros; curiosamente no lo hizo antes del 26 S. Casualmente pone como ejemplo la vialidad. Suena a ironía, no les parece.  

Adentrándonos un poco más en las razones de la derrota en Anzoátegui, nos preguntamos sobre los sondeos de opinión. ¿Qué información manejaba la máxima autoridad del gobierno regional sobre la aceptación de nuestros candidatos y los candidatos opositores?. ¿Acaso no manejaba el Gobernador información de inteligencia, sobre la debacle que se venía?. Curioso, pero los que no habitamos este estado, lo dábamos como super seguro. ¿Por qué fuimos engañados?. ¿O es que acaso no fue un engaño?. 

Anzoátegui es una de las pocas entidades del país que cuenta con importantes y variadas fuentes de ingreso, cosa de la cual carecen muchas otras entidades. Tiene petróleo y una de las petroquímicas más grandes de Venezuela, tiene puertos nacionales e internacionales, tiene una de las cementeras más grandes del país, tiene turismo de playa, el cual es de los más apetecidos del mundo, esto por citar algunas de sus fortalezas.

Es decir, el Gobernador, descontando los efectos de la mediática opositora,  no tiene excusa para no hacer un buen gobierno. Un buen gobierno que llegue a la gente, arrope y convenza a la minoría opositora. Un buen gobierno que diferencie su gestión de aquellas opositoras. Un buen gobierno, que se sienta, cuando se toque tierra anzoatiguense, que se está entrando en un territorio donde la revolución hace las cosas distinta y esto se refleja, por ejemplo, en una excelente vialidad. Un buen gobierno que a la hora de un proceso electoral sepa capitalizar, recoger, los votos que el sistema democrático necesita para seguir consolidando la revolución. Un buen gobierno que oriente, de manera positiva, la masa crítica de los líderes revolucionarios que hacen vida en esa entidad, logrando articularlos para poder consolidar este proceso de cambios que se gesta en el país.

Gobernador de Anzoátegui, asuma su responsabilidad y los errores cometidos conviértalos en fortalezas para el futuro. Pero si Ud. está convencido que los responsables fueron otros, entonces denúncielos. No obstante, pregunte como se hizo, muy bien, en Delta Amacuro, que a pesar de las escasas fuentes recursos económicos disponibles, por no decir, carencia casi absoluta de recursos, se dio un contundente, inequívoco, apoyo a la revolución ganándose los cuatros curules disponibles para la AN.  

(*) Prof. Titular ULA-TÁCHIRA

hr_gomez_60@hotmail.com



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Heriberto Gómez (*)

Profesor Titular, ULA

 heribertogomez60@gmail.com      @ulandino

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