El “Gigante de Nuestra América” se crece cada día no sólo en Venezuela, sino en el mundo entero. Los improperios, las ofensas y el irrespeto del canalla candidato del imperio y de la burguesía no hacen mella, por el contrario, lo eleva aún más.
El canalla fascista vociferó con un guión cuya autoría intelectual parece provenir de los laboratorios de guerra sucia del Pentágono, de la propia CIA. Pero es no sólo un candidato gris que ya fue derrotado por el propio comandante Chávez, sino que el energúmeno estaba fuera de sí, ido del escenario donde estaba plantado que quizá no sabía dónde estaba, pues los ojos los tenía desorbitados, miraba a su alrededor sin concentrarse en un punto, estaba en otra galaxia, solo, pues ni siquiera un “dirigente” de la mal llamada MUD lo acompañó.
Contrario a lo que sucedía y sucede en Fuerte Tiuna, en la Capilla ardiente, donde yacen los restos mortales del Prócer del siglo XXI Hugo Chávez Frías, arropado por su pueblo que le quiere, le admira y pide que descanse en el Panteón Nacional.
La multitud se expresa: sollozos, lágrimas, gemidos, interjecciones de pesar, de dolor y mucha tristeza.
“Por Dios, es Chávez, porque lo permitiste”, estalló en lágrimas una mujer de mediana edad la tarde del miércoles cuando por un segundo apenas vio el rostro del comandante, con su boina roja, como si estuviera dormido, pero el llanto no paró en esta mujer que se fue a un rincón a rendir homenaje a Chávez.
Y es que el Paseo Los Próceres quedó pequeño para la multitud: Hombres, mujeres, niñas y niños, adolescentes, de todos los rincones del país, de variada procedencia social, todos con la tristeza visible, llorando la partida de quien luchó a favor de los humildes de la tierra.
Mientras tanto, el canalla y su equipo fascista, de algunos traidores, corruptos y serviles al imperio que tanto denunció y combatió Chávez, están solos, esperando su propio entierro político, sin pueblo, pero sí con muchos dólares.
Chávez es el “gigante de Nuestra América”, que nadie lo dude, tal como lo afirmara el comandante Fidel Castro: es tan grande que él mismo no lo sabía.
*Periodista-Politólogo
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