Todos los afectos al presidente Chávez estamos respirando más tranquilos pues el horizonte se despeja para una posible y esperada reelección que consolide el proyecto de ir a un socialismo bolivariano. Muy bien. Ahora, con cabeza fría, analicemos las cifras electorales en el contexto de un posible avance o retroceso del chavismo. En verdad nosotros dejamos de retroceder. Recuperamos unos 680.000 votos en comparación al pasado 23-N y no un millón. De aquellos 7.310.000 votos aún nos quedan por recuperar aproximadamente un millón para mantenernos en el ritmo del NO retroceso. En estas elecciones del 15 F no avanzamos sino que dejamos de ir hacia atrás, que es muy diferente. La oposición asesina y lacaya e/o ignorante, ganó un millón de adeptos sin conciencia social y ciegos de la realidad progresista que vive Venezuela. Hay variadas razones y de eso hemos hablado y escrito bastante. Existen tres "I" que amenazan seriamente al proceso bolivariano: La IMPUNIDAD, la INSEGURIDAD y la INFLACION. De la primera son responsables directos la Fiscalía burguesa-capitalista, el podrido Poder Judicial y la displicencia del Estado. El mal nacido COPP no ha sido reformado para evitar que muchas formas del delito no se burlen de nosotros y allí le cabe toda la RESPONSABILIDAD a la burocrática Asamblea Nacional. ¿Qué están esperando? Claro, los ilustres diputados tienen sus escoltas 24 horas y no sufren lo que el ciudadano común padece a diario en el virtual toque de queda que vivimos en todo el país. Por la TV y la prensa escrita se cometen más delitos que nacimientos diarios de niño@s y la conspiradora Conatel no hace nada. ¿Y por qué el señor presidente no toma cartas en el asunto? No se.
La inseguridad es compleja de analizar pero es consecuencia directa de la grosera impunidad que impera. Un ejemplito como sugerencia: Si una persona es encontrada in fraganti con un carro robado, debería ir directamente a juicio para ser procesado y condenado por lo menos a 12 años de cárcel, con su derecho a defensa pero con una fianza de unos 100.000 Bs. Así bajaría notablemente ese flagelo que nos azota sin misericordia y que se lleva muchos compatriotas a la tumba. Las policías regionales están infiltradas por delincuentes y no hay presencia policial en las zonas críticas. Cada Estado es como un virreinato donde los gobernadores andan cada uno por su lado sin políticas nacionales coherentes y eficaces.
Cuando vamos al supermercado y demás comercios de alimentos, así como lo relativo a enseres del hogar y repuestos de vehículos, por ejemplo, vemos como el bolsillo se nos encoge y cada mes gastamos más. Estamos viviendo la propia dictadura de la empresa privada, incluyendo a los buhoneros que no pagan impuestos. El dinero rinde menos y eso irrita al colectivo.
Esos tres elementos antes mencionados son el real peligro de la revolución bolivariana. Hay mucho descontento y eso se refleja en las urnas electorales. Es cierto que la abstención bajó pero no nos favoreció a nosotros y los números son muy claros. Estamos en alerta amarilla y si no hacemos lo que tenemos que hacer estamos señores ante un serio peligro y las momias adecopeyanas pueden seguir volviendo. Hay varios ministros que son contumaces en la ineficiencia y Chávez los vuelve a poner en esos cargos. Hay gobernadores y alcaldes rojitos que fueron reelectos por fidelidad al proyecto más no por simpatía nuestra. ¿Y hasta cuando nos durará el portaviones Chávez? Cada quien que asuma su responsabilidad pues nuestro presidente no puede ser el alcalde de toda la nación y por eso el pueblo pasa factura y ocurre lo que ocurrió el pasado 23-N. Sin servicios básicos, sin justicia y con los precios subiendo cada día, no hay mucho futuro para esta incipiente revolución.
Por otro lado, la pirámide salarial es altamente tóxica para el proceso. Los sueldos de altos funcionarios son tan obscenos que hasta vergüenza da hablar de eso. ¿Como es que un funcionario del poder judicial y electoral, por ejemplo, se jubile con decenas de miles de bolívares mensuales? ¿Como es posible que nuestros médicos ganen tan poco? ¿Por qué a un recién egresado de la universidad o de un instituto tecnológico se le ofrece salario mínimo para comenzar? ¿Cuándo habrá justicia salarial?
Hay mucho de injusticia para comentar y todo eso permite que se acorte la distancia entre los que odian el proceso bolivariano y los que queremos una patria más justa. Cuidado, la diferencia se achica. Usted puede hacer mucho, señor presidente.
efraingran@gmail.com