“Vota piedra”

¿Si Schwarzenegger pudo ser gobernador del Estado de California, y Ronald Reagan pudo convertirse en el flamante presidente de los Estados Unidos, por qué el Sr. Benjamín Rauseo no puede aspirar a ser presidente de Venezuela?

El “Conde del Guácharo”, tal y como lo conocen la mayoría de los venezolanos, ha decidido lanzar su candidatura a la presidencia de la República. Al principio la gente pensó que era una de sus muy características bromas, pero poco a poco, se han ido convenciendo de que la cosa es en serio. ¿Y por qué no?

LA IDEOSINCRACIA VENEZOLANA

Si hay algo que ha caracterizado toda la vida a los venezolanos es nuestro buen sentido del humor. Hasta en las peores desgracias, hasta en los momentos más desafortunados, los venezolanos hemos tenido la capacidad de reírnos de nosotros mismos y de nuestras circunstancias.

Por ejemplo, no extraña para nada asomarse, así como por casualidad, en una funeraria, y encontrarse gente riéndose. Y no es que no respetemos al muerto y a los deudos, sino que basta que dos ó más venezolanos estemos juntos para que de cualquier cosa hagamos un chiste.

El “Conde del Guácharo” ha sido uno de los personajes surgidos de ese extraordinario sentido del humor de los venezolanos, el cual, durante más de 20 años nos ha hecho reír y burlarnos un poco de nosotros mismos. Benjamín Rausseo estaba estudiando teatro y tuvo, como trabajo final, que preparar un monólogo. Allí nació el famoso personaje que posteriormente se convertiría en su sello personal.

Por eso ahora, cuando Benjamín dice que está aspirando a la presidencia de la República, de alguna manera, muchas personas pueden verse identificadas con él, pues no hay nada que admiremos más que el buen sentido del humor.

EL SUEÑO VENEZOLANO

Otro elemento positivo que tiene la candidatura del “Conde del Guácharo”, es que la vida de Benjamín Rausseo podría catalogarse como la historia que le gustaría vivir a cualquier venezolano.

Rausseo nació el 26 de Enero de 1961, en Musipán, Estado Monagas. Es obvio que no son muchas las posibilidades que podría haber tenido un niño nacido en la década de los 60, en un pueblito que la inmensa mayoría de los venezolanos no tienen ni idea que existe (algunos piensan que es un invento del “Conde”).

Como era muy talentoso e inquieto, en su adolescencia comprendió que tenía que buscar nuevos horizontes, y por eso se traslada hasta Puerto La Cruz con la finalidad de trabajar como cantante. De hecho el “Conde” tiene muy buena voz, lo que le permite imitar a muchos de los buenos cantantes que colman la escena musical mundial. De ahí pasó a Caracas, en donde estudia locución y arte dramático en la academia de Levy Rossell.

En 1985, estrena el monólogo que le da vida a su famoso personaje y además gana el premio César Rengifo como mejor dramaturgo con su obra “El crimen no paga”. Su éxito como humorista lo lleva a recorrer el mundo, usando sombrero de cogollo y calzando alpargatas bordadas con lentejuelas.

Como, según él mismo confiesa, nunca se imaginó que el éxito de su personaje “El Conde del Guácharo” fueran tan grande y duradero, desde el principio se preocupó por invertir las ganancias que iban produciendo los espectáculos que realizaba, en función de guardar algo para el futuro. Sin embargo, una cosa trajo a la otra, la realidad es que los negocios fueron prosperando, al punto de que, en la actualidad, Benjamín Rausseo es el dueño una importante compañía, Guacharo's Enterprise Corporation, la cual abarca diferentes áreas de la diversión y el entretenimiento: servicios hoteleros, producción de discos y videos.

Del mismo modo, recientemente, consolidó una asociación con un grupo extranjero con el objetivo de comercializar tarjetas telefónicas prepagadas en dólares. Además, ha desarrollado en la Isla de Margarita, un parque temático, “El Reino de Musipán”, el cual se ha convertido en uno de los más interesantes atractivos turísticos de la isla.

También vale mencionar que, dentro de su currículo, se encuentra el haber estudiado Derecho en la Universidad Santa María.

Lo interesante, cuando uno revisa la vida real que se esconde detrás del “Conde del Guácharo”, es que Benjamín Rausseo ha logrado progresar, a fuerza de su propio trabajo, desde una situación muy humilde a ser, hoy por hoy, una persona próspera y exitosa. En pocas palabras, algo así como “el sueño venezolano”, encarnado en este sencillo hombre de Musipán.

Estos elementos hacen que, a la hora de analizar seriamente la aspiración a la presidencia de Rausseo, si uno lo piensa detenidamente, la cosa no suena tan loca como parece.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE SU CANDIDATURA

Alguien dirá que estoy loca al dedicar el tiempo en analizar la candidatura de un comediante, sobre todo cuando muchos consideran que su propuesta no es en serio. Sin embargo, si alguno de los sesudos críticos sale a la calle y se monta en el metro o en alguna camionetita al menos 5 minutos, se dará cuenta de que todo el mundo, es decir, la gente común y corriente está comentando el lanzamiento del “Conde”.

Además, en las encuestas que a diario se hacen en Internet, es impresionante la cantidad de gente que dice que sería capaz de votar por Rausseo. Así que, aunque la cosa parezca chiste, yo no subestimaría para nada al personaje.

Entre los aspectos positivos de su candidatura destaca, en primer lugar, que no tiene ni un 1% de rechazo. ¿Quién puede no querer al “Conde del Guácharo”, después de que tiene dos décadas haciéndonos reír?. Esta es una cifra realmente contrastante con el resto de los candidatos, que más allá de la aceptación, tienen altísimos porcentajes de rechazo. Así que, al menos por esa parte va ganando.

Lo otro es aquello que ya analizamos, en cuanto a que puede representar el modelo de un venezolano ideal.

De igual forma, cuenta con la posibilidad de imprimirle cierta originalidad al tema político, tan desgastado últimamente, innovando en el discurso e inclusive llenándolo de humor, elemento que tanto nos gusta a los venezolanos. La política de los últimos años se ha convertido en algo tan serio pero tan serio, que hasta la familia se ha peleado entre sí. Muchos hermanos no se hablan, los vecinos se han agredido mutuamente y relaciones de años se han acabado por discusiones políticas. La candidatura del “Conde”, proporcionaría una frescura por la que muchos están clamando.

Entre las desventajas se encuentra el hecho evidente de que muchos no se lo tomen en serio y no lo vean como alguien capaz de gobernar. Si de verdad quisiera avanzar en su aspiración, tendría que profundizar en los grandes temas del país, presentar propuestas, e informarse sobre los acontecimientos mundiales, pues de otro modo su candidatura no pasará de lo anecdótico. Eso sí, sin perder el buen sentido del humor en ningún momento.

DE PAYASOS Y ALGO MÁS

Lo que sí está claro, en toda esta historia, es que, sea en serio o sea en broma, la propuesta de la candidatura del “Conde del Guácharo” a la presidencia de la República, viene a poner el dedo en la llaga sobre dos aspectos: a) la política no puede ser tan seria como para que nos matemos, b) hay algunos que son tan poco serios en sus propuestas políticas, que dan más risa que el “Conde del Guácharo”.


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Mary Pili Hernández

Ex-ministra de la Juventud, ex-viceministra de Relaciones Exteriores para América del Norte, y ex-concejal por el Municipio Libertador. Cristiana, Periodista, Socialista, Bolivariana, Antiimperialista y Chavista.

 mphopinion@yahoo.com      @marypilih

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