Con el título anterior estoy acotando a mis vecinos de la clase media quienes evidencian el desconocimiento de nuestro maltratado idioma español. Tal apreciación la juzgo en función de las aciagas guarimbas, de moda en las urbanizaciones de la mal llamada “clase pudiente” de Caracas y constituidas con la intención de sacar a MM de la presidencia.
Son sorprendentes, por no decir absurdos, los carteles o pancartas de las que hacen alarde los guarimberos en los cuales pude leer oraciones, frases y anodinas palabras para exigir reivindicaciones o expresar el descontento con el gobierno. Me voy a permitir hacer referencia algunas de estas e intentar evidenciar el desconocimiento de nuestra lengua por parte de los ilustrados e intelectuales de esta clase media profesional.
“Queremos libertad”: En el caso específico de la urbanización donde vivo, los disociados mantuvieron secuestrados durante un mes a sus vecinos, luego cambiaron la modalidad por rezar “rosarios pacíficos” en plena calle, interrumpiendo el tránsito normal de los vehículos. A ciencia cierta, ningún organismo estadal, ni municipal, ni nacional les interrumpió su actividad, por lo demás, ilegal. Conjuntamente diseñaron una especie de “muros de la libertad” para escribir en carteles cualquier tipo de tonterías y nadie se los ha arrancado ¿Sabrán nuestros eruditos de la clase media el significado de la palabra libertad?
“No más represión”: Tal como afirmé anteriormente, los habitantes de nuestra urbanización permanecieron secuestrados por más de un mes y ningún organismo policial ni militar se acercó a esta zona para impedir el almacenamiento de la pestilente basura, la acumulación de escombro y la interrupción del tránsito ¿Qué pasó con la represión?
“No a las violaciones de la Constitución”: Los guarimberos impidieron el libre tránsito de vehículos, imposibilitando de esta manera que las personas acudieran a su trabajo, a un centro de salud, a que los niños asistieran a sus escuelas, los jóvenes a sus liceos y universidades, que los camiones trajeran los alimentos a los automercados, que los camionetas de seguridad bancaria transportaran las remesas a los centros financieros y que los cisternas llevaran el combustible a las bombas de gasolinas. En el peor de los casos, se produjeron lamentables muertes de venezolanos causadas como consecuencia del llamado a la insurrección, instigado por Leopoldo López y María Machado. Cosa más rara, ellos reclaman la violación de la constitución desacatando la Carta Magna. ¿De cuáles violaciones de la constitución están chillando los sabiondos de la clase media?
“No a la inflación”: En este punto me voy a detener un poco, dado que me da la impresión que nuestra clase media asalariada y profesional (los desclasados) desconoce dónde están sus verdaderos enemigos. Es la propia clase sánguche ubicada entre la clase “baja” y la clase “alta”. Viven entre el temor de descender a la primera o que sus integrantes asciendan a su clase y los desplacen y, la aspiración llegar a la clase alta, algo que nunca podrán lograr. Por eso le envidian a la burguesía explotadora sus avionetas particulares, sus yates, el dispendio, las fruslerías y todas aquellas naderías que identifica la clase alta. Esto les ha permitido desarrollar un odio heredado y una discriminación ancestral hacia los “marginales”, tal como ellos los llaman. De la misma manera han acrecentado unos celos resentidos hacia quienes consideran un modelo a seguir. Se mantienen entre la en odio y la envidia, entre el pánico y lo imposible. Es la triste vida de nuestra clase media asalariada. La armonía en su cerebro solo la lograrán cuando dejen de despreciar a los de abajo y de envidiar a los de arriba. No se dan cuenta que son los banqueros, los constructores, los productores de alimentos, los distribuidores, los tenderos, los joyeros, los dueños de los cines, casinos, restaurantes y discotecas, los propietarios de los supermercados, entre tantos los oligarcas quienes le dilapidan los exiguos salarios que le abonan sus empleadores. De este modo, cuando pagan la cuota del apartamento quedan debiendo el condominio, o permanecen endeudados con los dueños de los colegios y liceos y universidades que les aumentan cada año la inscripción y las mensualidades de sus hijos. Nos es la inflación la culpable de sus desgracias, son los oligarcas los que están acabando con sus salarios y les impedirán sus propósitos de ascender hacia la “clase alta”.
