Artículo
8
Queda
decretado que el mayor dolor
siempre fue y será siempre no poder dar amor a quien se ama,
sabiendo que es el agua
quien da a la planta el milagro de la flor.
(LOS ESTATUTOS DEL HOMBRE –Thiago de Mello)
Yo
no se quien eres Saúl. Tampoco se de que aquelarre vienes para promocionarte
como una especie de ángel tropical (de la muerte, claro esta) imponiéndote
a ti mismo la facultad de anunciar la muerte de alguien.
Escribes
desde tu bilis y haces consideraciones sobre la muerte para deseársela
entre líneas al comandante – presidente de todos los venezolanos,
o sea tuyo y mío, entre todos.
Deseas
la muerte y montas una especie de alcabala mental por la que tienen
que pasar los que mueren antes de despedirse de la vida, porque tienen
que despedirse de ti, como lugarteniente de San Pedro.
Las
consideraciones que haces sobre la muerte, realmente son las consideraciones
sobre tu vida, como para decirte desde aquí que el muerto eres
tú, con todo y tus deseos que pudren tu alma.
Para
empezar déjame decirte que dentro de esas consideraciones hay enormes
lagunas de un azufre donde estas sumergido, porque a ese que le
deseas la muerte, sencillamente y para tu despecho YA NO MUERE. Debe
dolerte esto, aunque no creo que pueda dolerte algo porque escogiste
el odio como morfina, eso es lo que revelas.
Extraña
dialéctica esta, la tuya, digo la de tu vida, que no es vida, es muerte.
Por eso hablo yo sobre las consideraciones de tu vida, es decir de alguien
que no conoce lo que es vida y no le quedo más nada hoy que hacerle
un homenaje a Belcebú a través de lexemas y morfemas que fuiste
aporreando y que hablan bien de ti, en la ergástula que decidiste
tu escoger como la perfecta cueva de esclavo del imperio y de
aquellos a quienes le subastas tu palabra.
Tú
y tus profecías, tus profecías y tú hacen del artículo en cuestión
un nítido retrato de ti mismo. Ciego, no sabes lo que es el mal, porque
el mal eres tú al estar embadurnando cuartillas con el claro deseo
de la muerte de otro. A quien le achacas la responsabilidad del mal
que en este país se le ha hecho a mucha gente, ¿a Chávez?,
pues no, tus hipótesis demoniacas las tumba el pueblo, que reza,
que llora, que ríe con su comandante presidente. Tú, dime, ¿a
que llamas ruina?, acaso no ves lo ruin de tu verbo y lo miserable que
son tus deseos, que son de muerte, son de muerte. ¿Quien persigue aquí
en este país nuestro? Sabes que con un artículo como el tuyo, preñado
de deseos de muerte para el presidente tuyo y mío y el de todos, ya
estuvieras tras las rejas en un régimen de los demócratas que tu anhelas.
Un régimen, Saúl que desapareció a jóvenes, a obreros, a campesinos
en nombre de una babosa democracia que surgió como pacto en la quinta
punto fijo y donde se suscribió los deseos de muerte para una patria
que hoy nace para la vida, para el hombre y la mujer nuestra y tu le
hagas la “guayaqueta” a la verdad, por el odio, por el odio que
ya has convertido en creyón.
Déjame
recordarte Saúl, quien de verdad perseguía en este país. Déjame
recordarte algunos actos que enlutaron a mas de una familia en este
país, familia como la tuya, como la mía, que de seguro, a la hora
que empezaste a letrinizar la idea para convertirla en articulo, algunas
madres, como por ejemplo la señora Zenaida Mata de Rodríguez (la madre
de Noel Rodríguez) estaba con los familiares de Chacón Lanza, de Luis
Hernández, moviendo tierras en el Fuerte Cocollar (los tristemente
celebres teatros de operaciones) tras la búsqueda de los huesos de
sus hijos, de sus hermanos. Déjame recordarte que:
1) 08-09-1960, gobierno de Rómulo Betancourt: Ricardo Navarro. Lugar: Sindicato de Trabajadores Petroleros, Lagunillas, estado Zulia. Delito: Los trabajadores exigían claridad en las finanzas del sindicato dirigido por Acción Demoníaca, perdón Democrática (AD). Ejecutores: Hugo Soto Socorro y Luis Tovar, bajo el mando del ex ministro de relaciones interiores, Carlos Andrés Pérez y en el contexto betancourista de "disparen primero y averigüen después”.
2) 26-05-1962,
gobierno de Rómulo Betancourt: José
Gregorio Rodríguez. Lugar: Calabozos de la
Digepol, Los Chaguaramos, Caracas. Fue lanzado de un cuarto piso para
simular un suicidio. Delito: Dirigente popular, miembro del Partido
Comunista de Venezuela. Ejecutores: Esbirros de la
Digepol.
3)19-09-1962, gobierno de Rómulo Betancourt: Omar Ramones Prieto. Lugar:
Plaza Capuchinos, Caracas. Delito: Conmemorar la fundación de la Juventud
Comunista. Ejecutores: Bandas armadas de AD.
4) 28-12-1964, gobierno de Rómulo Betancourt: Miguel Noguera. Lugar:
Cabure, estado Falcón. Delito: Oponerse al gobierno. Ejecutores: Esbirros
de la Digepol.
23-03-1967, gobierno de Raúl Leoni: José
"Chema" Sader. Delito: Oposición al gobierno. Ejecutores:
Bandas armadas de AD y Copei
(Tomado
de Paréntesis Crítico. Blogspot.com)
Acuérdate
de esto Saúl, acuérdate que no eres tu el que fija los plazos de los
ciclo vitales. Deja de una vez de lado esa pretensión que tiene de
ser un semidiós. No sigas imaginándote a esa sala llena de sueros
y piticos de alarmas. No sigas imaginando a la muerte allí. Haz como
los que creemos en la vida y empieza a imaginar un mundo de iguales.
espanel7@gmail.com