Desequilibrios

Los carajitos culilocos. Viendo las imágenes que presentan los camaradas de Ávila TV y otros medios comunitarios sobre las marchas “pacíficas” de estos cachorritos de hienas, llama la atención su agresividad ante las cámaras a pesar de que entre ellos hay individuos que actúan como “controladores”. Parece que su misión es calmarlos cuando hay cobertura mediática, sin embargo no logran detener la furia entre sus filas. Lo más impresionante es la agresividad de las carajitas, con un vocabulario que haría palidecer a cualquier patán de botiquín. Incluso con ademanes y gestos netamente sexuales, acompañando la carga de odio, que contradice sin dudas, la tan cacareada supresión de la libertad de expresión que estas fierecillas y sus domadores pretenden acuñarle a la Revolución.

Este componente de agresividad sexual, acelera el arrebato de los carajitos, pues el instinto les dice que quien más se destaque en sus demostraciones de belicosidad, tendrá altas probabilidades, tal como sucede entre los animales, de quedarse con la hembra. Unido a ello, la carga mediática sobre grupos de referencia que desde las porno novelas de RCTV, Venevisión, Televén y otras televisoras, incide en el comportamiento de este grupo de jóvenes descerebrados. Si alguien quiere estudiar lo que estas dictaduras mediáticas hacen, he allí en nuestras calles el decantado de disociación de que es capaz esta canalla.

La realidad climática. Se ha dicho con toda la razón, que el fenómeno climático que nos aqueja es consecuencia de la voracidad capitalista. Hace poco nuestro recién nombrado Ministro del Poder Popular para el Ambiente, Alejandro Hitcher, propuso que el fenómeno llamado “El Niño” debería cambiársele el nombre. Evo, en su intervención en Copenhague, expuso claramente al capitalismo como responsable de los desequilibrios ecológicos y climáticos. El líder Comandante, recogiendo una frase popular, señaló con certeza universal que el cambio debe ser del sistema, no del clima. Si el sistema tiene la culpa, deberíamos llamar las cosas por su nombre y decir de ahora en adelante, simplemente: Recalentamiento Capitalista. Cuando decimos Calentamiento o Recalentamiento Global, expresamos sin querer, la idea de que los culpables por el desequilibrio del planeta somos todos. Si bien es cierto que todos debemos participar en su recuperación, son los países industrializados los que no quieren asumir el compromiso de desintoxicarla.

Está claro que ahora tratan de capitalizar- no faltaba más- las acciones para frenar un deterioro que ellos provocaron, con las mismas premisas y arbitrariedades que utilizan para impedir el uso pacífico de la energía nuclear, sin rubor alguno por haber detonado bombas atómicas en ciudades, atolones y el subsuelo. Como dije en una oportunidad: Pretenden que les paguemos por limpiar su desastre, alegando que ellos tienen el “know how”. Ya vimos lo que hicieron con sus “bonos basura”, ahora nos quieren vender su basura como bono.


pladel@cantv.net


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Plácido R. Delgado


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