Como tres días antes de la muerte física de nuestro querido Comandante Chávez, el 5 de marzo, aquí donde yo vivo en Táchira, empezaron los apagones diarios, de duración de 2 a 3 horas, y a veces más de una vez por día. Nosotros los chavista chavistas sabíamos muy bien que habían empezado los saboteos para sembrar zozobra en preparación para las elecciones presidenciales del 14 de abril.
Aquí en este pueblito, creo que hay 4 camiones grandes de publicidad de Capriles Radonski, con música y todo. Cada vez que se iba la luz, salían los 4 camiones, con la voz de Capriles diciendo que si votaban por él, se acababan los apagones. Nosotros los chavista chavistas nos reíamos. Pero los medio chavistas, y falsos chavistas decían, “Ya basta, mira los que está pasando, esto no sirve, no voto por Maduro.” No importaba cuanto les decíamos que era sabotaje, y que esto siempre ha ocurrido antes de cualquier elección, nada les entraba en la cabeza, y ni siquiera hacían el esfuerzo para recordar el pasado.
Estos apagones siguieron cada día desde entonces, hasta el día de las elecciones. Desde entonces, nada. Qué casualidad, ¿verdad? Pero nadie está diciendo nada, calladitos, como si nada hubiera pasado, negando la obvia realidad. Calladitos. Los opositores, igual.
Tengo ganas de decirles, a esos pseudochavistas, “Te lo dijimos, ¿viste que se acabaron los apagones?” Pero no creo que sirviera de nada.
Ojalá se arrepientan.
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