¿Hay uniformidad en el pensamiento ideológico de las derechas criollas venezolanas? Ella sería la primera inquietud a la cual nos enfrentamos en el marco de la Revolución Bolivariana cuando consideramos las políticas contenidas en la revolución de cambios profundos del Estado burgués capitalista hacia la conformación en permanente perfectibilidad del Estado socialista y comunitario. En ese marco referencial podríamos aceptar que, básicamente, todos los componentes sociales de derechas estarían conformados por un solo y único conjunto que se adhiere a la continuidad del sistema capitalista en Venezuela como sistema de Estado para regir los cotidianos destinos de toda la población venezolana, las políticas de la República y las políticas de dependencia del Estado venezolano con los centros ideológicos y de poder del capitalismo global considerando las actuales realidades de reingeniería del propio sistema capitalista vista y conocida las realidades que se vienen exponiendo cuando el propio sistema capitalista ha obligado a esos centros de poder asumir sus realidades de crisis estructurales por, nos opinamos, excesos en la relación de industria-materias primas-consumo-finanzas (sin descartar otras variables económicas: mercado de estupefacientes, por ejemplo).
Lo inmediato anterior expuesto como primer fundamento explicativo de lo que nos consideramos como las realidades de las derechas criollas venezolanas; al tiempo se le debe reconocer las objetivas diferencias que consideramos están presentes en las expresiones ideológicas de esas derechas referidas. Nos estamos refiriendo que aunque ellas, las derechas, comulgan al unísono con los paradigmas del sistema capitalista ello no implica que esa adhesión se exprese en la misma praxis según los propios sistemas filosóficos que esas derechas consideran son los apropiados para sus propios intereses de clase.
Los pensamientos ideológicos que han sustentado al sistema capitalista se han presentado ante la Historia según las propias realidades de los desarrollos que se efectuaban, inevitablemente, en el diálogo dialéctico de las relaciones de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción cuales se fueron “complicando” (permítasenos el vocablo) cuando los desarrollos en la técnica y las tecnologías han impactado, seria y profundamente, no solo las realidades de los bienes de capital y las luchas laborales y sociales sino también han profundizado en la alienación global social gracias al consumo desaforado e irracional con sus lógicos impactos globales.
El “caso Venezuela”, históricamente, tiene sus propias particularidades y curiosidades en cuanto economía nos referimos desde los tiempos coloniales cuando la “economía llanera” (sí se nos permite) era asimétrica con respecto a la economía que la corona española le imponía a la “colonia venezolana” a pesar de la juridicidad provincial. Posterior a la Independencia, objetivando la realidad en la mano de obra existente para aquellas fechas posteriores en territorio venezolano independizado en calidad parcial, podríamos exponer que, prácticamente, el siglo XIX venezolano fue expresión de caos por las razones históricas conocidas y no es hasta el descubrimiento del petróleo y su incorporación en la economía venezolana que se asienta una realidad que Asdrúbal Batista denomina como “estado rentista” (Jorge Giordani dixit). Curiosamente, es durante el siglo XIX europeo cuando se expresan diferentes filosofías relacionadas con las realidades económicas en desarrollo. El “laisser-faire”, el marxismo y la “Rerum Novarum” entraron en el mundo de las contradicciones ideológicas en tanto y cuanto las realidades objetivas del desarrollo del sistema capitalista que, podríamos decir, terminó calificándolo Vladimir Ilich Lenín con aquella frase del “imperialismo, fase superior del capitalismo”.