“Queremos democracia”: Fue Clístenes (508 a.C) el inventor de la democracia en Grecia donde, algo paradójico, existía la esclavitud. Si nos atenemos al la definición de esta forma de régimen, es decir “un gobierno del pueblo y para el pueblo”, podrán dilucidar si en nuestro país hay o no democracia. En Venezuela se han realizado diecinueve elecciones en las cuales, en algunas de estas, han salido electos representantes de de los diversos partidos en los cuales militan personas de los disímiles estratos sociales. Por fortuna, son mayoría los actores políticos vinculados al chavismo. En nuestra patria disponemos de una Asamblea Nacional, Consejos Legislativos, sindicatos, consejos de trabajadores, juntas comunales, colectivos sociales, comunas, asociaciones de profesores, colegios profesionales, agrupaciones empresariales privadas, entre tantas cofradías cuyos elegidos tienen voz y voto en sus asambleas. Actualmente el presidente MM ha desplegado el gobierno de calle donde participan los vecinos de un determinado sector de la población. Si esto no es democracia, los genios de la clase media profesional asalariada deben consultar un médium para que algún fantasma griego les explique la cuestión.
“Queremos paz”: Extraña manera de solicitar paz: colocando basura y escombro en el medios de las calles, impidiendo el libre tránsito, talando árboles, vertiendo veneno en las aguas para consumo humano, quemando oficinas de gobierno y de empresas privadas, chamuscando universidades y bibliotecas, hiriendo y asesinando venezolanos cuyo único interés era transitar por las calles de su urbanización y defender el derecho que les asegura la Constitución.
“Queremos libertad de expresión”: La oposición tiene a su disposición radio, televisión, periódicos, tuits, feibuc, internet y todo una plataforma internacional mediática para denostar del gobierno del presidente MM y los pobrecitos ignorantes de la clase media asalariada berrean a viva voz en CNN, que en Venezuela no hay libertad de expresión.
Por todo lo anterior y por lo que se me olvida, deduzco que los miembros de la clase media asalariada y profesional no entienden o no son capaces de interpretar un mensaje con más de cuatro palabras. Les recomiendo a los padres que se preocupen por la educación de sus hijos, la cual debe buscar el equilibrio entre el conocimiento y la armonía de vivir dentro y con la naturaleza sin destruirla. Así no quemarán más árboles, ni tampoco contaminarán el ambiente y mucho menos, calcinarán universidades y bibliotecas.
Ahora entiendo la razón del por qué los medioclases asalariados no asimilaron el mensaje de mi comandante Chávez, para eso debían saber leer, entender e interpretar el idioma español. Prefieren el triunfo de las mezquinas ambiciones personales y parroquiales de individuos con mentalidad colonial y no la grandeza de mi comandante. El hombre que se elevó sobre las pretensiones individuales y grupales y decidió acabar con el latifundio, hacerle llegar educación, salud, vivienda a los excluidos de siempre con quienes se mantenía una enorme deuda social. El presidente del pueblo fundador de universidades, hospitales, que construyó vivienda, así mismo, permitió la participación en las decisiones de gobierno a los indígenas, a los estudiantes, a los cultores, a las mujeres, a los afrodescendientes y a los miembros de la diversidad sexual. Fundó periódicos, canales de televisión, consintió la creación de radio y televisión comunitaria, estableció estudios universitarios para los campesinos y los obreros y propició leyes para el beneficio de los pobres. Y lo mejor de todo, consolidó una América unida, no por el vasallaje hacia los EEUU al cual nos tenía acostumbrado nuestros gobernantes durante más de cien años. Contribuyó y retomó, de eta manera, al sueño de Bolívar, la de una inmensa nación regida por un gran proyecto independentista contemplado en el ALBA, UNASUR, PETROCARIBE, CELAC, y MERCOSUR. Retomemos las palabras de Bolívar en la Carta de Jamaica: “Yo deseo más que otro alguno ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”. De seguro, estas palabras no la entienden mis vecinos de la clase media profesional asalariada. Quizás no tienen la culpa.