En los primeros días de agosto de 2004, cuando solo faltaban dos semanas para el referendo revocatorio del Presidente, escribimos un artículo que titulamos ¿Que harás Eduardo cuando llegue la hora? En tal oportunidad le hacíamos la pregunta a Eduardo Fernández, como líder de la oposición, en el entendido que todas las encuestas mostraban al NO al frente y considerábamos necesario saber cual sería la conducta de un político como Eduardo y de su partido socialcristiano, ante la inminente derrota del proceso refrendario en contra de Chávez.
El 02de agosto de 2.004 decíamos a Eduardo Fernández y a su partido lo siguiente:
“… Como candidato presidencial del partido COPEI, en una oscura noche de diciembre de 1.988, hacías una llamada telefónica a Carlos Andrés Pérez, para felicitarlo y de esta forma reconocer el triunfo del candidato adeco. Muchos meses antes de esa llamada te habías empleado a fondo buscando los votos que permitieran derrotar la vieja forma de hacer política, pero Venezuela apostó por volver a los años de la "bonanza de papel maché" y el país perdió la oportunidad de tener al frente del ejecutivo nacional al mas preparado joven político de tu generación.-
Después seguíamos diciendo en nuestro artículo “…Luego vino febrero de 1989 con su saqueo y su muerte, dejando al descubierto la fuerza subterránea que vomitó por todos los costados del territorio nacional. Después llegó Chávez el 04 de Febrero y tú fuiste de los pocos que acudieron a Miraflores a apoyar a Pérez como "Presidente de un gobierno democrático". Muchos te insultaron, vejaron e irrespetaron pero nada te hizo cambiar tu opinión aunque después vieras al Dr. Caldera llegar a Miraflores cabalgando sobre el error de tu decisión.- Tres veces hiciste lo que tu conciencia y no tu conveniencia te ordenó. No te preocupaste por los medios de comunicación ni la intolerancia de tus propios seguidores. Hiciste lo que pensaste que tenías que hacer…. ”
De igual forma en nuestro artículo previo al revocatorio del 2.004 insistimos: “…Ahora se te presentará una nueva oportunidad con la historia. En efecto, si las encuestas, no se equivocan, y tú y yo sabemos que en 1.988 no lo hicieron, dentro de dos semanas serás sometido una vez mas a una prueba que muchos esperamos sepas atender. Esa noche en el país habrá líderes de la oposición gritando fraude, incapaces de reconocer la derrota producto de sus propios errores. Carentes de hidalguía, saldrán a desconocer el triunfo del ganador. Como falsos demócratas se alzaran en contra de lo decidido por la mayoría. A pesar de todo lo que te opusiste a Pérez, no dejaste de ser demócrata cuando reconociste su triunfo, cuando abriste puente con su gobierno y luego cuando fuiste a Miraflores el 05 de Febrero. ¿Que harás ahora Eduardo?
El 16 de agosto de 2004 el Presidente Chávez llamo a Eduardo Fernández a Miraflores a discutir el mapa político del país. El buscar formas de convivencia democrática. El revisar fórmulas que permitiera a gobierno y oposición asentar el dialogo como instrumento indispensable del sistema democrático. Eduardo Fernández se negó a reconocer el triunfo del Presidente, se sentó al lado de los que gritaron fraude y se hundió para siempre en su ostracismo político. Rafael Caldera se hubiera reunido con Chávez y se hubiera convertido en el líder de la oposición a partir de entonces. Chávez le tendió el puente a Eduardo, y este lo uso para lanzarse de él no para emplearlo como vía de comunicación. Eduardo se suicido como político, su último tren le paso por las narices y no lo tomo.
Ahora le toca el turno a Manuel Rosales. Las mismas preguntas. Las mismas condiciones. La misma situación:
1) Todas las encuestas dan ganador a Chávez.
2) Los radicales de siempre están llamando a un “Plan B”.
3) Los exaltados te pedirán que grites fraude.
4) Los que no tienen pueblo te exigirán que te vengas a aventurar con ellos.
5) Los moderados te pedirán que reconozca la derrota.
La misma pregunta ¿Que harás Manuel cuando llegue la hora? Solo nos toca advertirte: Observa el ejemplo de Eduardo Fernández, si te gusta ponte a gritar un fraude que pocos creerán y nadie probará. Manuel quizás perdiendo ganes, si es que tienes la gallardía de reconocer tu derrota.