Aclaratoria. Conocí el por qué de la expresión “no le pare” pero lo había olvidado, y viene a mi memoria debido al libro “5 mentario” próximo a editarse. “5 MENTARIO” es un estupendo trabajo de compilación del periodista aragueño Sergio Fernández, reportero radial del recordado “Noti-Rumbos” bautizado “Tubacillo”, por su acuciocidad en búsqueda de primicias para “el periódico impreso en la radio”. El término “no le pare bolas” que parece altisonante o grosero, no lo es, se originó a principios del siglo XX y se trata de expresión colombiana cuyo significado equivale a no le hagas caso, ignóralo.
Fue popularizada en un café de Bogotá, su propietario daba crédito a jóvenes estudiantes para jugar billar, cuando la deuda era elevada ordenaba a los empleados “no pararle bolas”, no poner en la mesa las bolas de billar; situación que cambiaba al cancelar, pues entonces disponía “párale bolas…”. En Venezuela la frase se usa para quitar importancia, o al revés, prestarle atención a algo. La cotidianidad política nos arrastra falsamente a creer que las elecciones parlamentarias del 6 de Diciembre 2015, llevarán al cambio inmediato del Presidente Maduro Moros. Considero inútil y truculento el esfuerzo de multidivididos y desacertados dirigentes opositores, empeñados en descalificar la revolución socialista, ocultando absolutamente todo lo alcanzado desde 1999.
El pueblo mayoritario de menores recursos, molesto por el desabastecimiento cotidiano provocado o inducido, sabe que la guerra económica es de politiqueros adversarios al socialismo, y sopesa el peligro de dar oportunidad a frustrados dirigentes violentos, terroristas, guarimberos y asesinos. Por lo tanto no va a “pararle bolas” a la hora de votar, debido a que acabarían con los beneficios bolivarianos y chavistas, como lo han hecho en gobernaciones y alcaldías, funcionarios contrarrevolucionarios electos.