Unos estudiantes sifrinos, hoy demostraron que no han estudiado, más allá de la pobre lectura panfletaria, exhibiendo su ausencia total de ideas y conceptos. Que marchan para tener derecho a marchar. Que protestan para tener derecho a protestar. Que manifiestan para tener derecho a manifestar. En suma, ejercen plenamente sus libertades para reclamar Libertad.
Piden a las Instituciones que no se les conculque SU Libertad de Expresión mientras que en la misma exigen que el programa televisivo “La Hojilla” salga del aire. Reclaman que no se les deja marchar cuando y por donde les provoque, a pesar de los derechos de los demás ciudadanos a trabajar y desenvolverse libremente, sin contar el detallazo que a la vez demandan que al Pueblo Bolivariano no se le deje marchar, en aras de su seguridad la cual, dicho sea de paso, ha sido celosamente resguardada por las autoridades policiales, como ya quisiéramos que nos protegiera a los demás ciudadanos.
Reclaman no tener cómo expresarse, en cadena nacional de radio y televisión, desde el presidium del Parlamento Nacional. En su torpe lectura, hacen mención genérica al “país que sueñan” mientras buena parte de ellos se beneficia de las mejores tangibles del Gobierno Bolivariano para la educación superior. Exigen “respeto” a la autonomía universitaria, mientras la elite del claustro les veda el derecho a participar efectivamente en las decisiones de sus alma mater.
Sin embargo, no todo está perdido. Su estadía en las universidades les ha desarrollado, quien sabe si como única habilidad, la hermenéutica y profundidad filosófica del “fashion”, y están en lo cierto: El rojo no le sienta bien a quien no siente pasión abrasadora por la Patria.
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