Con el mismo título escribíamos hace unos años, a estas alturas en inicio de un nuevo año, volvemos a hacerlo, cambios en los comentarios , quizás los mismos, a otra potencia más elevada, excepto que en esta oportunidad el destinatario es la cúpula agrupada en eso que llaman la MUD, centro de referencia en materia estúpida y pueril, lo primero, por sus actos los conoceréis, en cuanto a lo otro, la conducta casi infantil, nos presentaba la lectura de un comunicado desafortunado, incoherente, repleto de vaguedades e inconsistencias por tratarse de un mensaje supuestamente político.
El dirigente de esa cosa, en un tono desafiante, como si la oposición fuese la que ganó la presidencia y las regionales de gobernadores, no desmintió rumores, como lo haría un opositor serio y autocrítico, el texto para tirarlo en la basura, alejado de lo cortés, de la sindéresis política, del concierto del país que vivimos, en fin un discurso apocalíptico con imprecisiones acerca de la opción para la toma de posesión del presidente, omisión, ignorancia o mala intención, se desprenden de allí.
Por otra parte, los que secundaban el acto, pareció extraídos de las catacumbas de las derrotas, desencajados, risas de labios apretados, posturas desiguales y caras compungidas, me preguntaba un amigo, sobre lo que buscaban con ese comunicado “balurdo”, expresión utilizada, tratando de calificarlo, porque en sano juicio no encontró otra palabra para describir lo que oía, tan siquiera lo escuchaba.
A la par de ello, toda una campaña necrofílica parecida a los golpes de pecho que se dan en las iglesias, en demostración de lo que llevan por dentro, de lo que sus verdaderas intenciones ocultan.
Como sabemos lo que es el escualidismo, pasemos al análisis del estupidismo, primero la definición: torpeza notable en comprender las cosas, en individual: necio, falto de inteligencia. Precisamente sobre la inteligencia, indudablemente la tienen, la manipulan, será entonces, preguntamos de nuevo: es posible manipular la inteligencia o somos nosotros que vemos al país al contrario, tantas veces que pierden y vuelven a tropezar contra la misma piedra y amen de ello, actúan con un optimismo restringido que sabemos no les llena el alma, solo cuando los bolsillos en su razón de ser, están llenos de lo que siempre han pretendido, los billetes y verdes, tan siquiera los de aquí ya ni le gustan porque como ellos dicen, están devaluados.
Que clase política tenemos en la actual dirigencia de la oposición venezolana, por eso están como están, como dice nuestro amigo Nolia, no es una ofensa para quienes en su proceder y hacer, no demuestran en todos estos años una sola pizca de nobleza, sí, no es una ofensa, es un camino escogido por ellos, el del escualidismo irracional, golpista, intrascendente, irreal a una etapa superior, llamemosla de esta manera, es decir, que el estupidismo se convierte entonces en el calificativo por excelencia para denominar a esta clase política, desacertada, llena de odio, viudos y viudas del puntofijismo de la peor realea, no renuncian sencillamente porque la dignidad es una calificación fuera de sus conceptos vagos y calculadores.
Por último y es bueno decirlo, con esa clase política no hay posibilidades reales de concertar y mucho menos de llegar a algún acuerdo, la Junta Directiva de la Asamblea Nacional seguirá siendo roja rojita y punto. Viva Chávez.
rafaelfebles@yahoo.com