La oposición venezolana dirigida por los gringos, la derecha colombiana y el sionismo internacional, ya tiene una estrategia clara para –según ellos- derrotar la Revolución Bolivariana y revertir los logros fundamentales de este proceso.
El primer paso de la estrategia contrarrevolucionaria es formar una “nueva mayoría”, por eso se enrumbarán a convertir las elecciones municipales del 8 de Diciembre próximo, en un “referéndum”. ¿Lo lograrán?
Capriles ha asumido la jefatura de campaña a nivel nacional y ya anda acompañando sus candidaturas en las principales ciudades del país. He aquí un aspecto táctico de esta estrategia: la oposición jugará a sacar más votos, aunque gane menos alcaldías, para insistir en la tesis desestabilizadora del “fraude” en las presidenciales del 14-A, y seguir empujando la conformación de esa “nueva mayoría”.
¿Quiere decir que la derecha criolla renunció a la vía insurreccional o golpista para retomar el poder? No, esa vía nunca la descartarán, y la política de aparentar ser “mayoría” es parte del plan sedicioso.
La derecha también conoce el manual leninista que explica el estallido insurreccional a partir de la maduración de las condiciones objetivas y subjetivas, vale decir, el deterioro económico y social junto al malestar ciudadano que se expresa en conflictividad política. Recordemos que connotados traidores de la vieja izquierda están hoy al servicio del enemigo imperialista.
Fenómenos estructurales de nuestra mono exportadora economía rentista, como dependencia de importaciones, devaluación, inflación, fuga de capitales (incluido el talento humano), desabastecimiento, todos azuzados como arma de guerra por la oligarquía, aunados a problemas de servicios públicos, bajos salarios, contrabando de extracción, inseguridad, calientan un clima de por sí complejo.
Hay que apuntar que las redes del crimen organizado, con presencia determinante del paramilitarismo colombiano, controlando mercados populares, sistemas informales de microcrédito usurero, aplicando el terrorismo comunitario, están absolutamente en sintonía con el plan derechista. En ello trabajan expertos en operaciones encubiertas formados por las agencias de inteligencia imperialistas.
Capriles, actuando según guión que lo convierte en “presidente alterno” de hecho, haciendo total dejación de sus obligaciones como gobernador del estado Miranda, con la más absurda impunidad, se da el lujo de hacer “diplomacia” conspirativa con el erario público.
Pero llego al tema del título del artículo -para no abusar del espacio del texto- a decir que La Cabra Capriles ha planteado convocar a otra Constituyente para recortar el mandato de Nicolás y entregar PDVSA a quienes le dirigen y financian desde Colombia. Ese es el asunto de fondo.
¿Se lo permitiremos?
