Esos ricos dulces son el Socialismo, que con paciencia, mucho amor y trabajo, degustaremos nutriéndonos cuerpo y alma. Es así como la transformación social de este país, debe traspasar la barrera de lo material, para convertirse en dialéctica pura: cuerpo-materia, pensamiento-acción. Lo material solo es posible con un fuerte deseo espiritual, un sueño colectivo, una visión de mundo creadora y esperanzadora.
La esperanza, los sueños, la eterna utopía deben prevalecer en el pensamiento y espíritu de los revolucionarios, nunca la desesperanza. El capitalismo solo mide los sueños en el poseer y no en el vivir. Poco le interesa a los poderosos de las oligarquías y monopolios, que el pueblo se enferme y vivan de las migajas que le arrojan los carcelarios de los sueños y de la vida, con tal de llenar los bancos del maldito dinero.
Este pueblo, como el mar que refleja el sol en el horizonte, subyace destellante y sosegada ve como recompensa la esperanza de un hombre hecho pueblo. Sin lugar a dudas, la capacidad de liderazgo en nuestros barrios, pueblos, parroquias y comunas son exponenciales en comparación hace 20 años atrás. El campesino hoy levanta la voz, los pobladores alzan su puño, el obrero reclama sus derechos, en fin la verdadera política reivindicativa, de justicia social y participativa, se está convirtiendo en un verdadero peligro para los intereses coloniales capitalistas. La mentira y el terror, tienen patas de barro y ya hay un deslave de ideas y propuestas en los actores políticos y comunicacionales de la derecha de este país. En el barranco de la historia, seguirá cayendo el fascismo y la esclavitud global.
Nuestro Comandante Chávez, farol de justicia y ejemplo de coraje, está asumiendo otra adversidad. Estamos seguros que superará cualquier percance, Hugo es un guerrero que no le teme a la adversidad. Enfrenta los problemas y sale adelante. En la Ética del Presidente, el pueblo se llena de valor y de fuerzas, lo acompaña y le brinda una vez más, su amor incondicional. Una de las maneras de expresarle este amor es en el trabajo diario, en reconocer nuestras fallas individuales y colectivas para reordenar el caos. Qué bonito seria en un futuro no tan lejano, ser un pueblo practicante de la solidaridad como un acto reflejo, como un parpadeo, como un suspiro, sin intereses y siempre pensando en conjunto.
La sociedad basada en el trabajo debe ser una construcción heroica de nuestros pueblos, amorosos con la naturaleza, con el aire, con el cielo. Volemos como Cóndores en las alturas, seamos infinitos y en ese infinito soñemos y soñemos….volemos juntos que solo así ni los más fuertes vientos detendrán nuestro rumbo…
Palante Comandante, este pueblo, superará todas las adversidades….
Junto a su Pueblo Vivirá y Venceremos.
Y sin miedo ni estupor gritemos, SOCIALISMO O LA MUERTE DE LA HUMANIDAD….
@OJArmas
Isla de Margarita, estado Nueva Esparta. República Bolivariana de Venezuela.