Desde la llegada a España como "exiliado especial" del excandidato presidencial tapa – afiche y sospechosamente ex agente de la CÍA, cuando era diplomático hace muchos años, el señor González, se ha destapado toda una olla podrida sobre las diversas corrientes de opinión política, que hasta ahora han estado dividida en cuanto al injerencismo de España, en los asuntos internos de Venezuela.
Como también ha surgido una feroz batalla mediática entre la derecha y la ultraderecha española, por el reconocimiento como presunto "presidente electo" de un perdedor electoral, certificado por las autoridades electorales venezolanas y que en estos momentos se pelean entre los extremista conservadores, por convertirse en "los padrinos políticos" de su nuevo protegido.
Es importante destacar lo señalado por el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Jorge Rodríguez, cuando aseguró que Edmundo González Urrutia violó las normas de asilo en España "desde el día que lo solicitó". "Tendrán que lidiar por el resto de sus días con ese esperpento, de los seres más cobardes y deleznable conocidos en la minúscula historia de los apátridas", escribió Rodríguez en Instagram, en respuesta a declaraciones que González Urrutia hizo hoy en España, donde aseguró que su exilio es temporal y que planea volver a Venezuela lo más pronto posible.
Tras una publicación en redes sociales, el presidente del Parlamento venezolano recordó que dicho sujeto salió huyendo despavorido "(dice el meme, huyendo, no de Maduro, si no MCM)". Jorge Rodríguez acusó al opositor de mentir constantemente sobre todo con lo relacionado a su salida de Venezuela, donde la justicia había emitido una orden de captura en su contra tras los sucesos violentos ocurridos después de los comicios del pasado 28J.
Sin embargo, en España, hay parlamentarios que acusan al gobierno español de inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela y que algo está pasando por la danza de millones de euros que se mueven alrededor de unos exiliados políticos venezolanos que se están dando "la gran vida" en Madrid, cuando viven en las zonas más lujosas de la capital española, donde "el tapa - afiche" anda martillando a empresarios para asegurar los últimos años que le quedan de vida.
