Uno enciende el televisor y mira los discursos de la dirigencia de la MUD, uno los escucha criticando las políticas del Gobierno, y uno se imagina que ellos son una maravilla.

Uno ve a un personaje como Capriles hablando del Gobierno, uno lo escucha hablando de manera simultánea como de mil problemas estructurales a la vez, diciendo que los pueden resolver instantáneamente, y uno dice: ¡coye, chico, esta es la gente que necesita el país!

Pero por mera curiosidad, a uno se le ocurre darse una vueltica por el estado Miranda… y uno entiende que lo que le están viendo a uno es la cara de bolsa.

Y es que uno no puede cansarse de recordarlo, porque no hay nada peor que olvidar la historia y sus protagonistas: quienes hoy se presentan con flamantes discursos afirmando que son el “futuro” son quienes en el pasado hicieron lo que les dio la gana con el pueblo. Hoy el liderazgo de la derecha venezolana no representa solo a la vieja clase política, sino también a la clase económica de siempre, a los denominados “amos del valle”. El mejor ejemplo es Primero Justicia, partido formado por los hijos de ambos sectores, tal es el caso de los señores Caldera o Guanipa en el caso de los sectores políticos, y el señor Capriles Radonski, dueño de grandes empresas, y que pese a llenarse la boca realizando extravagantes ofertas electorales supuestamente en beneficio de los trabajadores de Venezuela, jamás se le vio hacer nada de eso como empresario a favor de los trabajadores de su empresa Cinex, y el que no me crea que vaya y pregunte.

El punto grave aquí es que, por diversas razones entre las que destaca la influencia de ciertos medios y la industria cultural del gran capital, buena parte de nuestro pueblo, específicamente quienes forman parte de los sectores urbanos de la denominada clase media, vienen votando de manera automática –algunos hasta de manera emocional– por esa clase política en los últimos procesos electorales.

El resultado de eso ha sido nefasto para todos, porque no se vota por gestiones eficientes sino que se vota por chavismo o antichavismo, y bien vale la crítica en el mismo tono para los sectores revolucionarios, que en oportunidades hemos mantenido alcaldes ineficientes solo por solidaridad partidista o por seguir “la línea de arriba”.

Lo cierto es que en el caso de la derecha, a quienes algunos apoyan como símbolo de eficiencia, esa supuesta eficiencia no se le ve por ninguna parte cuando es ella la que gobierna. Y si no me creen les invito a echar un pequeño vistazo a lo que es la derecha gobernando… no hace 20 años sino ahorita mismo, aquí en Venezuela:

CARLOS OCARIZ

Prometió que extendería los trabajos de aceras que se hicieron en el municipio Chacao desde Los Palos Grandes hasta Petare y también dijo que extendería el elevado de Petare hasta la Lebrún y lo uniría con la autopista: ¿Dónde está eso?

Aseguró que controlaría la economía informal y en su gestión esta se quintuplicó en la redoma de Petare, llegando hasta lugares en las que antes no existía como Palo Verde o Los Cortijos.

La basura en Petare llega a niveles estratosféricos, y como es característico de los militantes de su partido, si bien acepta el problema, afirma no ser el responsable. Si el responsable del desborde de la basura de un municipio no es el alcalde, ¿entonces quién es?

En el sector Vista Hermosa de Petare engañó a 44 familias ofreciéndoles 100 mil bolívares a cada una para la reparación de sus viviendas, y una vez aprobados los recursos les entregó solamente 30 mil, sin que hasta ahora se sepa dónde quedó el resto.

Un alcalde tan mediocre que durante la última campaña presidencial, conjuntamente con Capriles, realizaron entre ambos una “marcha contra la inseguridad” en el municipio Sucre. Entiéndase bien esto: un alcalde y gobernador que realizaron una marcha “contra la inseguridad” en el estado y el municipio en el que uno es alcalde y el otro gobernador… ¿Y para eso no es que está precisamente un alcalde y un gobernador?

Su eslogan institucional es “una obra cada ocho horas”. ¿Dónde será eso? ¿Alguien sabe dónde están esas obras?

Hermana o hermano venezolano que vives en el municipio Sucre y lees estas líneas: ¿Realmente existen tales obras? ¿Realmente Ocariz tiene una gestión que se pueda defender?

EVELING TREJO DE ROSALES

Electa máxima autoridad del municipio Maracaibo con los votos de Manuel Rosales en el año 2010, Eveling Trejo despilfarró por completo el capital político que su esposo le legara.

Durante su gestión ha venido gobernando a distancia, pues para nadie es un secreto que se la pasa más tiempo en el Perú con su esposo que atendiendo las funciones para las que la eligió el pueblo marabino.

La basura por todo Maracaibo es tanta que si se intentara construir la Torre de Babel con eso se llegaría al cielo el primer día.

La delincuencia en la ciudad cabalga galopante, conociéndose la existencia de vínculos entre el hampa organizada y el paramilitarismo. Mientras eso ocurre, la Policía Municipal carece del equipamiento necesario y existen fotos públicas sobre el estado de abandono en el que se encuentran decenas de patrullas que en algún momento funcionaron para brindar seguridad al pueblo marabino.

CAPRILES RADONSKI

Como alcalde de Baruta fue un mediocre absoluto: nunca se recogía la basura en los barrios de Baruta, y todas las avenidas del municipio estaban llenas de huecos, todo el que viva en El Cafetal, Chuao o Caurimare –solo por decir algo– sabe que no miento.

En la Gobernación superó con creces la ineficiencia que tuvo como alcalde de Baruta. Durante su primer período como gobernador se construyeron cuatro grandes obras en el estado Miranda: el Metro de Los Teques, el Metrocable de Mariches, el distribuidor Los Cerritos y el elevado Bicentenario… Ninguno de los cuatro fue construido por la Gobernación, todas estas obras fueron realizadas por el Gobierno Nacional.

Durante su gestión, Miranda se convirtió en uno de los tres estados más inseguros del país.

En su obsesión por hacerse con la presidencia de Venezuela a cualquier costo, ahora se la pasa viajando por el mundo, anunciando reuniones con presidentes, que nunca terminan de concretarse en la realidad. Con quien si se ha reunido es con funcionarios y aliados de la dictadura pinochetista en Chile como Jovino Novoa o Patricio Melero y también con el compadre de Carlos Andrés Pérez en el Perú: Alan García, politiquero de la misma estirpe de CAP en Venezuela. Y mientras Capriles vive ausente, para los actos de la Gobernación quien asiste es Adriana D´Elia, secretaria de Gobierno del estado Miranda, funcionaria por quien nadie ha votado para que sea gobernadora.

Experto en inaugurar obras que no existen, vive de la publicidad que le brinda un soberbio aparataje de propaganda. Tal es el caso del preescolar Mis Primeros Pasos, en los Altos Mirandinos, el cual fue inaugurado con bombos y platillos con transmisión en vivo, y cuya estructura en realidad nunca fue terminada. Por demás queda decir la gravedad del asunto cuando hablamos de un centro educativo con niños pequeños, que cuando llueve cae más agua dentro que fuera de la estructura y que, por si fuera poco, en la valla que publica su construcción no dice por ninguna parte el monto invertido en la obra.

Por espacio me faltó Ledezma, cuya única obra es un bus que pasa cada 12 horas y miles de botados de la Alcaldía Metropolitana.

Todos estos personajes utilizan sus cargos no para hacer gestión en beneficio de la gente, sino para atacar el Gobierno.

Que semejante grupo de personas se llene la boca hablando de “eficiencia” es un insulto a la inteligencia de cualquier ser pensante.