Como se sabe, el eminente filósofo inició su vida académica como maestro en la población de Santa Bárbara del Zulia. A esa temprana edad, él mismo reconoce que logró el puesto a pesar de que no se había graduado en ninguna Escuela Normal. Es decir, que el primer ejercicio profesional de Manuel (como le dicen sus íntimos), comenzó a fuerza de palanca. ¿Cómo es posible que a pesar de todas las investigaciones realizadas en el Zulia no se le conozca ni un solo discípulo? Afortunadamente para el país, Manuel cobraba sin trabajar, por lo que debemos estarles agradecidos de no haber generado una cohorte de párvulos que pudieran haber seguido su ejemplo.
Fue Concejal de Santa Bárbara del Zulia, Auditor Interno del Concejo Municipal (1973-1974) y diputado a la Asamblea Legislativa del Zulia (1983-1994). Se vino a Maracaibo y allí fue concejal y Alcalde, (1996) y gobernador (2000-2008). Es decir que Manuel no ha tenido descanso, salvo las brevísimas temporadas que pasa en Florida (USA), a donde viaja con mucha frecuencia para, por estricta prescripción facultativa, sacarse el estrés por el trabajo realizado a favor de su pueblo. Fue Auditor Interno del Concejo Municipal en 1973, tenía entonces apenas 21 años. ¿Se imaginan ustedes a Manuel haciendo auditorías sin tener idea, de lo que estaba haciendo?
Como en el caso de su supuesto ejercicio como maestro, debemos agradecer que Manuel cobrara también sin trabajar y sólo se limitaba a firmar lo que otros hacían.
Con ese primer sueldito de maestro de escuela, mas lo que “rajuñaba” como Auditor, Manuel Rosales empezó a comprar fincas y más fincas, hasta llegar a la apreciable cantidad de 13 (según cifras conservadoras), todas cercadas, dotadas todas de las maquinarias y equipos más modernas, dotadas de miles de reses; y además casas y villas, cuya cuantía no ha sido considerada, pero entre ellas hay una, en Maracaibo, cuyo valor es por la irrisoria suma de US$ 1,7 millones, que al cambio oficial es la minucia de Bs.F. 3.825.000,oo.
Si ello no bastase, Manuel maneja cifras astronómicas en dólares en el “Bank of de América” a través de empresas como RT International y todas sus filiales, entre ellas la famosa Agropecuaria La Milagrosa, cuyo nombre, al parecer ha surtido efecto y ha permitido la multiplicación de los vacunos hasta alcanzar cifras que son la envidia de los zulianos.
Pero, siempre hay un pero, Manuel ha advertido que debe unos cobritos y ante la ausencia de suficiente firifiri para pagar las cuotas de algunas de sus villas y haciendas, ha entrado en un período de iliquidez que preanuncia serios trastornos económicos. Para ello necesita dinero.
Ahora bien, Manuel no tiene un pelo de tonto. Está consciente que Mario Isea le está pisando los talones, lo acosa, no le deja respirar con tranquilidad. Lo tiene a las puertas de la Fiscalía y pronto deberá comparecer ante los jueces. Manuel está perdido.
¿Qué hacer? Ante la evidencia que seguramente será encanado, lo más lógico es que tenga preparado su plan B, que obviamente es darse a la fuga, lo cual hará a través de Valledupar, donde son caciques sus amigos los Araújo, entre ellos su protegido y hoy prisionero, don Álvaro. Pero resta el problema del dinero extra que Manuel necesita urgentemente para pagar algunas cuotas irresolutas de ciertas haciendas, casas, villas y apartamentos.
Y aquí es donde la gata se montó en la batea. Manuel tuvo una brillante idea, sugerida por la tremenda actuación del gobernador del estado de Illinois, en donde se encuentra la ciudad de Chicago. Manuel pues ha decidido rifar la Alcaldía y para ello ha puesto a disposición de los interesados un talonario de tickets, cada uno de ellos por la modesta suma de 100 mil dólares. Abran juego señores, que la Lotería del Zulia se encargará del sorteo.
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