Para qué una asamblea militante?

Convocamos para favorecer las condiciones de una reagrupación militante sobre la base de algunos criterios básicos:

-No existe en los actuales momentos lugares comunes de construcción política que favorezca el desempeno de una actividad revolucionaria donde se reafirme la completa autonomía de su posibilidad de pensar y hacer contando exclusivamente con una política propia, es decir, “otra política” que nada tiene que ver con representaciones y la patética y narcisista individualización de la política centrada “en el político” .

-La militancia como valor y ejercicio fundamental de compromiso tiene que revalorarse por completo por fuera de todos los canales e intermediaciones que en este momento se producen con el estado y en donde por lo general se oscurece por completo ese compromiso para convertirnos en salvadores o tristes aprovechadores –si hay suerte- de circunstancias gubernamentales.

-El único momento lugar posible de la militancia auténtica es el terreno duro de la lucha de clases y la creación de organización y política desde dentro del combate que ella supone en función de la consolidación de nuevas. correlaciones de fuerza que favorezcan los procesos integrales de liberación.

-No hay otro sujeto que el “nosotros”: “ ese pueblo que se ha decidido luchar por lo suyo”, que lo hace en conjunto, en organización abierta pero disciplinada y estructurada, que asume los contexto de su resistencia tan lejos como lo impone las circunstancias concretas de cada lucha.

-Caracas, como cualquier otro lugar del planeta, es “un lugar” que merece verse desde estas premisas. Allí notaremos primero que no existe lugar para evaluar el desenvolvimiento real de los contextos de lucha en que estamos atrapados, mirándonos desde el mundo al cual pertenecemos como la tierra donde vivimos.

-La critica a la burocracia no tiene una contrapartida en “otra política” que suponga realmente defender y transformar esta cuidad. Es necesario y urgente crear el espacio militante que permita precisamente esa mirada conjunta desde abajo y desde una “carta de lucha” que iremos abordando y ampliando en la medida que se va ganando terreno y esto involucre mas y mas personas dignificadas en su pobreza material.

-Allí la tarea básica de una “asamblea de militantes” que dentro de un horizonte libertario muy claro donde podamos comenzar por dos cosa básicas: ir forjando las bases para la creación de una dirección colectiva, organizada y permanente y una estrategia de lucha que sepa abordar un plan conjunto que por un lado clarifique la situación de lucha en que nos encontramos: lo que supone confrontar enemigos básicos e inmediatos como el capital inmobiliario y financiero que se come la cuidad a su favor (forzando el hambre, el desempleo y la especulación inflacionaria), el narcotráfico como agente central de la violencia y descomposición de nuestras comunidades, y la burocracia como aparato de neutralización de voluntades, pacificación y legalización del “nosotros” en lucha. Pero a sí mismo corre paralelo un plan de autogobierno comunal y territorial que nos permita afrontar de lleno la lucha por el poder y la liberación del espacio Caracas como unidad diferenciada de comunidades y trabajadores, jóvenes y ninos atrapados en dentro de la muerte que significa hoy en día la combinación entre metrópolis y capitalismo.

-A estas alturas de lo que hemos llamado el “proceso o revolución bolivariana” estamos obligados a definir realmente quien es el protagonista y el mando real dentro de esta historia. Se acabaron como dicen “los movimientos sociales” pobrecitos siempre autodisminuidos frente a la controversia cruda del poder y no precisamente el poder limitado en los controles de los estúpidos cargos públicos sino el verdadero mando sobre la tierra y la producción de la vida que nos ha de pertenecer. Afrontemos de lleno la lucha política en el terreno que es: el poder sobre los medios y potencialidades de vida, creación y producción hoy en manos de la burguesía, el poder corporativo transnacional, el paraestatismo y la burocracia, cuatro poderes que estamos obligados por todo este siglo a dar la lucha final o no hay más humanidad. Estamos en un momento clave de la historia en ese sentido y es mucho el poder potencial que ya tenemos, falta la decisión para ejercitarlo.

-El indiscutible y necesario apoyo al comandante Chávez no acaba ni mucho menos el problema político que tenemos como reto, apenas lo aclara aunque contradictoriamente en cuanto a la introducción de elementos aliados en la discursiva y decisiones posibles del poder constituido, en este caso la presidencia. Pero las estrategias, la labor diaria de construir otra economía, otra comunicación, otra educación, en fin otra política, ya necesita de síntesis orgánicas claras y militantes totalmente ajenas a esta lógica perversa del poder individualizado –representativo- del estado burgués.

-Menos mal y si para algo han servido estos anos es para tener el derecho a decir que esto ya no son discusiones de librito, son ideas que cobran materialidad y se extienden. Caracas como un todo lleno de voluntades irreverentes por las tradiciones de lucha que se incuban en ella, puede jugar un papel referencial principalismo en la lucha nacional y nuestramericana. ¿Qué esperamos entonces que otra vez se revierta contra nosotros las correlaciones de fuerza conquistadas?.

-Muchas preguntas se asoman: ¿Cuándo hablamos de gobernar más que “ser gobierno”, que cosas en concreto han de gobernarse en un plan a mediano e inmediato plazo?. ¿Cómo podemos definir una estructura conjunta de dirección colectiva? ,¿Cómo hacemos para esa estructura por lo menos responda tres retos básicos: comunicación, producción, formación, movilización y defensa?, ¿Cómo se involucra y fusiona esa estructura con las luchas cotidianas de comunidades, jóvenes y trabajadores?, ¿Cuáles son los espacios de mando colectivo que en tanto poder constituyente ha de promover esta dirección?, ¿Cómo produce sus propios recursos y los autogestiona?...son preguntas básicas a la asamblea de militantes que dejamos a su respuesta y participación..



¡Volvemos por todos los caminos!

¡Todo el poder para el pueblo!

jansamcar@yahoo.com


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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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