¿Quién, Qué? y Cómo? son tres interrogantes básicas para entender el cómo funciona la separación de Clases Sociales en nuestro país en relación a la alimentación. Cada clase se distingue por la forma como resuelve su pregunta:
CLASE ALTA: ¿Quién será el chef que voy a seleccionar para que me elabore los menús?
CLASE MEDIA: ¿Qué tipos y clases de alimentos debo consumir?
CLASE BAJA O POBRE: ¿Cómo hago Dios mío para conseguir que comer?. Danos nuestro pan de cada dia.
Si hay algo que va en contra de los valores y principios, que sustentan el sustrato ideológico de la familia Clase Media, con ínfulas de pequeña burguesía, es el tener que usar su tiempo para proveerse de alimentos y más competir con otros sectores sociales para obtenerlos. Estar provisto de suficientes alimentos y de la mejor calidad, es el primer símbolo de su estatus como clase social, pues ya han superado a otros estratos sociales, considerados inferiores, que cada día luchan, trabajan y hasta delinquen por el pan de cada día.
Si a algo le dan valor e importancia, los sectores de clase media, es a la buena mesa; la cual debe distinguirse por la cantidad y la calidad exhibida. Es a partir de ella, donde se establecen refinados mecanismos de selección de amistades y futuros parentescos. Así ha sido desde tiempos inmemoriales y hoy, cuando ya no cuentan los títulos nobiliarios, ni profesionales, es en la mesa, donde se decide quién es y quien no es, dentro de las estructuras de clases que conforman a la sociedad venezolana.
Un ejemplo de lo afirmado en los párrafos anteriores, es la vergüenza que siente un clase media, cuando es descubierto por uno de los suyos, haciendo colas para adquirir los productos alimenticios subsidiados, que expende MERCAL para los pobres. ¡Trágame tierra!, es lo menos que quisiera le sucediera. Pienso que gran parte del odio de clase, incubado en contra del llamado chavismo, tiene por allí su origen.
Hasta el mes de Diciembre pasado, la Clase Media, utilizando su poder adquisitivo y su relación histórica de Amo-Señor, logró penetrar y corromper a importantes sectores del chavismo para proveerse a bajo costo, de los alimentos básicos que son necesarios e indispensable para elaborar cualquier menú y en el cual, el prestigio de clase social no entra en juego. Tal es el caso de los aceites, carnes, pollos, azúcar, harinas y otros, que el gobierno revolucionario importa de otros países y de la mejor calidad subsidiaos para los sectores de más bajos ingresos. Por eso no era extraño ver como se abastecían las clínicas y restaurants de lujo con estos productos.
La clase media le tiene pavor a la llamada igualación; ver que los pobres de siempre, puedan exhibir mismas marcas de ropas y calzado que ellos usan, puedan ir a los mismos restaurants, teatros, discotecas, Centros Comerciales y además pueden comprar las mismas marcas y modelos de vehículos; copen los aeropuertos y para colmo puedan obtener dólares, les produce tremenda arrechera interior y para frenar esto, decidieron encarecer al máximo todos los bienes de consumo, de manera tal que los tierruos chavistas, no pudieran tener acceso a ellos. De allí los márgenes de ganancia que exhibían en las mercancías, que en algunos casos eran de hasta el 15 mil por ciento.
Cuando el Presidente obrero decide elaborar y decretar una Ley de Precios Justos y establece un margen de ganancia, no superior al 30%, esto lo consideraron inaguantable y decidieron salir de él de la manera que fuera y a como dé lugar. Siendo las llamadas guarimbas exitosas en otras latitudes como en Egipto y luego Ucrania, para tumbar gobiernos electos por los pueblos, decidieron copiar el modelo y de allí que han seguido al pie de la letra el manual de como instalarlas, mantenerlas y agrupar a la clase media alrededor de ellas. Es la razón por la cual este tipo de manifestaciones anti gobierno prenden y se sostienen en las urbanizaciones donde residen esos sectores sociales.
Todo lo anterior no explica todavía, como es que la Clase Media, con ínfulas de pequeña burguesía se pueda estar proletarizando, o sea empobreciéndose. Bueno, comencemos con los alimentos, que es el símbolo más importante que da cachet a esta clase social:
1.-Al mantener cerrados los Supermercados, ubicados en las urbanizaciones donde se desarrollan las guarimbas o al no poder acceder a ellos sus proveedores, debido a las barricadas y al impedir salir a sus habitantes con sus vehículos, esto hace casi imposible adquirir los alimentos acostumbrados y depender de los pocos y de mala calidad que les puedan llevar dese los barrios el personal de servicio doméstico. Además el tener que compartirlos, con los custodios guarimberos a tiempo completo, disminuye la cantidad y la calidad de los mismos, llegando estas familias de clase media, al extremo de tener que consumir el mismo tipo de alimentos de cualquier familia de la clase baja. Este es el primer y más importante paso hacia la proletarización.
2.-El segundo símbolo es el de la vivienda. Ya aquel oasis de paz y seguridad personal que se vivía en la urbanización o residencia dejó de existir. Muchos están deseando irse a vivir a otra parte y aceptarían gustoso que alguien les hiciera una propuesta de compra. El ambiente quedó sellado por el odio, hay familias que ya no se saludan entre ellos y quedó el reconcomio contra el vecino, que no apoyó lo suficientemente a la guarimba. Los delincuentes tarifados, que sirvieron de custodios, se convirtieron en una amenaza y usaran el chantaje para seguir viviendo a expensas de los vecinos. La seguridad ya no volverá a ser la de antes. El precio de Las viviendas ya no será el mismo. La comunidad quedará desbastadas en sus servicios y si el gobierno nacional no les invierte dinero, es muy posible que no recuperen la belleza de antaño con jardines y flores de lo cual se sentían orgullosos sus habitantes.
3.- Habrán mermados los recursos económicos, que antes se destinaban para adquirir el buen vino italiano, el wiski escocés de 18 años y el brandy Emperador francés, con el cual se alegraban las tertulias, el Jamón Serrano español, el aceite de oliva virgen y todas aquellas delicias culinarias traídas de Europa, para impresionar a los amigos, pasaran a ser cosas del pasado y sin estos incentivos para vivir, la Clase Media no tiene vida.
Si las guarimbas no cesan y continua la guerra económica, va a llegar el momento que veremos a Lorenzo Mendoza buscando donde comprar Harina Pan, haciendo cola con Julio Borges y Nicolás Maduro, prototipos cada uno de las clases Sociales que hay en Venezuela en un Mercal cualquiera.