Todas las proyecciones serias, desarrolladas a través de la aplicación de encuestas a nivel nacional, tales como Datanalisis, Hintelaces, 30/11, etc. Adelantan que Nicolás Maduro ganará las elecciones del 14 de abril. Sin embargo, para comprender esto debemos observar algunos elementos del entorno.
Hugo Chávez, el 7 de octubre del 2012 ganó con 8.191.132 de votos, lo que equivale al 55,07%, mientras que Capriles perdió con 6.591.304 de votos, el 44,31%. De 18.854.935 Votantes registrados, votaron realmente 15.176.253, lo que equivale a una participación de 80,48 %. En este nuevo proceso electoral no hay nudos votantes, así que aspirar a sacar más votos por cualquiera de los sectores en pugna es más un cliché o consigna política que cualquier otra cosa.
La intención hacia el Presidente Chávez por estratificación social fue la siguiente: AB 24,3%, C 36,7%, D 56,5% y E 67,8% (donde A= clase alta, B= clase media, C= clase media baja, D= pobre y E= pobre extremo). Mientras que para el candidato opositor la intención de voto fue: AB 45,9%, C 36%, D 20,8 % y E 14,7%.
La conclusión es sencilla, la clase media baja y los pobres, donde se concentra la mayor población electoral, estuvieron con Chávez y son un potencial electorado del chavismo, ahora encarnado en Maduro. Esto es como consecuencia del traslado afectivo de Chávez a Maduro por solicitud de Chávez antes de morir, además de una continuidad racional que busca preservar las políticas establecidas por Chávez en manos de alguien de su equipo y por el hecho de que Maduro es la novedad en estas elecciones ya que es su primera participación en elecciones presidenciales.
El gran reto de Maduro es mantener el legado de Chávez crítico y propositivo ahora desde una praxis colectiva, y el gran reto de Capriles es superar su discurso y campaña en el vacio y tratar de imponer o demostrar su tesis de la mentira en torno a la muerte de Chávez, cosa que tiende a diluirse sin pruebas.
Existen un conjunto de dificultades a superar por cada candidato, para Maduro:
1. El ser comparado permanentemente con Chávez.
2. La necesidad de crear un estilo propio de hacer socialismo bolivariano, chavista y de unidad.
3. La legitimación de él como relevo a consecuencia de la decisión de Chávez.
4. Garantizar la dirección colectiva exigida desde las bases chavistas a través de un método eficiente.
Para Henrique Capriles las dificulatades a superar son:
1. La derrota a cuestas.
2. La ausencia de cohesión opositora.
3. La gestión permanentemente interrumpida de Miranda.
4. Garantizar la participación de todos los sectores opositores de manea equilibrada.
Con base en esto, me permito formular los siguientes escenarios:
1. Derrota de Maduro, victoria de Capriles: improbable.
2. Victoria de Maduro por más de 8.1 millones de votos y disminución de la abstención: Poco probable.
3. Victoria de Maduro por un porcentaje de diferencia entre el 11 y 15%, con una participación de +o- 70% del electorado: Altamente probable.
4. Victoria de Maduro Entre 10 y 7%: Probable.
Sólo un "atochazo" o acción sorpesiva de la oposición a nivel comunicacional podría revertir estos escenarios, o podría planearse como acción final ante la inminente derrota retirase de las elecciones pocos días antes, buscando deslegitimar y desetabilizar la democracia en el país.
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