Chávez siempre Chávez, sabiéndose atrapado por una delicada enfermedad, se lanzó con pasión y frenesí a la tarea final de dejar asentadas las bases que impidieran el retorno de la burguesía y sus acólitos locales al control del poder político en Venezuela, preámbulo del retorno de la lógica del capital y la mano invisible del mercado. Consciente estaba de errores, deficiencias e inconsistencias humanas, conspiraciones, ambiciones desmedidas, deslealtades, existencia de oportunistas y aprovechadores infiltrados en los altos, medios y bajos niveles de la revolución bolivariana, capitalistas disfrazados de socialistas, falsos y falsas camaradas con elocuentes y revolucionarios discursos pero con una praxis signada por la vanidad capitalista; además de un bestial acoso y cerco por parte de la burguesía transnacional, a través de su instrumento de guerra, destrucción e intimidación como lo es el imperialismo-sionismo, todo lo cual ha impedido el avance y consolidación de la estrategia de destrucción del capitalismo y edificación del socialismo. De allí que, en reunión con el gabinete ejecutivo, en lo que se denominó "Golpe de Timón", el comandante eterno hizo su más profunda reflexión crítica y autocrítica, así como reclamo, ante una grave desviación presente en la revolución bolivariana, cuyos elementos táctico-estratégicos para la destrucción del capitalismo eran: a) Desmontaje del estado burgués, que implica el impulso del estado popular revolucionario y cuya expresión concreta es el estado comunal y su base orgánica los Consejos Comunales y Comunas en la consolidación de un poderoso Poder Popular participativo y protagónico, b) acabar con las formas de producción capitalista, mediante el desarrollo de la nueva economía socialista, c) formación intensa del pueblo en los valores, principios, conceptos y mecanismos relacionantes del nuevo modo de producción socialista: el socialismo sólo será obra de las y los socialistas, d) conformación de un sólido partido, que como vanguardia ético-moral en lo organizativo, político e ideológico, acompañe al pueblo en el impulso de las transformaciones socialistas. Y allí lanzó el grito de alerta: NO hay comunas, NO hay consejos comunales, NO hay economía socialista, NO hay... en un hondo y sentido reclamo ante lo que consideraba un engaño y constantes mentiras, pero empinándose sobre tan adverso panorama ratificó su grito de batalla: UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA, que afirmados en su PLAN DE LA PATRIA: Independencia, Socialismo, País Potencia, Mundo Multipolar y Salvación del Planeta, le permite solicitarle al pueblo que vote por Nicolás Maduro, si un hecho sobrevenido le impidiese volver a la presidencia de la República.
TRISTEMENTE SU DESTINO ESTABA DEFINIDO
Pero el inclemente enemigo, no sólo preparó concienzudamente su muerte, lo que le impidió la aplicación de ese golpe de timón, sino que también tenían todo un plan de acoso económico, sociopolítico y mediático, que atacaría el estómago, el inconsciente y el consciente de la gente, con el propósito de perturbarla, dislocarla, colocarla en situación de caos y desesperanza emocional, apta para la manipulación y así inducirla paulatinamente a actuar hasta contra sus más sentidas convicciones ideo políticas: "Maduro no sirve, es culpable de tus actuales padecimientos", "el socialismo es un fracaso", "vamos por el cambio que es tu salvación", etc, llevándola a asumir un falso sentimiento y colocarse al lado de sus verdugos (la MUD).! Y así se fue dibujando el cuadro del 6D, apuntalado, lamentablemente, por una errada percepción de la realidad por parte de la dirigencia fundamental de la revolución, que indujo una triunfalista y equivocada táctica electoral, amén de haberse deslizado en el prepotente sectarismo hegemónico e impositivo, que produjo un demoledor voto castigo.
REACCIONES ANTE EL 6D
El resultado arrojado por las elecciones del 6D produjo en el GPPSB estupor, sorpresa, tristeza, lágrimas, quejidos, etc y en otros factores chaviztas una alegre mueca. Por supuesto que en los predios imperialistas, apátridas y burgueses ocurrió una explosión de felicidad, por un resultado que los favorecía notablemente e indicaba el declive de la revolución bolivariana, el retorno al poder y la posibilidad de reimponer el libre mercado neoliberal. Y, sin lugar a dudas, este resultado hizo trastabillar al gobierno, a la alta dirigencia del proceso y al pueblo Chavista, colocándolos en estado de sopor y profunda reflexión.
EL PUEBLO SE EQUIVOCÓ..!
