La CEV paralizará Semana Santa

Luego de leer el sesudo comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, (CEV) que cada vez los distancia más de los postulados del Vaticano y de la obediencia que deben profesar los pastores al Papa Francisco, llegamos a la simple conclusión que algunos obispos venezolanos se volvieron guarimberos y están en contra de la propia Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Sólo basta, por ejemplo, conocer el discurso del camarero del Papa, Diego Padrón Sánchez para entender las coincidencias que la jerarquía eclesiástica venezolana tiene con los guarimberos de la Plaza Altamira y los seguidores del Alcalde (preso) de San Cristóbal, de cuyo nombre no quiero acordarme, en el Barrio Obrero de la hasta ahora conocida como ciudad de la cordialidad.

En este último caso debemos hacer una salvedad, pues el pastor de San Cristóbal, el Obispo Mario Moronta más bien habló de enviar a la cárcel a los guarimberos y ordenó abrir las puertas de los templos del Táchira para reuniones de todos los vecinos en favor de la paz.

Pero volviendo a los obispos guarimberos de la CEV liderados por Padrón Sánchez y secundados por Baltazar Porras en el estado Mérida, estos no aguantaron la tentación de mostrar sus verdaderas intenciones políticas las cuales rompen con los códigos de la Iglesia Católica (no el Código Da Vinci de los templarios).

Resulta que el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana Diego Padrón (deben hacer elecciones pronto) expresó en rueda de prensa su preocupación por la polarización política que vive el país y según reseña el Diario de La Nación de San Cristóbal, el prelado dijo que el chavismo pretende imponer un gobierno totalitario en Venezuela y agregó al referirse a las últimas protestas que las mismas tienen su origen en la pretensión del partido oficial y autoridades de la República de implantar el llamado Plan de la Patria, del cual agregó - se esconde la imposición de un gobierno totalitario.

Las destempladas declaraciones del Obispo Padrón Sánchez no son nuevas, sus reiteradas peroratas y apoyo solapado a la oposición, vienen de hace mucho tiempo y su acercamiento ocasional al Gobierno - en voz baja - sólo han surgido a la hora de reclamar los pagos para el mantenimiento de los gastos burocráticos de la CEV; más no, la de los presupuestos para los párrocos de los barrios pobres del país o de las escuelas de Fe y Alegría, las cuales debemos reconocer cumplen una loable labor y con las cuales el Gobierno ha venido cumpliendo al financiar puntualmente sus pagos a los profesores.

Muy lejos de reconocer y buscar una buena relación con el Estado (cosa que tiene clara el Vaticano y su representante en Venezuela, el Nuncio Apostólico Aldo Giordano) los jerarcas de la CEV parecen reavivar su tradicional conducta golpista del pasado, ahora revestidos de guarimberos y no ocultan su adversidad hacia el Gobierno, al cual prefieren calificar de totalitario y atacan ahora el Plan de la Patria , el cual estamos seguros será su tema en las homilías de las Parroquias del país por época de Cuaresma y Semana Santa.

No obstante, como otra coincidencia directa con la oposición venezolana, el presidente de la Conferencia Episcopal Padrón Sánchez expresó su aceptación a un diálogo sincero por la paz en Venezuela y admitió la mediación del Vaticano; aunque el cardenal Urosa Sabino, afirmara que no ha recibido una notificación oficial.

Lo que si no sabemos los católicos venezolanos es si con esta coincidencia de políticas entre la CEV y la oposición, no se les ocurrirá a estos obcecados obispos guarimberos, decretar la prohibición o paralización de los actos litúrgicos de Semana Santa o por lo menos, escucharemos descargar sus contradictorias políticas de derecha y antichavistas, en los discursos de las siete palabras de la Cuaresma y a los cuales deberemos estar muy atentos ¡Amén!

La CEV paralizará Semana Santa

Por: Marco Tulio Arellano

Luego de leer el sesudo comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana, (CEV) que cada vez los distancia más de los postulados del Vaticano y de la obediencia que deben profesar los pastores al Papa Francisco, llegamos a la simple conclusión que algunos obispos venezolanos se volvieron guarimberos y están en contra de la propia Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Sólo basta, por ejemplo, conocer el discurso del camarero del Papa, Diego Padrón Sánchez para entender las coincidencias que la jerarquía eclesiástica venezolana tiene con los guarimberos de la Plaza Altamira y los seguidores del Alcalde (preso) de San Cristóbal, de cuyo nombre no quiero acordarme, en el Barrio Obrero de la hasta ahora conocida como ciudad de la cordialidad.

En este último caso debemos hacer una salvedad, pues el pastor de San Cristóbal, el Obispo Mario Moronta más bien habló de enviar a la cárcel a los guarimberos y ordenó abrir las puertas de los templos del Táchira para reuniones de todos los vecinos en favor de la paz.

Pero volviendo a los obispos guarimberos de la CEV liderados por Padrón Sánchez y secundados por Baltazar Porras en el estado Mérida, estos no aguantaron la tentación de mostrar sus verdaderas intenciones políticas las cuales rompen con los códigos de la Iglesia Católica (no el Código Da Vinci de los templarios).

Resulta que el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana Diego Padrón (deben hacer elecciones pronto) expresó en rueda de prensa su preocupación por la polarización política que vive el país y según reseña el Diario de La Nación de San Cristóbal, el prelado dijo que el chavismo pretende imponer un gobierno totalitario en Venezuela y agregó al referirse a las últimas protestas que las mismas tienen su origen en la pretensión del partido oficial y autoridades de la República de implantar el llamado Plan de la Patria, del cual agregó - se esconde la imposición de un gobierno totalitario.

Las destempladas declaraciones del Obispo Padrón Sánchez no son nuevas, sus reiteradas peroratas y apoyo solapado a la oposición, vienen de hace mucho tiempo y su acercamiento ocasional al Gobierno - en voz baja - sólo han surgido a la hora de reclamar los pagos para el mantenimiento de los gastos burocráticos de la CEV; más no, la de los presupuestos para los párrocos de los barrios pobres del país o de las escuelas de Fe y Alegría, las cuales debemos reconocer cumplen una loable labor y con las cuales el Gobierno ha venido cumpliendo al financiar puntualmente sus pagos a los profesores.

Muy lejos de reconocer y buscar una buena relación con el Estado (cosa que tiene clara el Vaticano y su representante en Venezuela, el Nuncio Apostólico Aldo Giordano) los jerarcas de la CEV parecen reavivar su tradicional conducta golpista del pasado, ahora revestidos de guarimberos y no ocultan su adversidad hacia el Gobierno, al cual prefieren calificar de totalitario y atacan ahora el Plan de la Patria , el cual estamos seguros será su tema en las homilías de las Parroquias del país por época de Cuaresma y Semana Santa.

No obstante, como otra coincidencia directa con la oposición venezolana, el presidente de la Conferencia Episcopal Padrón Sánchez expresó su aceptación a un diálogo sincero por la paz en Venezuela y admitió la mediación del Vaticano; aunque el cardenal Urosa Sabino, afirmara que no ha recibido una notificación oficial.

Lo que si no sabemos los católicos venezolanos es si con esta coincidencia de políticas entre la CEV y la oposición, no se les ocurrirá a estos obcecados obispos guarimberos, decretar la prohibición o paralización de los actos litúrgicos de Semana Santa o por lo menos, escucharemos descargar sus contradictorias políticas de derecha y antichavistas, en los discursos de las siete palabras de la Cuaresma y a los cuales deberemos estar muy atentos ¡Amén!



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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