Los “alegres viajeros” no tienen ética con sus seguidores

Nadie puede caerse a mentiras con la Derecha estadounidense pues ellos seguirán intentando quebrar la estabilidad de la revolución bolivariana y del jefe de gobierno Nicolás Maduro. Y lo seguirán haciendo tal como lo vienen –también intentando- contra el máximo jefe de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa.
Y seguirán en la conspiración, valiéndose de los cipayos que esa Derecha tiene en Venezuela, Colombia, Ecuador y Bolivia, por mencionar unos pocos países. No es que en otras naciones no tengan sus cipayos, porque es bueno que se recuerde que el dólar, todavía, sigue mercadeándose y además, secuaces los hay en todas partes del mundo. Nada debe extrañarnos pues, la existencia permanente entre los opositores a la revolución venezolana de la conocida expresión esa que dice:

¡No hay nadie que aguante un cañonazo de 50 mil dólares!

Y por eso mismo no debe extrañar a nadie la viajadera de los políticos de la oposición venezolana pues se trata de un recurso demasiado antiguo, aplicable antes de la aparición del papel moneda.
Si vemos los destinos hacia donde salieron los presuntos líderes de la oposición venezolana, hay que decir que el ticket mas económico en esos días navideños presuntamente era el que tenía por destino la República Dominicana y había que solicitarlo mucho antes, es decir, por los meses de julio-agosto, lo que quiere decir, que los dólares parecían estar muy bien asegurados con tiempo o los pasajes habían sido adquiridos desde otras localidades y enviados a los viajeros.
¡Así de fácil¡

Ahora bien, carece de sentido común armar una algarabía porque la Ministra de Comunicación e Información Delcy Rodríguez publique a través de su tuiter un listado de esos “alegres viajeros” que, si no me equivoco hacía mucha referencia Últimas Noticias, cuando estaba vivo Raúl Hernández.

Para comenzar, toda esa información es pública, está en manos de instituciones de carácter público y la manejan funcionarios públicos, quienes están obligados a informar acerca de lo que hacen como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, cuyo contenido es absolutamente público y debe ser conocido por todos los venezolanos.

No estamos hablando de la información que manejan los bancos, que es de carácter privado y que solo debe ser conocida por las autoridades cuando hay de por medio alguna actividad delictiva. Eso es un asunto distinto a un listado de viajeros, de vacacionistas. Ese no es el problema, lo complicado del asunto viene determinado por la carencia de una ética con sus electores, con sus seguidores, quienes por tales conductas se convierten en cipayos de otros cipayos, con la gran diferencia de que no cobran como los otros.


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Pedro Estacio


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