"Del hablador he aprendido a callar;

del intolerante, a ser indulgente,

y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad.

Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud

hacia esos maestros"

Khalil Gibrán

Los opositores fácilmente se pueden clasificar, pero hay un grupo, que no entra en ninguna categoría, porque la "enfermedad" ha rebasado los límites de la desesperación, a causa de un comportamiento muy notorio al ser capaces de enfrentarse a sus propios progenitores si les ven alguna señal de apoyar al presidente Nicolás Maduro, ya que, para ellos solamente existe los Estados Unidos y lo que venga del norte, unos verdaderos pitiyanquis tan parecidos a la Mari Cori, que da la impresión de haberse dado su paseíto haciéndole compañía a conocer el sorprendente "paraíso terrenal". Conozco algunos, que han pasado meses para reunir el pasaje, así sea para atravesar la conocida y mortífera selva del Darién y cuando llegan a la tierra soñada, no les queda otra, si no arriesgarse en cualquier trabajo, porque de lo contrario se regresan con las tablas en la cabeza, pero otros más vanidosos con el pitiyanquismo incrustado en lo más profundo del subconsciente, cuando alguien les pregunta ¿Cómo te va? responden, como si estuvieran ocupando un alto cargo en la Casa Blanca y como prueba mandan un selfi frente a una lujosa quinta.

Nada de la situación de los migrantes hacia los Estados Unidos es nuevo, a pesar, que el fulano "sueño americano" solamente existe en las películas y ahora en las redes sociales, pero el provocador de ilusiones sabe preparar la incitación para que todo aquel, que se encuentre sufriendo las penurias del "régimen" de Nicolás Maduro, salga en una auténtica competencia por llegar lo más rápido posible, aún, cuando desconozca o nunca se haya atrevido a salir al pueblo más cercano de su tierra natal por miedo o porque nunca ha tenido la necesidad de arriesgar. El drama de los migrantes, tiene un número por demás conocido de incitadores, quienes a su vez tienen a su alcance a quien culpar, para caer en el antimadurismo visceral y dele con Nicolás Maduro y para esto han preparado a un sector importante para que repitan las mismas mentiras de los inductores de falsedades.

Con toda razón un amigo, cuando se encuentra con un opositor y le cae a mentiras repetidas, rápidamente lo espanta de manera irónica, con una expresión ¡Yo a ustedes no les creo, porque son unos simples empleados. Le creo a Trump y Biden, porque son los que los mandan a ustedes y lo que hacen es repetir! No sé, si tiene razón, pero está muy cerca de la verdad, la desvergonzada tarea de los que aprenden arrastrar sin importarles la dignidad ni la patria, porque están dispuestos a todo, menos a dejar de delirar por los dólares, como si esto representara su mayor felicidad, hasta el día de la muerte; justamente en contra de este comportamiento mercantilista de la mayoría de los opositores pitiyanquis, el brillante moralista y pensador francés Joseph Joubert, dejo un pensamiento para señalar a los traidores por dinero: "El dinero es un estiércol estupendo como abono, lo malo es que muchos lo toman por la cosecha"

Lo triste y lamentable de esta fauna, es que sigue creciendo y tiene los mecanismos para arrastrar a los que no tienen consciencia de lo que significa venderle el alma al diablo; Así, como se han presentado funcionarios en el mismo proceso bolivariano, que escondían la mala maña debajo de discursos, que asombraban, apenas muere el comandante Chávez, salieron en desbandada, porque intuían, que no podían seguir por mucho tiempo escondiéndose bajo el manto de la impunidad. Todos terminan haciendo fila en contra del presidente Maduro y por supuesto por mucho que quieren disfrazarse, pasan a formar parte de la perversa oposición, el cual coincide con todo aquel, que vaya en contra de los intereses de Venezuela.

El que no se ha ido hacia los Estados Unidos, apunta hacía allá y la razón principal es precisamente, porque significa un albergue para los que quieren detener la rueda de la historia, empezando por los terroristas y truhanes. Todavía no he visto uno, que haya cuestionado los dos últimos presidentes del llamado "sueño americano" y eso sin echar una mirada retrospectiva a la lista de mandatarios, que han pasado por la Casa Blanca, ya que, con solo nombrar a Trump y Joe Biden, basta y sobra y quien diga todo lo contrario simplemente está en la onda de inhabilitada, a quien le importa un pito sacarse una fotografía con un rufián, pero eso sí, con tal que sea presidente del poderoso aparato del estado más criminal de la historia. Trump y Biden, se encuentran en el banquillo de los acusados por diferentes motivos, pero al ser representantes de las grandes corporaciones y de paso fabricantes de armas, como juguetes en navidad, siempre se consiguen sus defensas y en Venezuela los admiradores se pelean por aparecer de primero en la postal para el recuerdo.