Por los últimos días el transporte publico ha vuelto a ser tema de noticia Nacional y Local, Ciudad Guayana, no escapó al paro, poniendo de nuevo en evidencia la ausencia de la revolución Socialista en las políticas publicas del sector, las cuales hasta ahora dan muestra de falta de estudio y comprensión del problema por decir lo menos, las cuales no tienen nada que envidiar a las políticas del sector en la cuarta república, al contrario, en lo que respecta a FONTUR, hay un dramático retroceso, cuando se asesoraba y apoyaba financieramente, los estudios y planes de transporte urbano y el fortalecimiento institucional de las Direcciones de Transporte Municipal para que asumieran con pertinencia técnica sus funciones en las diferentes Ciudades del País.
En la revolución, hay una tendencia a justificar la apropiación de espacios de gestión pública con criterios sectarios al servicio de intereses grupales, con la supuesta preeminencia de lo político sobre lo técnico, lo que en muchos casos ha sido terreno para la improvisación por desconocimiento del área y para la corrupción.
FONTUR, en revolución, se ha dedicado, a construir vialidad y entregar autobuses sin un criterio enmarcado en un plan de transporte por Ciudad, que asegure que esos productos, van a servir a un sistema de transporte publico, donde los viajes estén medidos y las rutas sean parte de una red diseñadas con criterios de un buen servicio y correcta administración, si algo caracteriza al socialismo es la planificación en función de las necesidades de la población, pero en este caso, antes, en la cuarta república y ahora en la quinta, la entrega de vehículos por parte de FONTUR obedece a presiones, porque todavía se administra y opera el sistema con criterios capitalistas, gente que mueve influencias para hacerse de unos buses explotarlos sobre los humanidad de unos esclavos modernos, los avances, quienes a su vez tratan mal a los usuarios porque para ellos no son personas sino dinero.
En Ciudad Guayana, el asunto es más grave, por cuanto es una Ciudad creada con la concepción de Ciudades Norteamericanas, con preeminencia del vehículos privados, grandes avenidas para el desplazamiento rápido, largas distancias entre la residencia y el lugar de trabajo, de remate un clima no favorable para caminar. Y donde, ha habido un gran retroceso del servicio respecto de 1998, con algunas mejoras en el 2007 - 2008 con Clemente de nuevo como Alcalde.
Los esfuerzos de construcción de un sistema de transporte publico masivo realizados en la década de los noventa, ha sido menospreciado y condenados al olvido, primero por el exalcalde prófugo Antonio Briceño y ahora por José Ramón López, quien esta en pleno conocimiento de la existencia de un proyecto denominado Transguayana, y que por lo visto no esta dispuesto a defenderlo ante la decisión de la CVG de vender una parcela de terreno en Altavista, donde esta proyectada una de las estaciones de transferencia, se trata de un sistema integrado de rutas con canales exclusivos para los buses y estaciones de transferencias, el cual, es el proyecto que dejamos quienes dirigimos la gestión de transporte urbano de la Ciudad durante la gestiones de Clemente Scotto y Pastora Medina entre 1990 y 1998 y retomado y actualizado por la más reciente gestión de Clemente Scotto en la Alcaldía de Caroní entre el 2004 y 2008, no puede ser posible que para no dar crédito a gestiones anteriores se condene a los habitantes de esta Ciudad a seguir viviendo la pesadilla de un mal servicio de Transporte publico habiendo un proyecto y adelanto de gestiones a nivel nacional para que se invirtiera en el mismo.
He escuchado la preocupación y el estupor de lideres comunitarios y activistas del PSUV, porque al reciente paro se sumo la Federación Bolivariana de Transporte (FBT), estos últimos se queja de la inseguridad, de la falta de pago de los ticket estudiantiles, las bajas tarifas y de que el Alcalde, José Ramón López en tres años no se ha reunido con ellos.
Los preocupados, dicen que máximo líder de la FBT, se sumo al paro porque se ha convertido en capitalista, que se ha descubierto que tiene varias flota de vehículos, aquí, allá y más allá, favorecido por prestamos de bancos y la gobernación y que esta institución, ha entregado a diversas personas sin coordinación del servicio con la Alcaldía, cerca de 400 unidades de microbuses, que andan sin ley por la Ciudad y no han pagado los créditos.
Al leer las opiniones de los usuarios y la de los transportistas, vemos que es el cuento de nunca acabar, las tradicionales quejas de los usuarios, son los males que se derivan de los vicios de un sistema de transporte individual que fue promovido en la cuarta república, como alternativa de trabajo a sectores de bajo recursos económicos, el transporte como negocio y no como servicio.
La venta, por parte de la CVG, del terreno de AltaVista, donde esta proyectada una estación de transferencia de TransGuayana y la falta de reacción firme y airada de la Alcaldía de Caroní, significa mas tierra para enterrar el Sistema de Transporte masivo de Ciudad Guayana que esta a la espera de revolucionarios concientes, que asuman la defensa de la Ciudad con visión integral, metropolitana y hagan valer el derecho de nuestra población de un sistema de transporte masivo, moderno, eficiente, confiable, seguro, confortable.
*Militante PSUV
Directora Municipal de Transporte 1990-1998