Las primeras opiniones desde las altas esferas del chavismo justificaron la debacle afirmando que "el pueblo se equivocó al votar", intentando aferrarse a un supuesto error mecánico que produjo una elevada cantidad de votos nulos y la incomprensión del momento histórico por parte de quienes se abstuvieron, todo lo cual restó más de tres millones de votos. NO ENTIENDEN QUE ALLÍ HUBO UN ACTO CONSCIENTE, que en el argot criollo significa VOTO CASTIGO. Y qué se castigaba? 1) Una dirección política sorda, ciega, sectaria, alejada de la realidad y en muchos casos, corrompida, 2) Un gobierno ineficiente, con elevados niveles de corrupción y burocratismo, alejado del pueblo y el legado socialista de Chávez, que proclama proteger al pueblo y permite que lo sometan a las penurias del mercado capitalista, 3) Un partido convertido en sectario escenario de tronos compartidos, en el cual es prohibido pensar y opinar críticamente (que es decir revolucionariamente) y se estructura sobre la base de la obediencia y sumisión disfrazadas de disciplina y lealtad, donde se tributa y dobla la cerviz ante reyes y reyezuelos dueños de todo; amén de ser una auténtica maquinaria electoral capta votos para mantener los privilegios del poder, simple satélite de la gobernabilidad y distanciado de su original propósito como vanguardia transformadora, prefiguración de la sociedad que queremos construir. El camarada Maduro, además impulsó un extenso e intenso proceso de reflexión, tanto en el PSUV como en el seno del pueblo, mediante el Congreso de La Patria. Resultados: 1 + 1= nada. Todo un proceso gatopardiano: cambiar para que todo siga igual. Y la conducta, el estilo, los rostros dirigentes, la política, etc, que precedió al 6D se repite, presagiando nuevas derrotas electorales. Y simultáneamente, desarrolló un plan de control institucional, persecución a las "infidelidades", afirmación de su liderazgo, con fuerza en las fuerzas armadas, y hegemonía política del PSUV; amen de impulsar un plan de rescate y consolidación económico social, con lo cual se frenaría el éxtasis vampirezco de una estanflación indicativa de que la lógica del capital y la mano invisible del mercado se habían apropiado de Venezuela, colocando a la población en un extenso clamor: DIOS MIO, SE NOS VINO ENCIMA EL CAPITALISMO..!, al tiempo que el Presidente invocaba el diálogo como salida para estabilizar al país y lograr la paz, palancas básicas para el desarrollo.
LA DERECHA IMPERIALISTA A REMATAR
Con esos resultados del 6D la oposición, enceguecida por la ambición y el odio inoculado al pueblo y auto-inoculado, se lanzó por el carril del centro a proponer la destitución inmediata del Presidente Nicolás Maduro, poniéndole fecha a ese propósito y barajando múltiples vías constitucionales y no constitucionales para lograrlo. Finalmente seleccionaron el Referendo Revocatorio como la salida legal, dejando momentáneamente en el frízer la que realmente alientan: el caos, la destrucción, incendiar al país para asaltar el poder y acabar con el chavismo, lo cual tiene su asidero en el empuje que reciben por parte del imperialismo estadounidense y su maquinaria de guerra, propia y aliada. Hoy, la vía legal parece imposible de darse, visto que existen normas y reglamentos para su implementación, que la oposición no ha cumplido, lo cual coloca el escenario en manos del diablo.
FRENTE A LA DIFICIL COYUNTURA, QUÉ HACER?
Dos trenes circundan el horizonte venezolano y todo indica que ocurrirá una colisión de resultados impredecibles. Los revolucionarios, socialistas y chaviztas estamos obligados a colocarnos al lado de la Revolución Bolivariana, su consolidación e impulso del Socialismo. El momento histórico indica mover la balanza a favor del legado eterno de los pueblos en su lucha por la emancipación, que pasa obligatoriamente por derrotar a la burguesía y su maquinaria de subyugación y guerra: el imperialismo. Por lo tanto debemos construir la más amplia unidad antiimperialista. Asimismo, es necesario empujar los signos vitales del socialismo: la ética y moral, la igualdad, la propiedad social, la democracia participativa y protagónica, la justicia como bien social, la soberanía popular, etc,, que implica decantamiento en las fuerzas chaviztas y revolucionarias. Y en concreto, acompañar a Nicolás Maduro en esta difícil batalla por contener los ímpetus restauradores de la derecha fascista y retrógrada. Pero también, es momento de entendimiento, de diálogo entre revolucionarios, de suspender diferencias y ataques destemplados para constituir una gran fuerza revolucionaria, que nos permita salir victoriosos. Luego que el cielo esté despejado y el horizonte vislumbre el camino socialista, volvamos a la tan necesaria lucha ideológica, franca y transparente, que nos permita avanzar con certeza estratégica. Camarada Maduro usted tiene la batuta cedida por el comandante eterno, dele sentido estratégico y contenido táctico, para que la V República, la República Socialista, no se pierda.