El Papa dedicó 20 minutos a Henrique Capriles en El Vaticano, una cita de esas que son como los favorcitos inmerecidos que a veces Dios nos hace. ¿Pero él sabe por qué? Hay que recordar que a Dios la política también le interesa, sobre todo, cuando las ovejas andan descarriadas y merecen una alada de orejas.
Al parecer, Capriles es poco conocedor de los aspectos formales que un encuentro de esta categoría. No se pudo aguantar y al salir del encuentro cometió el sacrilegio de contar a la prensa aspectos dichos por el Papa con puntos y comas. Imprudencia, torpeza o rabieta por no alcanzar nada más allá que la foto protocolar.
En un trabajo anterior publicado por este mismo autor en aporrea.org destacábamos el afán de protagonismo de Capriles, en aquel momento candidato presidencial, quizás mal asesorado en la dimensión internacional que deben dominar los políticos.
También existen varias referencias críticas al comportamiento de Capriles relacionados con la iglesia católica y su viaje al estado Vaticano. En su artículo, Capriles, la oveja descarriada y el pastor de hombres, el crítico, periodista Eduardo Gómez, califica el encuentro de falto de contenido y sin trascendencia después del relevante paso del Jefe del Estado venezolano, Nicolás Maduro, al ser recibido por El Papa y reseñada la misma como muy positiva por los medios de prensa acreditados.
La oposición venezolana la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) envió a sus hombres a Roma con la misión “loca” de tratar de inmiscuir a la Iglesia en los asuntos internos de Venezuela. Gesto mal calculado y hasta grosero que la renovada dirigencia vaticana rechaza por ser contraria a los valores que debe velar se cumplan en las relaciones con los Estados y sus representantes electos.
La relación de Capriles con parte de la iglesia reaccionaria venezolana no es nueva, ya lo protegieron de las autoridades cuando era buscado por la justicia venezolana por los hechos del 11, 12, 13 de abril de 2002, durante el golpe de estado cuando éste siendo el alcalde comandó las fuerzas que asediaron la embajada de Cuba. En la Iglesia o Parroquia de la Caridad del Cobre, en la urbanización Santa Paula de Caracas, Capriles tuvo la protección de los curas de origen cubano que allí estaban en esa fecha.
Pero hay más, alguien se ha preguntado ¿quién nombró a Ramón Guillermo Aveledo, Secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad? Sin dudas la relación de este político de la IV República con la agrupación Opus Dei internacional es la razón. ¿Quién acompañó a Capriles al Vaticano? ¿Por qué?
La cúpula de la Iglesia Católica en Venezuela está en la mira del Vaticano. Tanto por la necesidad de desempeñar su rol espiritual y de solidaridad con los humildes como por sus malas relaciones con el Estado venezolano. Situación insostenible que pone en crisis las relaciones de la Iglesia con el Estado y que fundamentalmente afecta la labor proselitista y humanitaria de esa institución.
El resultado electoral es la señal que cierra el esfuerzo opositor en todos los ámbitos, ahora vienen los reacomodos en la MUD con los adecos en primera opción. Por el contrario Primero Justicia tendrá que reinventarse en el escenario natural que le queda de cuatro tristes alcaldías. El último respiro de Capriles.
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