Verdaderamente que aquel que se queje de vivir en Venezuela, es porque no aprecia la facilidad que tiene ser ciudadano de este país, veamos porque:

Venezuela es el único país del mundo, en donde los políticos que se oponen al gobierno, llaman a las calles públicamente a drenar arrecheras, mueren once personas, dañan a otras decenas más, destrozan cuanto se les cruza a su paso, y su autor intelectual sigue libre y de paso se le ve acompañado de menores de edad encapuchados aupándolos, para que salgan a protestar, que es lo mismo que seguir haciendo daño a personas, y hacer destrozos a la propiedad pública.

Luego sale un señor inhabilitado políticamente, acompañado de otros líderes políticos hacen un llamado a una carnicería llamada salida y eso origina 43 muertos decenas de heridos y nuevamente, pérdidas materiales millonarias para la nación, sólo uno se entrega voluntariamente para resguardar su vida, de acuerdo a las declaraciones del momento por parte de personeros del gobierno, lo condenan a 13 años de prisión, pero no por los fallecidos y demás víctimas, sino por los delitos de instigación pública, daños a la propiedad en grado de determinador, incendio en grado de determinador y asociación para delinquir, y los muertos bien enterrados y olvidados por la justicia venezolana.

Tres años han pasado de estos hechos y mucha agua ha corrido, pero no tanta como para lavar la tragedia y luto que estos acontecimientos han generado, muchas de las cosas que no entendemos es como existiendo videos, audios etc. como pruebas en donde se ven implicados políticos de este sector, llamando abiertamente a la violencia la mayoría siga gozando de libertad plena y continúan conspirando libre y públicamente. ¿En qué país ocurren estás cosas y los culpables quedan impunes? En este año 2017 nuevamente los mismo de siempre vuelven a llamar a las calles, utilizando la Constitución como instrumento de lucha, le han arrebatado la vida a 100 personas, de diferentes formas, pero utilizando a jóvenes y adolescentes para cometer estos delitos, comenzaron diciendo que eran protestas pacíficas y pacíficamente han quemado, tiroteado, apuñalado a unos cuántos, y hasta la iglesia guarda silencio, ahora hablan de una rebelión ¿Cuál rebelión? Unos cuántos políticos que secuestraron su organización llamada MUD y un grupo de violentos liderados por ellos para cometer desmanes, aunque declaren para el mundo que son pacíficos, las pruebas les dicen lo contrario, y pareciera que ya la credibilidad está bajo cero, tanto que hasta la embajada de EEUU, alertó a sus coterráneos para que se mantengan alejados del sitio donde los pacíficos hacen sus protestas, eso tiene que decirles algo. Ahora llaman a un plebiscito, termino no contemplado en la Constitución de nuestro país, lo realizarán sin ningún apoyo jurídico pero pretenden hacerlo constitucional, la fiscal quien ahora le dio la espalda a la realidad del país, y ataca duramente tanto al gobierno como al TSJ, y ahora es la vocera internacional en rebeldía no se ha pronunciado en contra de esto, o al menos a lo que ellos pretenden hacer después de los resultados del plebiscito, sus mismos compañeros de ideología se han opuesto a este nuevo engaño en el que quieren involucrar a sus seguidores. Dicen que quemarán los cuadernos después de las firmas ¿cuántas tumbas serán profanadas, para sacar el muerto a firmar? ¿Y donde podemos confirmar que nuestra firma y nombre no han sido usados?

Seguimos sin entender cómo es posible que si sobre Miguel Pizarro, pesan acusaciones públicas, de ser él el principal financista de los guarimberos proveyéndolos de material usado para alterar el orden público y crear caos, ningún órgano del estado se haya pronunciado al respecto ¿Será que tenemos que conformarnos con sólo enterarnos? ¿Qué tanta veracidad tienen estas declaraciones de los detenidos? ¿Por qué no actúan? Por último y como guinda de la torta, el señor Leopoldo López al que utilizaron hasta el cansancio como consigna de libertad, libertad, está fuera de la cárcel, ahora tiene casa por cárcel, según por medidas humanitarias, su esposa al día siguiente en su mejor escena actoral declaró que su esposo estaba fuerte, pero que casi no veía ¡Por Dios! Tiene 40 y tantos años, y a esa edad las personas sufrimos de algo que se llama presbicia, esa enfermedad no se la produjo la prisión, se la produjo la edad, pero bueno su presbicia es especial. Por lo visto regresó a su casa sin ningún tipo de restricción como condenado por la justicia. Su ahora nueva salida, no la ha usado para llamar a sus compañeros a la cordura y cesar la violencia, sino para comunicarse con los gobiernos extranjeros, en este caso Macri de Argentina para hablarle sobre la situación de nuestro país, un hombre, que desde su llegada al poder ha puesto mil y una trabas a Venezuela desde el Mercosur y otros organismos internacionales , ¿Con que se digiere eso, para que no raspe la garganta?.

¿Cómo podemos llamar a Nicolás Maduro un gobierno represor, si en EEUU por hablar mal del presidente en Facebook un niño fue condenado a prisión, un presentador de un programa fue despedido por burlarse de la primera dama restringen las redes sociales, y aquí en nuestro país las paredes están decoradas con las obscenidades e insultos más increíbles hacia el primer mandatario, las redes sociales colmadas de amenazas e insultos y nadie responde por eso, y hablan de censura, ese tipo de cosas en nuestro país, forma parte de la libertad de expresión que llega a un vulgar libertinaje, y los medios de comunicación ni hablar, para que el gobierno informe al pueblo de sus decisiones, o muestre la otra cara, que se vive en las jornadas de violencia impuestas por la oposición, tiene que hacer cadena nacional, porque si no tendríamos que creer en la única versión que ofrecen los medios privados, o sea aquella que más aterra a la ciudadanía y pone muy mal al país en el mundo.

Así que por favor no se quejen que nuestro país no solo tiene bellos paisajes, ni los yacimientos más grandes de petróleo, oro y toda la riqueza con la que fue bendecida nuestra tierra, también tiene una exagerada libertad de las que muchos abusan, usándola para delinquir y hacer lo que les viene en gana y lo mejor de todo, nadie paga por eso, o al menos el verdadero culpable sale ileso.