Otro escritor, Arturo Uslar Pietri, frente a las Casas Muertas que iban dejando a su paso la explotación yanqui del petróleo y su sucedáneo, la economía rentista, habló de “sembrar el petróleo”. Pues bien, al Estado Anzoátegui le sobra tierra para hacerlo, desde la cuenca del Unare hasta los horizontes perdidos de la Mesa de Guanipa. Precisamente, bajo la tierra de Guanipa no sólo hay petróleo, sino uno de los reservorios de agua dulce más grandes de América. El petróleo de la Faja debe convertirse en semillas para el campesino, en apoyo económico y técnico, en dignas condiciones de vida, en las maquinarias necesarias y en educación para el trabajo y el campo. Anzoátegui tiene las potencialidades en sus tierras para que en nuestro país sea una realidad la soberanía alimentaria. Es nuestro sueño, nuestro reto y nuestro compromiso.
No me des un pez… Enséñame a pescar. Anzoátegui parece abrazado por el signo de Acuario, por las aguas eternas, con el inmenso Mar Caribe al norte y el Soberbio Orinoco, como lo bautizara Julio Verne, al sur. El gobierno revolucionario puso coto a la pesca de arrastre, capitalista, expoliadora, devastadora de la biodiversidad; esa pesca que sólo dejaba un salario mísero a los trabajadores del mar. Seguiremos impulsando la nueva realidad, con los pescadores al timón de todo el proceso, desde la captura hasta la industrialización de los productos y su comercialización. Apoyaremos asimismo la pesca artesanal y tradicional, en lo económico y en lo técnico. La llave será el pueblo organizado, los consejos comunales, las comunas de pescadores, en la construcción de su propia felicidad.
Petróleo, tierra fértil, mar inmenso, islas de plata, bronce y sol, Orinoco al sur, ríos grandes y pequeños, serranías, sabanas sin fin, y un pueblo generoso, hospitalario, conversador, que le dice al visitante: “Bienvenido, pase adelante, está en su casa”. Anzoátegui debe ser una potencia turística, de un turismo sano, sustentable, en armónico equilibrio con el ambiente, la biodiversidad y las bellezas naturales. En esa dirección navega nuestra propuesta de gestión parlamentaria.
Ya dijimos que formamos parte de un Proyecto de País. En este sentido, nuestro trabajo en la Asamblea Nacional se inscribe en la visión de un solo gobierno, con el presidente Hugo Chávez a la cabeza del proceso revolucionario y el gobernador Tarek William Saab al frente del estado Anzoátegui. Ese trabajo se armoniza con el del pueblo organizado. La meta de nuestro trabajo parlamentario y de ese Proyecto de País, está resumida en una frase de alto contenido socialista: dar a todas y todos la mayor suma de felicidad.
P.S: Con la partida a destiempo del camarada Luis Tascón, la muerte nos golpeó a traición… y duro.
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