Está definido ya, que en las elecciones del 28 de julio no se votará por la opción al socialismo o al capitalismo, sino porqué tipo de continuidad del capitalismo, hay que votar: el de Maduro o el de Fedecámaras.
El camino del socialismo en este momento no forma parte de las opciones electorales, dado que, el movimiento socialista-chavista ha sido también desplazado y sustituido por el Madurismo del Psuv.
En consecuencia, que el chavismo-socialista no presenta candidatos y su campaña es anti electoral; muestran una realidad que no se debe obviar, y esta es que, el proyecto del chavismo radical está débilitado.
Y como no estarlo, si ha sido desmontado con las medidas estructurales anti socialistas que el gobierno madurista viene desarrollando des hace una década. Y tomando en cuenta el agregado de las migraciones, la pobreza extrema, la sustitución de los logros por la rebusca y la proliferación del sálvese quien pueda; levantar hoy, la bandera del socialismo es un acto heroico que nos remite a un tiempo anterior a Chávez.
Al tiempo de Fabricio Ojeda donde se expresaba que la participación política no podía ser responsable de actitudes ajenas e indiferentes a los intereses del pueblo. A lo que todavía no ha llegado el naciente movimiento renacentista de Chávez es, pedir que el Psuv se renueve, que se salga del contubernio con Fedecámaras y que se constituya en una organización revolucionaria unida a otros que luchan por el socialismo.
La ventaja de Chávez es que era militar…