500 mil dólares por el buche de Yongo

Yon Goicoechea, Yongo como lo conocen sus amigos de la UCAB, del Country Club, los comerciantes del Sambil y del Centro Comercial San Ignacio, al momento de recibirnos lleva puesto un arrugado y manoseado ropaje de billetes verdes.

La panza del estudiante oposicionista luce más rechoncha que semanas anteriores. El susodicho tiene sobradas razones para darse un hartazgo mediático con el nuevo look de su abultado guargüero: el imperio le acaba de meter quinientos mil dólares por el buche.

Con las manos pintadas de blanco, Yongo nos atiende en una lujosa oficina pagada por la Embajada de Estados Unidos en Venezuela. En la pared que está a su espalda tiene colgados una serie de diplomas otorgados por National Endowment por Democracy (NED), International Agency for Development (USAID). Freedom House, Open Society Institute de George Soros, el movimiento serbio Otpor, Albert Einstein Institution, la agrupación Tradición, Familia y Propiedad. Todos estos certificados quedan como confesión de las prebendas institucionales acopiadas por Yongo entre algunas organizaciones filiales o compinches de la CIA.

Sobre su escritorio tiene colocado tres portarretratos con fotografías donde aparece confraternizando, en un arrebatado hermanamiento de sangre y de vísceras, con subproductos propagandísticos de ramplonería mediática acongojante como Cabeza ‘e Motor, Iván Ballesteros y Alejandro Peña Esclusa.

Por todo lo visto de manera presurosa y a vuelo de pájaro, quedó probado que Yongo es ese tipo de personajillo que adora los carguitos, las favoritismos, las gangas institucionales y el poder financiero. Envejecido a los 23 años, Yongo no representa un adalid de principios sino de intereses. Igualmente, personifica la sombra ajada y decadente de quien nunca tuvo magia ni munición intelectual para liar los bártulos de una idea o una frase contundente. Yongo siempre ha sido un mazacote de gravedad intolerable, parte de una comparsa estudiantil oposicionista que provoca hastío, somnolencia y cansancio.

En definitiva, su obcecado, descompuesto y vacío pragmatismo, nos muestra la realidad de su frío rostro. Analizado antropológicamente, Yongo resulta mitad Al Capone y mitad Mickey Mouse, lo que evidencia -a temprana edad- que es un entretenido, un gandul, un vividor, un aprovechado, un comensal de la hilarante política puesta en práctica por la farándula arqueológica de la derechona venezolana.

En el transcurso de la conversación nosotros preguntamos y Yongo responde de manera insensible. A la par tomamos nota de sus palabras desvergonzadas, de sus frases sacadas del cuchitril, del tugurio de su pensamiento. Para este protegido y promocionado por la Casa Blanca, lo mejor habría sido esconderse para que no lo viera ni lo escuchara nadie.

-Yongo, el Instituto Cato de Washington te acaba de otorgar el premio Milton Friedman. Este galardón también lo han recibido el economista británico Peter Bauer (2002), el economista peruano Hernando de Soto (2004) y el ex primer ministro de Estonia Mart Laar (2006), a quienes se les conoce una trayectoria. ¿Cuál es tu mérito para que te concedieran este galardón?

-Al recibir los 500 mil dólares del premio, puedo decir que estoy contento, yo no se qué es lo que siento, voy saltando como el río, como el viento, como el colibrí que besa la flor en la mañana. Estoy contento, yo no se qué es lo que siento, voy saltando como el río, como el viento, me pongo a bailar, no puedo explicar que es lo que siento, que reviento con las ganas de cantar.

-Repreguntamos, ¿cuál es tu valía para que te otorgaran el premio Milton Friedman?

-Esa respuesta no la puedo suministrar en este momento. Pues, Ars Publicidad me adeuda la entrega del guión para poder contestar este tipo de preguntas tan difíciles para mi meollo. Después de este premio, qué será, qué será de mi vida qué será, si sé mucho o no sé nada ya mañana se verá, y será, será lo que será.

-Muchos analistas han dicho que los 500 mil dólares del premio se destinarán para financiar partidos y organizaciones de la derecha, ¿qué alegas al respecto?

-Están equivocados quienes piensen que con mi dinero van a hacer fiesta, que mi premio es una caja chica donde todos pueden meter la mano. Ayer me llamó Stalin González pidiéndome una alta suma de dinero para financiar su campaña como aspirante a la Alcaldía de Caracas. Por su parte, Nixon Moreno me solicitó un apartado en dólares, porque apenas abandone la sede de la Nunciatura Apostólica tiene planificado pasar seis meses de vacaciones en Hawai.

-¿Es cierto que te amenazó Cabeza ‘e Motor porque le negaste una contribución para el Comando de la Resistencia?

-Esa información es positiva. Tanto así, que por la esquina del viejo barrio lo vi pasar, con el tumbao que tienen los guapos al caminar. Las manos siempre en los bolsillos de su gabán, pa’ que no sepan en cual de ellas lleva el puñal.

-¿Cuántos dólares le darás a Antonio Ledezma?

-Cuando llegue le diré tantas cosas, o quizás simplemente le regale una rosa.

-Se comenta que Manuel Rosales también te exigió una tajada grande del premio.

-Como no le dí nada, Rosales me enseñó los dientes. Rosalito se creía que él a mí me iba a llevar y cuando me oyó tocar, ay, le cayó la gota fría y al cabo de la compartida el tiro le salió mal. Qué cultura va a tener un negro yumeca como Manuel Rosales, si nació en los cardonales. Me lleva él o me lo llevo yo, pa’ que se acabe la vaina. Rosalito a mí no me lleva porque no me da la gana.

-¿Qué te dicen los oposicionistas cuando los desprecias y te niegas a colaborar económicamente con ellos?

-Afirman a quemarropa: Si naciste sin corazón en el pecho, tú no tienes la culpa de ser así. Si naciste sin alma yo te perdono, tú no tienes la culpa de ser así. Hasta dónde me llevas con tu desprecio, qué trabajo te cuesta decir que sí.

-¿Qué otras cosas te expresan tus amigos de la derecha?

-También me dicen: Ojalá que te vaya bonito. Que te den en Estados Unidos lo que no pudimos darte, aunque te hayamos dado de todo. Nunca más volveremos a molestarte, te adoramos, te perdimos, ya ni modo.

-Todas tus respuestas revelan que eres muy apegado al dinero.

-Tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor. El que tenga un amor que lo cuide, que lo cuide, la salud y la platica que no la tire, que no la tire.

-Finalmente, ¿qué opinas de los 500 mil dólares del premio Milton Friedman?

-Cuando los dólares llegan así de esta manera, uno no se da ni cuenta. El billuyo reverdece, la chequera florece y la ambición se revienta.

vchavezlopez@hotmail.com


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Vidal Chávez López


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