El discurso de oposición no es refutable sino ridiculizable, pero igual hace daño porque plantea falsos problemas que, lo explicó Jorge Luis Borges, conducen a falsas soluciones. Borges ponía como ejemplo la frase “el problema judío”, que impone la premisa falsa de que los judíos son un problema, lo que conduce a los pogromos y a la nazi Solución Final del Problema Judío.
Pasó con el “problema” de las brujas en Europa, lo que condujo al misógino sacrificio de no se sabe ya cuántas mujeres asadas por la Religión de Amor.
Ahora vuelven con el engaño de que el rrrÉgimen eliminará la patria potestad y de que los niños serán llevados a Cuba. Una de las estrategias siquiátricas ante el discurso maníaco-delirante es un mínimo de racionalidad. Introduzcamos una dosis homeopática de lógica: en Cuba hay poco más de 11 millones de habitantes. En Venezuela, redondeando sin pretensión científica, podría haber alrededor de 11 millones de menores de edad. ¿Imaginas, amigo opositor, la de problemas, esos sí reales, que crearían once millones de niños que no se sustentan a sí mismos? ¿Imaginas la logística, transporte, alimentación, alojamiento, salud y la gritería de un parvulario víctima de los desórdenes emocionales de niños separados de sus padres por la fuerza?
Esta ridiculez la profirieron ya cuando la Revolución Rusa, la República Española y la Revolución Cubana. Ella condujo en Cuba a una solución no solo falsa sino monstruosa: una operación masiva, dirigida por la CIA, para sacar de la isla y de sus familias a más de catorce mil niños, que hoy son adultos sumidos en un limbo de identidad, porque no son ni cubanos ni gringos ni tienen familia ni nada y con un trauma emocional irreversible. Para no perder a sus hijos perdieron a sus hijos... El pánico embrutece.
Es lo que pasaría si derrocan a este gobierno para no perder sus propiedades: las perderían gracias a la reimposición del crédito mexicano, la cuota balón y el IPC.
El capitalismo tiene, entre tantos defectos, hacer creer que la sociedad se reduce a la experiencia de cada individuo. La patria potestad de todos es mi patria potestad. Yo soy el universo. Si es bueno para la General Motors es bueno para los Estados Unidos. Pero divago...
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