En realidad si analizamos a las 26 leyes habilitantes, promulgadas a ultima hora de una manera improvisada y que demuestran una gran falta de pericia, en leyes socialistas, del equipo jurídico de Miraflores; si analizamos esas leyes, repito; no veremos allí nada de socialismo y mucho menos comunismo; son leyes si se quiere, ubicadas en el espectro ideológico en la centro-izquierda y hasta en la centro-derecha, son leyes democrática-burguesas de avanzada y socialdemócratas.
Ahora si no son leyes radicales, por que la ultra-derecha o derecha exógena, hace tanta alharaca con este “paquete” de leyes comunistas, que son “metidas de gato por liebre de la reforma comunista que fue rechazada por el pueblo el 2-D”.
Y no solo eso; sino que a esa alharaca de la derecha de la esquina de al frente (La otra la tenemos en esta misma esquina infiltrada); “nuestra” derecha endógena le responde en el mismo tono; se defiende en forma de alharaca y ya unos de sus máximos exponentes como lo es William Lara, que por cierto de seguir Chávez insistiendo en querer levantarlo en el Guarico, va terminando hundiéndose con el; ya propuso una marcha nacional para defender vehementemente estas “leyes socialistas”. ¿Qué esta pasando aquí?
Aquí lo que sucede es que tanto la derecha exógena y la derecha endógena quieren polarizar al país con miras a las elecciones del 23-N, con el mero fin de erradicar cualquier tendencia revolucionaria que pueda insurgir en el panorama político pos 23-N, por el lado del denominado “chavismo” o alguna tendencia renovadora opositora que también le pueda surgir a la ultra-derecha.
LA MAYORIA DEL PAIS NO ES UN CENTRO IDEOLOGICO O POLITICO SINO UNA ESPERANZA DE CAMBIO QUE NO TERMINA DE LLEGAR.
Las encuestas nacionales, tanto del chavismo oficialista como de la derecha, han anunciado que existe un grueso universo, que es mayoritario y ronda casi el 50% (Unos dicen que es el 46% otros 48% y hasta el 52% han dicho otros), que no están ni con el gobierno ni con la oposición; ahora tanto los “encuestólogos” (Los interpretes que no son imparciales sino tendenciosos) de las derechas exógena-endógena llaman a ese grueso y mayoritario universo como ni-ni y los ubicas en el centro ideológico y en el mejor de los casos en el centro político, que significa que no están ni con el gobierno ni con la oposición. Pero ese universo de la mitad del país no es un centro ideológico como dicen los encuestológos tendenciosos de uno y otro bando, que son quienes pagan las encuestas; esa banda mayoritaria, es de tendencia revolucionaria, quiere cambios y cambios profundos en muchos casos, y hasta ayer no mas, era del campo chavista (Mayoritariamente) que ante el accionar de la derecha endógena se ha venido decepcionando, como también hay un sector opositor que ve que estos en su critica al gobierno no buscan cambios sino renta política.
Ese 46%-52% del país “indeciso”, saben lo que quieren, lo que no saben es quien representa a lo que ellos quieren; y es a quien tratan de manipular ambas derechas, tanto la exógena como endógena con la polarizacion del país.
Con la polarización del país que quieren reproducir con la lucha por las ultimas leyes de la habilitante, de neto corte democrático burgués y socialdemócratas, un lote (Mayoritario) de ese universo, cogen para el chavismo, y otro lote, no menos importante, pero minoritario coge para la “oposición oficialista” y dejan por fuera o con un porcentaje minoritario tanto a la izquierda radical como a las tendencias renovadoras dentro de la derecha, y ambos bandos continuaran siendo los dueños del país; es un pacto de Punto Fijo reformado o reformulado y sin apariencia de pacto.
Esta idea, la de un Pacto de Punto Fijo reformulado, era la idea del viejo Luís Miquilena dentro del chavismo; aunque el viejo se fue del chavismo, pero a esa idea le quedaron muchos adeptos y por el lado de la derecha exógena, ella es de tendencia natural al bipartidismo puesto que allí domina la vieja partidocracia puntofijista.
QUE HACER
Aunque la palabra la tienen las instituciones; el CNE y los medios de comunicación, el uno regulando la campaña en contra de los ventajismos tanto del gobierno como de la derecha realuda; pero quien tiene que “tomar cartas en el asunto”, es el pueblo, exigiendo que se le den participación a todos los candidatos, gratuitamente, en los medios de comunicación tanto los oficiales como los privados que son mayoritariamente de la derecha “opositora oficialista”. El pueblo debe hacer su propia chuleta al ir a votar y no los kinos impuestos por los encuestólogos manipuladores o publicistas de las derechas, la exógena como la endógena.