En ese marco referencial, se nos presenta una interrogante importante: ¿Qué significa “estado rentista”? Su respuesta es fundamental porque ella nos permitirá comprender la ideología que ha condicionado la conciencia de clase de todos los sectores sociales venezolanos, el político incluido, para contraponer realidades revolucionarias actuales y las respuestas de clase de las derechas criollas ante la Revolución Bolivariana. Una otra pregunta que se presenta, sin respeto, sería: ¿qué significa ese “estado rentista” con las realidades globales del desarrollo del sistema capitalista mundial durante todo el siglo XX hasta la determinación inobjetable e inapelable de las políticas propuestas por el Comandante Chávez Frías para las transformaciones profundas del Estado burgués venezolano hacia el Estado socialista caminando hacia lo comunitario? Una más inquietud que nos asalta es ¿cómo están reaccionando esas derechas en el marco ideológico ante las propuestas ideológicas revolucionarias, socialistas, humanitarias, nacionalistas y comunitarias en curso en Venezuela? En ese sentido, una diputada de derechas, quizás la representación más expresiva de las tesis de las derechas internacionales en el marco de las ideologías expresadas durante la denominada “Guerra Fría”, expone, ideológicamente, que Venezuela “…camina hacia el comunismo…” Una respuesta sencilla y obvia a esa caracterización de la Revolución Bolivariana es que, objetivamente, una realidad sustentada en un Estado comunista requiere de tiempos históricos no presentes en las actuales realidades del sistema capitalista global, ni en las actuales circunstancias de desarrollo económico (estructural y super-estructural) de Venezuela en el marco del proceso de la Revolución Bolivariana. Entonces ¿Por qué la diputada expone ese paradigma ideológico en negatividad cuando hasta los manuales de economía le podrían demostrar de lo erróneo de su argumentación ideológica?
En ese mismo orden de ideas, en el plano internacional, concretamente, a nivel continental americano, las ideologías de las derechas se vienen expresando de diferentes formas. En el caso de Argentina, José Vicente Rangel, en su columna “El Espejo” (Ultimas Noticias. Caracas, 03 diciembre, 2012, pág. 20) lo expuso, diáfanamente, cuando comparó la actual línea de pensamiento (ideológico) entre un dueño de algún periódico argentino y las expresiones ideológicas (absurdas, por demás, viniendo de un jesuita) de Luís Ugalde s.j. Fundamental leer lo expuesto por JVR (en la columna referida) porque nos permite visualizar la “ideología latinoamericana” que ha imperado durante todo el siglo XX al sur del estado de la Florida (EEUU de América). Esa lectura (que debería ser de obligada lectura para todo político) nos dirige a expresiones de gobiernos en la Región referida que comulgan con las tesis propuestas por la democracia-cristiana (léase: ODCA) donde se vienen imponiendo paradigmas económicos de profunda alienación del trabajador en camino a lo que nos permitimos definir como su transformación en “siervos de gleba”, siguiendo las tesis de Umberto Eco en cuando a que las sociedades globales caminan hacia la “nueva Edad Media”, post-moderna, diríamos nos. Así mismo, en Venezuela se ha expresado, aún cuando en las actuales realidades está en “profunda crisis”, la ideología social-demócrata, aquella ideología que tanto agradaba a trotskistas venezolanos que “no se mojaron con el pueblo a pesar de usar al pueblo (Juan Bimba)”. Esta ideología social-demócrata, en el caso venezolano, tendría dos (2) caminos a seguir: el del PSOE (Partido Socialista Obrero Español –sic-) y/o el criollo venezolano que expuso, en su praxis, aquel sector de Acción Democrática que se representó en don Luis Beltrán Prieto Figueroa desde el gobierno de don Rómulo Gallegos.
Visto lo arriba expuesto como propuesta para su conversación, Marciano podría alcanzar la respuesta a sus inquietudes de los porqué de las incomprensiones (¿ignorancias?) que las derechas venezolanas mantienen como oposición y su necesaria y lógica presencia en el Estado venezolano en el proceso de revolución permanente criollo hacia el Estado socialista y comunitario; es necesario y obligado exponer que, entre-líneas, Marciano nos deja conocer, una y otra vez (en variadas ocasiones, directamente), las razones de esas incapacidades de permanentemente practica de las derechas criollas para oponerse al Gobierno del Comandante Chávez Frías (¿ideologías chucutas?). Nos, no estamos expresando una contradicción entre la primera y segunda frases sobre lo que viene exponiendo Marciano en su columna del diario VEA sino que, como buen guía, con esas lecturas en sus líneas reflexivas nos obliga a repensar las calidades de nuestras propias conciencias revolucionarias. Por cierto, ¿quién es Marciano?
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