A los capitalistas les interesa más la continuidad de su existencia que la ganancia del día; de otra manera no se explica cómo ellos mismos han inducido al gobierno a la toma de una medida económica tan contundente como los Claps que se vienen traduciendo y desarrollando cada día exponencialmente.
El gobierno estima para los próximos días la cobertura de más de 8MM de entregas (bolsas y Cajas) de comida y otros artículos del hogar (una cesta básica para cubrir a unas 10MM de bocas). Es tonelaje de producción ofrecida significa una cuantiosísima suma de dinero que a precios justos con una tasa de ganancia de 30%, máxima, representa una inmensa fortuna que a diario se les está yendo de las manos a la burguesía productiva y comercial.
Por derecha entendemos en primer lugar a todo comerciante y fabricante privado. Sólo aquellos capitalistas que jamás disfrutaron de privilegios del Estado que todavía no han alcanzado el rango de convertirse en fabricantes e importadores rentistas y parasitario, han entendido eso y por eso hoy aparecen sumados al abastecimiento de los centros de locales de abastecimiento y producción comunales.
Cada caja Clap que el Estado está vendiéndola por Bs.F 10M, la podría vender la derecha a unos BsF 30M y su ganancia les llenaría esos bolsillos que hasta ahora se les han ido vaciando.
Efectivamente, ya son miles los comerciantes que están empobreciéndose cada día; que están cambiado de giro; que están vendiendo hasta sus bienes del hogar; que hasta ayer vendían línea blanca o marrón y hoy venden cambures exhibidos sobre los colchones y pantris.
En la reciente Navidad la pasaron muy mal estos comerciantes sumados a la fiebre de precios elevadísimos, y peor se pondrán tan pronto el Estado deje de decretarles los montos salariales mínimos para que sean sus asalariados y los patronos quienes retomen las discusiones obrero-patronales.
De ocurrir eso último, las exigencias del asalariado se dispararían hacia montos salariales tan elevados como elevados son los precios que esta derecha enloquecida viene elevando sin mayores consideraciones que las de una utópica vuelta a Miraflores, una posibilidad con probabilidad nula porque se trata de comerciantes que si antes ya eran despreciados por especuladores hoy lo son por delincuentes comunes que esconden las mercancías vitales, que las adulteran sin limitación y que practican una especulación sin precedentes en ninguna parte de ningún país burgués.
De manera que la salida a mediano plazo respecto a los salarios será que crezcan idexadamente con anuencia del patrono privado, o que este baje considerablemente el nivel de precios so pena de aparecer como productor, como oferente y como fijador de preciosa arbitrarios porque sencillamente los Claps darán cuenta de toda la producción, de toda la oferta y de la rebaja de todos los precios a niveles justos y con ganancia.