Vinieron a nuestra memoria los asesinatos de Danilo Anderson y Eliézer Otaiza, cuando a punto de acostarnos la noche del 1ro. de Octubre 2014, nos enteramos por boca del Ministro Miguel Rodríguez Torres, titular del Poder Popular para Relaciones Interiores Justicia y Paz, del asesinato de Robert Serra, nos conmovió en más elevada dosis emocional este deceso, pues si es amarga realidad la tristeza que provocan homicidios en los cuales resultan víctimas jóvenes como Robert sin importar estrato social, político o económico, sexo, oficio o profesión, en el caso del Diputado más joven de los revolucionario en la Asamblea Nacional, la circunstancia fatal se hace muy relevante. Sea cual sea el resultado de la investigación, cabe recordar que hay detenidos por los crímenes las muertes del Fiscal de la dignidad Danilo Anderson y del irreductible revolucionario Eliézer Otaiza. Indigna que factores contrarrevolucionarios traten de sacarle partido a lo que llaman inseguridad, sin admitir que en el 2014 es notorio el descenso de este tipo de delito y de otros. Basta recordar para finalizar, que el Fiscal Anderson investigaba a conspiradores del sabotaje petrolero y del 11 de Abril 2002. El joven de 27 años Robert Serra estaba encargado de la Comisión que investiga las barbaridades de brutalidad politicoide de los delincuentes terroristas encabezados por el tal Lorent Gómez Saleh, gente de mente criminal, -criminal minds-, a quienes pretenden hacernos pasar por “presos políticos”, con un cinismo comunicacional asombroso.
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