Comienzo a explicarles… el próximo 3 de diciembre la República Bolivariana de Venezuela elige nuevo presidente. Se trata de unas elecciones importantes. Por el lado más simplón es la primera vez que un presidente, en este caso Hugo Chávez, puede optar por la reelección. Lo más relevante, el proyecto bolivariano se juega su prestigio tras 6 años de implementación, frente a toda la derecha que gobernó durante 50 años y que, una vez desplazada del poder por el movimiento popular, no se resigna a perder los privilegios y patalea y patalea… (el Golpe de Estado es una muestra de ello)
Al principio de año, los opositores a Chávez, inscribieron 12 candidatos de los viejos partidos y grupos económicos desplazados del poder. Desfiló una fauna variopinta: empresario, ex guerrilleros apoltronados, hombres sin partidos, sin proyecto, cadáveres insepultos de la política, etc… Los medios dijeron que era muestra del furor en contra de Chávez. Luego, como era de esperarse, empezaron a jalarse de los pelos ante las cámaras, entonces intervinieron los medios (que en realidad están detrás de los viejos y desahuciados partidos políticos) y evitaron una catástrofe. Anunciaron que iban a realizar una elecciones primarias pero tampoco las realizaron ¡Es un riesgo! Dijo uno de los candidatos (Teodoro Petkoff), claro… mostrarle al mundo la realidad, que ninguno sacaría ni un millón de votos, era un real riesgo…
Ocurrió lo de siempre, tres decidieron por los demás, y el resto quizá endulzado con promesas de cargos, aceptaron la imposición. En todo caso el candidato Manuel Rosales era el único que no tenía nada que perder. Es gobernador en ejercicio y la ley le permite, volver a su cargo luego de que pierda (él mismo sabe que es así) las presidenciales.
Porque digo que no tenía nada que perder: es gobernador del occidental estado Zulia, tiene mayoría en el parlamento regional, la mayoría de los alcaldes de la región son de su partido y le quedan dos años más… Los demás supuestos aspirantes a la presidencia, son partidos muertos que no tienen diputados en la Asamblea Nacional, ni gobernadores, ni alcaldes, ni concejales. En algunos casos ni gente, son partidos de maletín. Es decir, enfrentaban la muerte desnudos y con la seguridad de borrarse de la historia del país (al menos con Rosales delante, de frontón, se alivian el golpe)
Ahora al Rosales, lo publicitan como un supuesto “candidato único” y hacen como siempre hacen las elites, ignoran a las minorías y los otros 21 candidatos inscritos oficialmente en el Consejo Nacional Electoral (http://www.cne.gov.ve/noticiaDetallada.php?id=3828) y que también se oponen a Chávez, no existen para los medios.
Pero hablemos de Manuel Rosales. Es un hombre curtido en los corrales de la social democracia (Acción Democrática. “AD”), pero que tuvo el tino de huir de su partido cuando la debacle de Carlos Andrés Pérez. Así que fundó un movimiento neoadeco cuando el país entero odiaba a los corrompidos partidos políticos. Ha gobernado su estado versionando a la gestión de Chávez, es decir, viviendo a su sombra. Tiene los mismos programas del gobierno nacional pero con otros nombres. Por ejemplo: La misión Barrio Adentro en su estado se llama “Barrio a Barrio”. La Misión de alimentos Mercal, él la llama “Mezul”, mercados del Zulia y así por estilo todas las demás.
El día que se inscribió juró llegar hasta el final porque es un hombre de palabra… que cada 24 horas las cambia pero de palabra al fin. Firmó el acta constitutiva de la dictadura de Pedro Carmona el 12 de abril de 2002. Dijo luego que no tenía nada que ver con Carmona. Cuando todos los partidos se retiraron de las elecciones parlamentarias de diciembre pasado dijo, que él no se retiraría ¿qué pasó 24 horas después? Bue… no tiene diputados en la Asamblea Nacional. Es incapaz de mantener un discurso de más de 30 minutos, por eso su presentación ante los electores, después de inscribirse parecía un programa de radio: hablaba 15 líneas con apuntador en el oído y le subían una cortina musical. Un hombre mantenido en el poder (en su región) por los poderosos de la tierra y la economía que se benefician de su gestión… sólo lo internacionaliza su similitud con el ex presidente argentino Fernando de la Rúa: es un completo boludo.
Su principal promesa de gobierno es abrirle una cuenta de ahorros a los pobre para regalarles dinero mensualmente…
En todo caso, enfrentaremos una campaña electoral marcada por dos cosas… (1) una fuerte manipulación de los medios privados para fabricar un “líder” cocinado entre gallos y medias noches y (2) la eliminación total del contrario del campo mediático…
Acá se medirá cuánto a crecido la conciencia del pueblo venezolano, un país, por cierto, declarado por la UNESCO: “Territorio Libre de Analfabetismo” durante la gestión de Chávez… habrá que verse.
(*) navarroernestoj@gmail.com
Periodista venezolano