Hemos manifestado nuestra posición con relación a la propuesta del ciudadano Presidente de la República. Bien es sabido que la reforma consignada por el Parlamento ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), ha recibido críticas y desinterés de un sector de quienes hemos apoyado la plataforma del Jefe de Estado.
Lo que la gente denomina “Chavismo” está compuesto por dos grupos que son los que han mantenido al Presidente al frente del gobierno. Un primer grupo de “Chavistas Militantes”. Un segundo conjunto de “Chavistas Simpatizantes”. Cada grupo por separado, no es suficiente para garantizar el triunfo, y es por ello que siempre es necesaria la comunión de ambos, para alcanzar la mayoría.
En el caso de la reforma, se han presentado fisuras en los dos grupos. Dentro del Chavismo militante, es donde menos se hacen evidentes las grietas, haciéndose mayor hacia el chavismo periférico. Pero tal situación, ha puesto la reforma en evidentes aprietos para su aprobación.
Lo anterior ha obligado, al ciudadano Presidente de la República, a plantear las cosas en términos plebiscitarios, con las consecuencias que esto podría acarrear en relación con su permanencia en la Presidencia de la República, cuando ha señalado : "Si tú quieres que yo siga al frente del timón vota por el Sí…” (Entrevista en VTV).
Hemos dicho que el Jefe de Estado se juega a Rosalinda en este pase, y él así lo ha entendido, y quizás es por ello que ahora exige de todos sus seguidores, su apoyo no a la reforma sino a su persona. Tal cambio de estrategia pone, como ya dijimos, en evidencia que el voto por el SI está en problemas, pero además convierte al referendo consultivo en un referendo aprobatorio o revocatorio del cargo de Jefe del Estado, por voluntad del mismo Presidente, lo cual resulta una estrategia de mayor riesgo dentro de un ambiente con resultados bastantes inciertos.
Ciertamente si la reforma logra un triunfo holgado, se habrá consolidado, una vez más el liderazgo del Presidente y éste, estará libre de actuar con el nuevo marco constitucional a favor de su plataforma, con el acelerador a fondo, pero si el triunfo es por escaso margen o triunfa el No, la situación hace obligante considerar escenarios de inmensa dificultad para la estabilidad política del país.
La Asamblea Nacional estaba obligada a evaluar la propuesta del Presidente conforme a los reclamos que desde el propio Chavismo se hacia al texto. El Parlamento revisó algunos artículos que lucían conflictivos, como el de derecho a la propiedad, pero agregó otros tantos que hicieron aún mas difícil la posición de la propuesta de reforma, cuando modifico el 337, aumento el número de porcentajes para activar los referendos, modificó el artículo que obligaba a un parlamentario a perder su investidura si ocupaba un cargo en el Poder Ejecutivo, así como la norma que protege el derecho de autor, entre otros.
Dentro de esta situación el Presidente se monta sobre los hombros todo el contenido de la reforma. Habrá que ver, si en su más difícil prueba, logra corregir lo que viene torcido, de otra forma, las consecuencias serán devastadoras para el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.