Desde hace ya bastante tiempo hemos venido especulando, sobre todo en conversaciones cotidianas, acerca de las posibilidades de que en la oposición golpista, maltrecha y atomizada, surja de pronto un outsaider como candidato a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. No hay dudas de que ese outsaider pudiera ser Lorenzo Mendoza.
Si analizamos, o mejor dicho, deconstruimos, para expresarlo en términos de Jacques Derridá, todas las campañas “publicitarias” que ha venido lanzando empresas Polar desde hace unos diez años para acá, no es difícil percatarse de que el mensaje de las mismas es más ideológico que publicitario. Es decir que lo que hace Polar no es publicidad sino más bien propaganda.
Para explicarlo sucintamente. La publicidad vende las supuestas bondades de un producto comercial: Harina Pan, Cerveza, Malta etc. Mientras que la propaganda vende también supuestas bondades, pero desde la perspectiva ideológica: liderazgo, identidad, carisma. Estas son básicamente las dos grandes diferencias entre la publicidad y la propaganda, aunque para el marketing político moderno, sobre todo de Estados Unidos, la imagen de un candidato se construye publicitariamente igual que las hamburguesas de Mc Donald.
Lo que queremos resaltar con esto es que la deconstrucción textual (Van Dijk) y semiótica de la publicidad de Polar, lo que nos lleva es a inferir que la misma está siendo utilizada, como es lógico, para vender las bondades de sus productos, pero, lo que es más importante, para vender la imagen de los dueños de la empresa y especialmente de potencial candidato a presidente del país, Lorenzo Mendoza.
No es casual, además, que toda la “publicidad en la que Polar invierte sumas multimillonarias, incluso con dólares preferenciales del gobierno, este siendo dirigida a enajenar y posicionar un sentimiento de identidad (falso) entre los venezolanos y los productos que comercializa dicha marca. Eso, por supuesto, que ha generado que muchos consumidores, acondicionados, como los famosos perros de Pablov, sientan que no pueden vivir sin comer harina Pan, aún estando científicamente comprobado que la harina Pan es uno de los productos más dañinos de la dieta diaria del venezolano.
Basta con recordar el “Si se puede” que se repite en varios comerciales de Polar. Eso más que una ingenua frase, es un poderoso slogan político que apareció en momentos cuando el gobierno atravesaba una fuerte inestabilidad política. “ Si se puede” ¿ Qué? ¿Tumbar al gobierno?. Por circunstancias de espacio no podemos deconstruir una gran cantidad de cuñas publicitarias que tienen muchas lecturas, pero sobre todo la de potencializar a Lorenzo Mendoza como candidato del movimiento de ultraderecha conocido como “Polar”.
Para la reflexión les invito a recordar lo que ocurrió con aquel famoso grito de guerra de los tifosis del equipo de fútbol AC Milán : “ Forza Italia” con el cual Silvio Berlusconi (presidente del Club) llegó por primera vez a ser primer ministro de Italia.